viernes 18 de abril, 2025

No habrá paz sin un Estado Palestino. Dossier.

Publicado el 09/10/23 a las 11:48 pm

El pueblo palestino sufre hace décadas un largo proceso de expansión del Estado de Israel. Compartimos un artículo de Tarik Alí y otro de Atilio Borón que iluminan más que las bombas los actuales acontecimientos. Agregamos también una entrevista en video a Nadya Tasheed, Embajadora de Palestina en Uruguay.

El pueblo palestino dijo basta y se levanta contra sus colonizadores

Por TARIK ALI

En diciembre de 1987, estalló una nueva intifada en Palestina, que sacudió tanto a Israel como a las elites del mundo árabe. Unas semanas más tarde, el gran poeta sirio Nizar Qabbani escribió ‘La trilogía de los hijos de las piedras’, en la que denunciaba a la generación anterior de líderes palestinos, hoy representada por la corrupta y colaboracionista (No)Autoridad Palestina. Fue cantado y recitado en muchos cafés palestinos:

Los hijos de las piedras

hemos esparcido nuestros papeles

tinta derramada en nuestra ropa

se burló de la banalidad de los textos antiguos…

Oh hijos de Gaza

No te preocupes por nuestras transmisiones.

no nos escuches

Somos la gente de cálculo frío.

De suma, de resta

Libra tus guerras y déjanos en paz

Estamos muertos y sin tumbas

Huérfanos sin ojos.

Niños de Gaza

No te refieras a nuestros escritos.

No seas como nosotros.

somos tus ídolos

No nos adoréis.

Oh locos de Gaza,

Mil saludos a los locos.

La era de la razón política hace mucho que pasó

Así que enséñanos la locura…

Desde entonces, el pueblo palestino ha probado todos los métodos para lograr alguna forma de autodeterminación y libertad. «Renunciad a la violencia», les dijeron. Lo hicieron, aparte de alguna que otra represalia tras una atrocidad israelí.

Entre los palestinos en casa y en la diáspora, hubo un apoyo masivo al Boicot, la Desinversión: un movimiento pacífico por excelencia., que comenzó a ganar fuerza en todo el mundo entre artistas, académicos, sindicatos y ocasionalmente gobiernos.

Estados Unidos y su familia de la OTAN respondieron tratando de criminalizar el Boicot pacifico en toda Europa y América del Norte, alegando, con la ayuda de grupos de presión sionistas, que boicotear a Israel era «antisemita». Esta falsa razón ha demostrado ser muy eficaz.

En Gran Bretaña, el Partido Laborista de Keir Starmer ha prohibido cualquier mención del «apartheid israelí» en su próxima conferencia nacional. La izquierda laborista, temerosa de ser expulsada, ha guardado silencio sobre esta cuestión. Una situación lamentable.

Mientras tanto, la mayoría de los Estados árabes se han unido a Turquía y Egipto para capitular ante Washington. Arabia Saudita se encuentra actualmente en negociaciones, mediadas por la Casa Blanca, para reconocer oficialmente a Israel. Parece que el aislamiento internacional del pueblo palestino aumentará.

Mientras tanto, las Fuerzas Armadas Israelíes (FDI) han atacado y matado a palestinos a gusto y los sucesivos gobiernos sionistas han trabajado para sabotear cualquier esperanza de un Estado Palestino . Recientemente, un puñado de ex generales de las FDI y agentes del Mossad han admitido que lo que se está haciendo en Palestina equivale a «crímenes de guerra» .

Pero, sólo se armaron de valor para decir esto cuando ya se habían jubilado. Cuando estaban en servicio, apoyaron a los colonos fascistas en los territorios ocupados, permaneciendo impasibles mientras proclamaban «Muerte a los árabes» quemaban sus casas, destruían sus plantaciones de olivos, echaban cemento en pozos, y atacaban a los palestinos que abandonaban sus hogares .

Los líderes occidentales, dejaron que estos crímenes de guerra se perpetraran sin un murmullo. La era de la razón política hacía tiempo que había pasado, como diría Qabbani.

Entonces hace un día, los dirigentes electos en Gaza comienzan a contraatacar. Salen de esa prisión al aire libre que es la fraja y cruzan la frontera sur de Israel, atacando objetivos militares y poblaciones de colonos. De repente, los palestinos encabezan los titulares internacionales.

Los periodistas occidentales están sorprendidos y horrorizados. No esperaban que un pueblo casi exterminado este resistiendo. ¿Pero por qué no deberían hacerlo? Saben mejor que nadie que el gobierno de extrema derecha de Israel tomará represalias brutales, respaldado por Estados Unidos y la melancólica UE.

Pero aun así, no están dispuestos a quedarse sentados mientras Netanyahu y los criminales de su gabinete expulsan o matan gradualmente a la mayoría de su gente. Saben que los elementos fascistas del Estado israelí no tIenen ningún escrúpulo en aprobar el asesinato en masa de árabes. Y saben que hay que resistirlo por todos los medios necesarios.

A principios de este año, Los palestinos observaron las manifestaciones en Tel Aviv y comprendieron que quienes marchaban para «defender los derechos civiles» no se preocupaban por los derechos de sus vecinos ocupados. Decidieron tomar el asunto en sus propias manos.

¿Tienen los palestinos derecho a resistir la agresión constante a la que están sometidos? Absolutamente. No existe equivalencia moral, política o militar en lo que respecta a las dos partes. Israel es un Estado nuclear, armado hasta los dientes por Estados Unidos. Su existencia no está amenazada.

Son los palestinos, sus tierras, sus vidas, los que apenas sobreviven. La civilización occidental parece dispuesta a quedarse impasible mientras son exterminados. Ellos, en cambio, se están levantando contra los colonizadores.

Tomado de Observatorio de la Crisis, 8/10/23.

Nuevo estallido en Palestina

Por Atilio Borón

Los acontecimientos que conmueven hoy a Israel y Palestina, con un saldo trágico de víctimas civiles, producen dolor y compasión y, desgraciadamente, no resultan sorprendentes. Los ataques lanzados por Hamas desde Gaza son la respuesta a la política terrorista de conquista y desposesión territorial que el régimen israelí, con la complicidad de Estados Unidos y sus indignos vasallos europeos, ha perpetrado en contra del pueblo palestino por décadas, en abierta violación a innumerables acuerdos bilaterales y resoluciones de las Naciones Unidas. 

Mal podría interpretarse o evaluarse la crisis actual haciendo caso omiso de la brutal y sistemática violación de los derechos humanos que ha venido padeciendo la nación palestina a manos de sus opresores israelíes desde hace décadas; del atropello, encarcelamiento o asesinatos de sus hombres y mujeres, inclusive niños. 

Territorios ocupados

Se puede calibrar la magnitud de estos crímenes con los siguientes datos ofrecidos por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHOA, por sus siglas en inglés). En los territorios ocupados -invadidos en realidad- por Israel las fuerzas armadas de ese país ocasionaron entre el 1º de enero del 2008 y el 19 de septiembre de 2023 la muerte de 6.407 palestinos al paso que 152.560 sufrieron heridas y lesiones de diversa gravedad. Por contraposición, las víctimas israelíes en ese mismo lapso fueron 308 y 6.307 respectivamente. La gigantesca asimetría entre los muertos y heridos de ambos lados hablan con elocuencia de los alcances de este genocidio practicado por Tel Aviv.

La crisis actual, la enésima, tiene como todas las que las precedieron una larga gestación. Los alcances de la agresión israelí sobre los territorios ocupados y especialmente Gaza son de una crueldad e inhumanidad exorbitantes, y suficientemente conocidos como para eximirnos de exponerlos en este escrito.

Gaza ha sido definida como la mayor cárcel a cielo abierto del mundo. En la Ribera Occidental la ya citada organización de la ONU reporta en otro informe que el año 2023 fue el más sanguinario en la larga historia de la ocupación israelí: 36 niños fueron ultimados en el período que termina el 31 de agosto.

Colonos

Las provocaciones de las mal llamadas Fuerzas de Defensa Israelí van de la mano de muchas otras realizadas por los colonos devenidos , con la complicidad del gobierno israelí, en torvos escuadrones de la muerte que asumen por mano propia la tarea de someter por medio del terror a los pobladores originarios de las tierras que están robando. 

Esta violencia, que ahora registra un nuevo estallido, ha caracterizado toda la historia de Palestina desde el momento que a su pueblo le fuera privado el sagrado derecho a la autodeterminación nacional. En este mundo, inmerso en el vértigo del irreversible ocaso del exhausto orden mundial de posguerra, se impone resolver la cuestión de la formación del estado palestino, saldando una deuda que ya tiene 75 años. Sin ello, la violencia no hará sino crecer y tornarse cada vez más brutal.

Tomado de Página 12, 8/10/23

Entrevista a Nadya Tasheed, embajadora de Palestina en Uruguay

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