¿Quiénes Somos?
Bienvenidos
Esta página busca resolver uno de los aspectos centrales de toda organización política: la difusión pública de su pensamiento y de sus debates, de las líneas de acción que impulsa y de los rasgos teóricos e ideológicos que la identifican en el vasto escenario nacional y latinoamericano.
La aparición de esta propuesta de comunicación coincidió con un período a la vez fermental y contenido en la vida política de Uruguay, cuando parecía patente el agotamiento de las propuestas conservadoras y neoliberales y parecía abrirse para el país un período nuevo, signado por los cambios de contenido popular, democrático y antiimperialista. Un momento también rico en alternativas de cambio en la región, particularmente en Venezuela, Brasil, Argentina donde se ensayan, desde diferentes visiones, propuestas destinadas a revertir el destino de sometimiento y miseria que el orden económico y político internacional pretende asignarle a nuestra América Latina. Comenzaba el siglo XXI. Desde entonces mucha agua a pasado bajo el puente.
Entonces estábamos procurando incorporarnos a las formidables posibilidades de democratización de las comunicaciones que abría Internet, instrumento que con costos relativamente bajos permite la difusión de noticias y la elaboración de opiniones. Creíamos, como se decía, que «Las computadoras inauguran nuevas formas de ciudadanía». El crecimiento vertiginoso del número de personas que accedían a la red y el rápido entrelazamiento de los vínculos entre ellas ya era un factor de enorme importancia en muchas de las más importantes movilizaciones en el plano internacional contra los aspectos más negativos y devastadores de la globalización capitalista.
Después de muchos años de acción política en el PVP, como editores de toda clase de periódicos, libros, folletos y volantes, entendimos que un sitio en la red no sustituía a la palabra impresa, al periódico tradicional ni a las demás formas de comunicación masiva y no abandonaríamos nuestro esfuerzo por estar presente en ellas. En tanto, sentimos la necesidad urgente de hacer conocer nuestras opiniones acerca de los procesos de discusión y elaboración política y programática en el seno de la izquierda, acerca del mantenimiento de la lucha en defensa del patrimonio nacional, por la profundización de la democracia y contra la impunidad, en defensa de los derechos sindicales, el empleo y los salarios de los trabajadores. Es decir el conjunto complejo de cuestiones que constituyen nuestra agenda nacional y latinoamericana y que debemos abordar porque los tiempos políticos se aceleran en todas partes. Hoy nuestros sitios en las redes son imprescindibles.
Entre muchos otros atributos, el sistema de Internet mostró que permitía la constitución rápida del diálogo, el intercambio de opiniones y el desarrollo de la crítica. Hoy, este sitio expone buena parte de la historia del PVP.
¿Quiénes somos y en qué estamos?
El PVP se fundó en Buenos Aires en julio de 1975. La casa en que se realizó el congreso fue invadida por la represión en 1976. Antes que transcurrieran 18 meses de la fundación del partido, toda la dirección menos uno y buena parte de los participantes como delegados fueron secuestrados y se encuentran desaparecidos.

Una visita de un grupo de compañeros a la finca de la calle Isleta en Lanús donde nació el PVP. Allí el municipio de Lanús puso una placa de la memoria.
La nueva organización se conformó a través de un congreso que en su etapa final insumió desde el 18 de noviembre de 1974 hasta julio de 1975. Culminaba un proceso de estudio y debates tras las enseñas del socialismo y la libertad iniciado en los sesenta y que se desarrolló junto con el crecimiento de las luchas obreras, estudiantiles y revolucionarias, en Uruguay y en toda América Latina.
Hoy como entonces nos seguimos definiendo como una organización anticapitalista y antiautoritaria, de lucha por el socialismo. Constituimos un esfuerzo de construcción de una herramienta revolucionaria que -no sin arduos trabajos y algunas vacilaciones- ha procurado desarrollar su pensamiento a partir de nuestra experiencia uruguaya y de los imprescindibles aportes del marxismo crítico. El que está contenido en los clásicos y en los que siguieron desarrollando esa praxis, tanto en Europa como en América Latina.
Antecedentes. En 1956 se había fundado la Federación Anarquista Uruguaya que recogía el aporte de esa tradición ideológica y cultural a las luchas obreras y populares desde principios del siglo veinte. Los elementos aportados por la inmigración anarquista y anarco sindicalista italiana, gallega y catalana eran importantes y los siguieron siendo luego, cuando la guerra civil española y la lucha contra el fascismo y el nazismo en la Segunda Guerra. Cuando, a partir de 1959-60, se empezó a conocer en A. Latina las características de la revolución cubana, la mayoría de los militantes de la FAU simpatizó con el proceso iniciado. Esta simpatía se transformó en apoyo decidido a medida que la revolución fue mostrando sus rasgos propios y se difundieron, entre otros, los trabajos del Ernesto Ché Guevara sobre el Socialismo y el Hombre en Cuba, su pensamiento innovador y sus concepciones antiburocráticas.
Estrategia. A partir de esos años iniciamos el desarrollo de una visión propia de nuestro camino hacia una sociedad más justa, más libre y menos alienada. El diseño, digamos, de una estrategia. La revolución social, pensábamos, estaba en la orden del día en buena parte de América Latina. También aquí veíamos una acción de masas, obrera, popular expresada en sindicatos, gremios estudiantiles, fábricas ocupadas y resistencias a la opresión, acciones solidarias con las luchas. Y también aprontarse para una insurrección armada, con soportes específicos, con empuje y fuerza para alcanzar la victoria del pueblo. Raúl Cariboni hablaba por entonces de la larga marcha hacia el poder del pueblo. Y se impulsó la acción de la OPR, Organización Popular Revolucionaria, en el marco de esa marcha.
Ni antes ni en ese momento ni después hemos sostenido que nosotros éramos la “única vanguardia” ni el “Partido de la Revolución” orientado por una “teoría científica” de la que nos declarábamos los únicos embotelladores autorizados.
La unidad sindical. A lo largo de la década de los sesenta la situación en el país se deterioró sostenidamente. Las luchas obreras y estudiantiles se hicieron más duras y más sangrientas. Los compañeros que trabajaban en los sindicatos, contrariando la extendida idea de mantener la división sindical de acuerdo a las concepciones políticas predominantes en cada gremio, aportaron decididamente en la construcción de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), en la que actuaban militantes del Partido Comunista, socialistas, cristianos, marxistas independientes como Héctor Rodríguez y sindicalistas sin definiciones político partidaria.
La ROE. Con la radicalización de las luchas afloraron las diferencias entre las distintas tendencias que actuaban en el movimiento obrero. En 1968 impulsamos la fundación de la Resistencia Obrero-Estudiantil (ROE) desde donde, junto con compañeros que simpatizaban o militaban en los GAU o el MLN, hicimos nuestros aportes a la lucha de resistencia contra el despotismo creciente que se instalaba en las estructuras políticas e ideológicas del país.
Dictadura y represión. Desde junio de 1973, con la dictadura cívico-militar se había implantado en Uruguay un régimen de terrorismo de Estado. Muchos militantes, hombres y mujeres, habían sido detenidos y se encontraban presos en el Penal de Libertad o en Punta de Rieles. Miles se exiliaron en la Argentina. Entre esos miles, unos cientos participaron de las asambleas y debates preparatorios del Congreso fundacional realizado en Buenos Aires.

En la fotografía yace Gerardo Gatti, fundador del PVP, en los Talleres de Orletti. Lo acompaña el Perro Pérez, un anarquista cabal que no integraba las filas del PVP. El PVP fue víctima de un secuestro extorsivo por parte de la patota militar.
La fundación. El congreso culminó con el nombramiento de una dirección integrada por Gerardo Gatti y León Duarte, y ellos fueron encargados de elegir al resto de la dirección ejecutiva. De esa dirección inicial solo Mauricio Gatti sobrevivió a la represión de 1976. Los demás compañeros, junto con buena parte de los participantes en el Congreso, fueron apresados por la acción conjunta de las fuerzas de represión argentinas y uruguayas, de acuerdo a los convenios suscritos con el Plan Cóndor y se encuentran desde 1976 y 1977 desaparecidos: Gerardo Gatti, León Duarte, Gustavo Inzaurralde, Alberto Mechoso, Elena Quinteros, Jorge Zaffaroni junto con una treintena de compañeros. Varios niños fueron secuestrados y solo años después y como resultado de infinitas denuncias, demandas y búsquedas se les devolvió su verdadera identidad. Como otro resultado de la represión, cientos de militantes y simpatizantes del PVP se vieron obligados a refugiarse en Europa o en otros países de América Latina.
Conferencia. El PVP logró sobrevivir y en 1977 celebró una conferencia en Francia donde se realizó un balance de lo actuado y se desarrolló una autocrítica teórica, base de algunos de los errores cometidos. A partir de ahí se propuso retomar las tareas de resistencia y denuncia que la represión había interrumpido en 1976. (Los aspectos principales de estos textos fueron publicados en 1979 por la Editorial CONOSUR de Madrid y por la Editorial Compañero de Montevideo, en 1992.)
Según documentos desclasificados de la CIA, el Secretario General del PVP, Hugo Cores, junto con el político uruguayo Wilson Ferreira Aldunate, era un blanco de la CIA y el Operativo Cóndor en Europa.
Reimplantación. Desde 1978, el PVP se esforzó por desarrollar su presencia entre los trabajadores y los grupos más activos del pueblo uruguayo. Se instalaron núcleos de trabajo en Brasil y desde allí se procuró desarrollar una labor clandestina de denuncia de la dictadura y de reorganización. En noviembre de 1978, otra vez en el marco del Plan Cóndor, dos militantes del PVP, Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez Díaz fueron secuestrados, junto con los dos hijos de Lilián, de sus domicilios en la ciudad de Porto Alegre.
Unidad política y sindical. Pese a esa acción represiva coordinada, la lucha dentro y fuera de Uruguay se siguió desarrollando. Y también los procesos de desarrollo político. A principios de la década del ochenta, el PVP ingresó al Frente Amplio.
Desde dentro y desde fuera del país se colaboró intensamente en el proceso de reorganización del movimiento sindical a través del Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT).
Impulsamos la denuncia internacional de los crímenes de la dictadura y Tota Quinteros, fue un símbolo de la presencia de los testimonios y las denuncias contra la dictadura en los foros internacionales.
En el período que se abrió con repliegue de los militares nuestra implantación en Uruguay se amplió tanto en el campo sindical como político. En este terreno se hizo dentro del FA y en alianza con otros sectores de izquierda que buscaban su camino propio a través de la IDI (Izquierda Democrática Independiente). En las elecciones de 1984 el PVP estaba proscrito, muchos de sus militantes y dirigentes presos o en el exilio. Los que estaban dentro del país participaron en todas las campañas políticas y electorales de ese período.
La lucha por verdad y justicia. En 1985 se fue completando la salida de los presos políticos y el regreso de los exiliados. El régimen procuró un retroceso ordenado, con impunidad. Como PVP rechazamos la Ley de Caducidad de 1986 y estuvimos entre los que impulsaron la recolección de firmas y la realización de un plebiscito contra la Ley de Impunidad. Como pudimos y desde nuestra posición como marxistas críticos, luchamos contra la ofensiva ideológica de la derecha en todos los terrenos y contra los que se esforzaron por romper la unidad del FA y del sindicalismo clasista uruguayo.
Representación parlamentaria. Alianzas y diferencias. En 1989 nos aliamos al MLN y otros grupos independientes para la conformación del MPP. Las elecciones internas dentro de ese movimiento y luego las nacionales de noviembre de 1989 llevaron a un compañero del PVP, Hugo Cores, a un cargo de representación parlamentaria. En ese período, existían diferencias importantes entre el PVP y el MLN, entre otras, en materia de política de alianzas. En 1994 el PVP se separó del MPP y el compañero que ejercía la representación, Hugo Cores, devolvió la banca parlamentaria al lema, renunció. La actuación parlamentaria permitió exponer ante el Parlamento la verdad de los hechos y nuestra posición con relación a la desaparición de la Bandera de los 33. También se hicieron denuncias interesantes como la complicidad del Sr. Ignacio de Posadas Montero con los robos de Collor de Mello, entonces presidente del Brasil. También hubo cierta participación del parlamentario del PVP en las denuncias sobre el llamado Archivo del Terror en Asunción del Paraguay, donde se hallaron documentos sobre Gustavo Inzaurralde y Nelson Santana, dos desaparecidos uruguayos. En ese archivo fueron hallados también los documentos de los ejércitos del Cono Sur que se podrían definir como las actas fundacionales del Plan Cóndor.
Cuando hacia fines de año 1994 se planteó la posibilidad de una alianza más amplia que el FA, surgió la posibilidad de la formación de un Encuentro Progresista con Rodolfo Nin Novoa y los compañeros del PDC. Las discrepancias del PVP con el MPP, liderado por los compañeros Helios Sarthou, Jorge Zabalza y Eleuterio Fernández Huidobro quedaron de manifiesto en el congreso del MPP de 1994 y en el Congreso del Frente unos meses después. Este Congreso tenía que decidir acerca de las propuestas de una alianza más amplia. Los compañeros del MPP exigieron mayorías especiales que no se alcanzaban en el congreso y el acuerdo no se pudo concretar. Después de un trabajoso trámite que insumió alrededor de un mes, en setiembre se aceptó la conformación del Encuentro Progresista y la alianza con Nin.
En 1999 nos incorporamos a una alianza, la Unión Frenteamplista, que reunía agrupaciones del interior del país. En 2009 impulsamos la candidatura de José «Pepe» Mujica, quien entonces lideraba el MPP, a la Presidencia de la República. En las elecciones de ese año Luis Puig asumió como diputado. Desde entonces nos esforzamos en la construcción del Espacio 567 con una interesante implantación en todo el país.
Continuamos procurado fortalecer los vínculos con los núcleos frenteamplistas que buscan los caminos de la movilización y la acumulación de fuerzas. Esta búsqueda no ha dejado de lado nuestro arraigo en las luchas populares, sindicales, cooperativistas, vecinales y por los Derechos Humanos en el más amplio sentido de la palabra. Apoyamos los avances sociales logrados durante los gobiernos frenteamplistas. No obstante, nuestro apoyo se torna crítico ante errores y desviaciones. Reafirmamos en la práctica cotidiana los principios fundacionales y los compromisos programáticos del Frente Amplio en tanto fuerza política anti-oligárquica, anti-imperialista, anti-racista, anti-patriarcal y democratizadora. Nos expresamos y debatimos lealmente en todos los ámbitos.
En el plano internacional hemos apoyado y participado en el desarrollo del Foro de San Pablo y de todos los esfuerzos destinados a aunar opiniones entre las organizaciones políticas antiimperialistas de la región. También apoyamos el Foro Social Mundial inaugurado en Porto Alegre. Somos concientes de la necesidad de la unidad de los pueblos de América Latina y el Caribe frente al imperialismo.
Contra las privatizaciones y el neoliberalismo. A lo largo de la década de los noventa desde el gobierno se acentuó la tendencia neoliberal a las privatizaciones, el intento por arrebatar todas las conquistas de los trabajadores y el pueblo uruguayo entregando las empresas públicas al capital trasnacional. Como organización política y desde nuestra inserción en el campo sindical, participamos activamente en la lucha contra ese modelo extranjerizante y antipopular. Cuando la contienda en el campo parlamentario había sido saldada negativamente promovimos la realización de instancias de democracia directa que anularan las leyes de privatización, como ocurrió en diciembre de 1992 y en todos los esfuerzos posteriores en defensa del patrimonio. A partir del año 1996 la lucha contra la impunidad tendió a cobrar una importancia mayor en el seno del pueblo uruguayo. Desde los ámbitos de implantación en los que militamos hemos impulsado esas luchas. Hemos apoyado resueltamente las acciones llevadas ante la Justicia que permitieron el encarcelamiento del canciller de la dictadura, Juan Carlos Blanco, cómplice del secuestro de Elena Quinteros. Del mismo modo nos situamos con relación al procesamiento del ex dictador Juan Bordaberry.
Nuestros objetivos. La lucha en la que estamos no terminó con las victorias y las derrotas de distintos referéndums que impulsamos ya sea contra las privatizaciones, contra la impunidad o por el voto de los uruguayos en el exterior (1989, 1992, 1994, 2003, 2004, 2009). Ni con la victoria electoral de las fuerzas progresistas en el 2004. Tampoco terminó con la movilización de los jóvenes contra la baja de la edad de imputabilidad (2009). Tampoco contra la propuesta de sacar militares a la calle para combatir la inseguridad (2019).
Luego de fallecido el Cro. Hugo Cores (2006) el PVP decidió no llenar esa vacante de Secretario General. Realizó una nueva Conferencia. Designó a Carlos Coitiño como Presidente del Comité Central. En 2009 y 2014 el Cro. Luis Puig accedió al parlamento desde donde impulsó la legislación obrera, los Derechos Humanos en sentido amplio, los asuntos referidos a las Fuerzas Armadas y la unidad de la Patria Grande. En el 2009 en alianza con el MPP y en 2014 con Casa Grande. En las elecciones de 2019 dentro de una alianza con el Partido Comunista de Uruguay, fue electo diputado el joven compañero Daniel Gehard.
En nuestras Conferencias periódicas hemos signado que vamos por más. Se ha fundado la Juventud del Partido por la Victoria del Pueblo y el Frente Sindical León Duarte. Además hemos incentivado nuestra acción en las problemáticas ambientales, de género y territoriales. Somos leales a los compromisos inmediatos del programa de gobierno progresista, la reactivación económica del país y la imprescindible redistribución de la riqueza. Con la misma lealtad exponemos nuestras eventuales diferencias con nuestros aliados de la coalición-movimiento y la necesaria autocrítica de los errores y desviaciones de los gobiernos frenteamplistas. Marchamos por más verdad, más justicia, más salud, más educación y más inclusión social. Esto significa la necesidad de más unidad, más solidaridad y más luchas populares frente al imperio y sus socios locales.
En resumen: Nuestras metas estratégicas como organización política parten de la constatación de las relaciones propias de una sociedad antagónica y de las tensiones de la geopolítica imperialista mundial. Continuamos definiéndonos como un vector en la construcción de una sociedad sin explotación económica, sin dominación política y sin alienación cultural.
Bibliografía sobre el PVP
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FILMOGRAFÍA
«Kollontai, apuntes de resistencia», documental dirigida por Nicolás Méndez Casariego. Argentina, 2018. 118 min. Trailler
TEATRO
«Elena Quinteros, presente» (2003) Dramaturgia y dirección Marianella Morena & Iribarren. 2 nominaciónes. Premio Florencio Sánchez.
Nuestro local: Maldonado 1000 esquina Julio Herrera y Obes, Montevideo, Uruguay.