Pobreza, desigualdad… Cricrí.

Publicado el 07/06/22 a las 5:48 am

Por Daniel Gerhard

El pasado 19 de mayo, desde la bancada del Frente Amplio, interpelamos a la Ministra de economía. Las razones sobran, pero se eligió centrar el llamado a sala en la pérdida sostenida del salario, el aumento permanente de la inflación y una de las consecuencias más esperables e injustas de esta combinación: el incremento de la pobreza.

Los anuncios realizados dos días antes de la interpelación en conferencia de prensa, referidos a ayudas que se darán en los próximos meses, son insuficientes pero van en la dirección correcta. Estos alcanzan a entre 800 mil y 1 millón de personas con diversos beneficios y refuerzos en las transferencias, lo que nos da la pauta de lo mal que la está pasando una porción muy importante de nuestro pueblo. Además muchas de las medidas son por el invierno, pero cabe preguntarse ¿después qué?

Está claro que muchas de esas personas son trabajadoras asalariadas, entonces nos preguntamos porqué son tantos los trabajadores y trabajadoras cuyos ingresos son tan bajos como para necesitar que el MIDES los asista para no caer en la pobreza.

En definitiva, los anuncios son agridulces, ya que si bien «cualquier monedita sirve», dejan sin vestir una realidad muy dura, que es la que se vive en los barrios, además de reflejarse en los datos y gráficas.

También vemos en el proyecto político del gobierno una «contradicción» muy grande: por un lado refuerza la asistencia, con la dependencia que esto significa, y por otro dificulta continuamente la lucha de las y los trabajadores, quitándoles medios históricos y empeorando las condiciones para la defensa de sus salarios y derechos.

Hoy por hoy, con una economía en crecimiento y con pequeños y poderosos sectores multiplicando sus ganancias, nadie puede decir que el motivo de la pobreza es que la riqueza no alcanza para todos, y son pocos los que niegan que un gran problema es justamente su concentración.

En los últimos dos años el volumen de depósitos ronda los 9 mil millones de dólares. El 80% de ese dinero se concentró en las cuentas que tenían ya más de 100 mildólares, crecimiento excluyente si los hay. A su vez hace dos años que viene ampliándose la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población y casi todos los indicadores de desigualdad dan cuenta de un empeoramiento de esta situación si tomamos estos últimos dos años y los comparamos con el 2019. Todo esto aún cuando existe un subregistro de la riqueza.

Entonces le preguntamos a la Ministra: ¿es la desigualdad un problema para este gobierno -y para este ministerio de economía- o lo toma como un dato de la realidad que se explica por la eficacia y los méritos de emprendedores, asumiendo que lo justo es no intervenir para revertirlo? En caso de considerarlo un problema, ¿habrá políticas específicas para abordarlo?

Hoy hay en Uruguay 408 mil personas en la pobreza, según los datos oficiales 176.375 son niños y niñas.

¿Cuál será el impacto de los 50 millones de dólares para la niñez tan anunciados el año pasado y repetidos en conferencia de prensa? Sabemos que esta cifra es una construcción política que no da pie con la realidad.

La interpelación comenzó a las 10 de la mañana y finalizó a las 4:30 de la mañana siguiente, pero la Ministra no tuvo tiempo para respondernos estas dos simples preguntas.