¡Habrá plebiscito!
Publicado el 02/05/24 a las 6:13 am
Por Daniel Gerhard
El 25 de setiembre, la Carta 11 se tituló ‘Tenemos papeleta’. No era menor. Con mucho esfuerzo el PIT-CNT había laudado una discusión en torno a si emprender una iniciativa de reforma constitucional y con qué características. El resultado fue una iniciativa audaz. que no se limita al objetivo de tirar abajo una ley del gobierno sino que se propone establecer bases para una seguridad social cuyo centro en la vida digna de las mayorías, haciendo retroceder al capital financiero de un área a la cual nunca debería haber entrado.
Con la alegría de haber superado largamente las 400 .000 firmas, podemos decir que por el trabajo de las fuerzas vivas del movimiento social y de algunos partidos políticos, entre ellos el PVP, tendremos plebiscito.
Se abre de esta manera un nuevo escenario, no solamente porque va a haber plebiscito, sino por que este es convocado con mucho más apoyo del que sus detractores suponían, algo que se se lee por las firmas entregadas pero también por varias encuestas de público conocimiento. Se agudizará por lo pronto una verdadera batallas de ideas, pero también de temores. La idea de que esto es peligroso, una irresponsabilidad o incluso un desastre,será cada vez más repetida por diferentes fuerzas conservado ras. Y finalmente, pasaremos al debate de las formas de instrumentación de la reforma que defendemos e impulsamos.
Claro esta que el gran debate es el financiamiento, y buena parte de este debate lo dimos durante la votación de la reforma del gobierno en la primer mitad del 2023. Hay, por lo menos, cuatro grandes líneas para abordar este asunto: una la actual,el rol de Rentas Generales que hay que desdramatizar, en todo caso el drama es lo que nos cuesta a la sociedad otras cajas, como la militar, muchísimo más deficitaria. Otra línea debe ser la revisión de las exoneraciones y las sub-aportaciones por parte de empleadores, como el sector agroexportador, que aporta muy por debajo de la media y de sus posibilidades. Un tercer elemento son nuevos aportes, como los que podrían generarse por la plusvalía tecnológica, una lista de máquinas que sustituyen directamente empleos por los cuales su uso debería realizar una contribución específica a la seguridad social. Finalmente, los recursos que se recuperarán de las AFAP, que son muy cuantiosos.
Como se puede apreciar, el debate no es sobre la viabilidad de la reforma que impulsamos. es sobre la determinación y la convicción que requiere dar este paso, un paso largo a favor de la justicia social.
Para su concreción necesitamos de todos y de todas, necesitamos una marea de pueblo votando el Sí, independientemente de qué opción partidaria se elija. Votar por jubilaciones y pensiones dignas, reducir los años de trabajo y fortalecer el BPS eliminando las AFAP,no es plataforma de ningún partido. Que sea plataforma de un pueblo.
