Hacia un nuevo 1° de Mayo – a 40 años del 1° de Mayo del 83
Publicado el 03/05/23 a las 6:33 pm
Por Gabriel Portillo
Se llega a este 1° de Mayo con un abril lleno de leyes recién aprobadas que son de enorme retroceso para las grandes mayorías (la mal llamada corresponsabilidad en la crianza; la de personería jurídica de los sindicatos, y el proyecto de Seguridad Social, entre otros). Llegamos con un conflicto en el IAVA que tiene a padres, estudiantes y docentes, en vilo, en el marco de un conflicto de la educación más amplio que viene hace tiempo perseguida y hostigada por estas autoridades, desde el inicio del gobierno, pero exacerbada con la aprobación de la LUC. Con el corolario actual como gota que derrama el vaso, el sumario a un directo de un liceo emblemático de Montevideo, por cumplir con su trabajo de ser docente, de dialogar con estudiantes.
Una de las primeras valoraciones que hacemos es que el hoy esta signado por un aumento de la ofensiva de derecha en varios planos, y a su vez signado por respuestas que, si bien parecen mejorar, aún son suficientes para la magnitud del daño. Alguien puede decir que siempre es insuficiente, que las respuestas de la izquierda frente a los ataques de las derechas corren con desventaja y van de atrás. Más allá de eso, cuando no se convoca a la movilización, cuando no se recorre el espinel tratando de generar las condiciones para una respuesta contundente, estamos resignando una parte y naturalizando otra.
Además, se profundizo la dependencia con un claro ataque a las Empresas Públicas, algunos ejemplos más significativos: Antel con la tecnología 5G haciendo avanzar a los privados en detrimento de la empresa pública; en Ancap con los combustibles fruto de lo aprobado en la LUC, resignando negocio con el “Hidrógeno Verde”; UTE operando a favor de los privados bajándoles las tarifas a los grandes consumidores sin mencionar los negocios ilegales comprando un dron; la entrega a Katoen Natie del puerto; OSE y el proyecto Neptuno, o el mega negocio de google, y la sequía a la cual no pueden responder.
Enfrentamos un modelo profundamente impopular. Se profundizó la desigualdad, dando señales muy fuertes del modelo de acumulación y de la apropiación del excedente producido. Se habla del déficit del BPS como excusa para la aplicación de una reforma nefasta, pero no se toca a los grandes capitales ni empresas.
Por todo eso y más, es necesario una respuesta social y política que permita constatar consecuencias políticas directas en un gobierno que tiene por método, no reconocer nada, y hacer de cuenta que no hace nada fuera de lo legal, que no hace nada contra las grandes mayorías.
A la vez que hay aumento económico en varios puntos porcentuales, hay varios gremios en conflicto con paros y movilizaciones, por despidos y pérdida de puestos de trabajo, por rebajas salariales o para denunciar todas estas condiciones que mencionábamos antes, porque los trabajadores y trabajadoras tienen eso, se movilizan y resignan salario por causas que los trascienden, por cosas que son de todos y que hacen a la democracia.
La violencia extraeconómica (nos van a hacer trabajar 5 años más de nuestras vidas, y por menos plata además) y el recurso al plusvalor absoluto (uno de los ejes centrales de la actual reforma jubilatoria) indican un momento socio político en el que el gobierno de los malla oro, busca cambiar decisivamente la correlación de fuerzas entre explotados y explotadores. Esta es su obsesión. Este tipo de reajuste violento de las relaciones sociales implica una construcción hegemonía cotidiana que, hasta el affaire Astesiano, el gobierno de la coalición reaccionaria venía cumpliendo con prolija sistematicidad. La dimensión del ataque del gobierno exige que el movimiento sindical defienda su independencia de clase y elabore con sus aliados un trabajo programático que signifique avances reales de los de abajo y no se conformen con las políticas del progresismo. Una oportunidad que se abre para dar este salto sin duda lo configuro el próximo Congreso del Pueblo y su participación en la organización y el desarrollo del mismo. Solo enunciando las propuestas y poniéndolas en un documento, no nos va a alcanzar. Tienen que haber base social organizada detrás.
El desafío es construir y recomponer el protagonismo político y la confianza, que es mucho más que ganar votos. La campaña contra la LUC resignificó nuestra estrategia, generó confianza y credibilidad. Es por ese lado, junto a lo popular, generando la correlación de fuerzas social y política que te permita idear e implementar los necesarios cambios programáticos necesarios.
A 40 años de mayo del 83, las tareas en su espíritu siguen siendo las mismas, aunque las condiciones sean otras.
Mayo 2023
Periódico Claridad
