Entre la chicana y la democracia directa
Publicado el 08/04/21 a las 1:50 am
Ante la gravedad de la epidemia existe una tensión entre ejercer el libre derecho democrático de recabar firmas para un referendum y las precauciones sanitarias.
SEÑOR GERHARD (Daniel).- Señora presidenta: si bien la pandemia transversaliza todo, genera diferentes males y obliga a resignar cosas, también es claro, creemos, que hay cosas que no se pueden resignar. Una de ellas es, sin duda, la alimentación de la gente, y otra, la densidad democrática. Con respecto a esto último, deseo hacer algunas consideraciones.Primero que nada, quisiera traer el ejemplo de otros países de la región, como Chile, que desde hace un tiempo está intentando, de abajo para arriba, sacarse la Cons-titución de Pinochet, y en el medio lo agarra la pandemia y también le pega fuerte. Sin embargo, ese proceso arduo, difícil, que ya lleva unos lustros, continúa. Sin duda, han ido adaptando las fechas, han ido cambiando el recorrido, pero se consideró como país que no se podía afectar ese derecho democrático, y continúa.También tenemos el ejemplo de Bolivia que, con elecciones democráticas, logró sacarse esto es curioso˚ un gobierno de facto. Lo mismo: la resistencia y las elecciones para lograrlo permanecieron porque lo que estaba en juego era la densidad democráti-ca. Hay cosas que sí se pueden resignar, algunas inevitables, como el crecimiento eco-nómico en esta crisis global, y hay cosas que no.Hace unos días vinieron a esta Casa representantes de la Comisión Pro Referén-dum a hacer un planteo bien concreto y muy fundado ya se dijo˚, con base en el artícu-lo 38, en el antecedente del año pasado con respecto a las elecciones departamentales y municipales que, además, generaban muchas más consecuencias, un montón de perso-nas, miles de candidatos y candidatas que tuvieron que modificar su vida laboral y, en algunos casos, retrasar su reingreso o pedir prórroga. Bueno, en esta Casa sabemos lo que significó eso a efectos prácticos, pero se entendió que era lo razonable y el calen-dario democrático no se podía postergar in aeternum. Hoy las condiciones son mucho más complicadas, por lo tanto, este mismo argumento que todos aquí acompañamos tiene mucho más asidero.En este momento, los que estamos en el camino que la Constitución ampara, sentimos una terrible tensión entre lo sanitario, entre la vida y nuestros derechos de-mocráticos. Creemos que los uruguayos y las uruguayas podemos encontrar otros ca-minos. Por supuesto, existe la opinión, la consideración más o menos dicha de que esto tiene que ver con que las firmas no están, y que no están porque la gente apoya la Ley de Urgente Consideración y estos 135 artículos que nos proponemos derogar. De ser así, ¡¿qué diferencia hay en tres o cuatro meses?! ¡El que apoya la LUC lo va a ha-cer ahora y lo hará en setiembre! Entonces, consideramos que es un argumento más bien chicana que, además, desconoce lo otro que venimos diciendo y que es mucho más profundo.Para terminar, señora presidenta, quisiera contar una breve anécdota. Ayer esta-ba en una reunión por Zoom tranquilos, tranquilas: por Zoom˚ con cuarenta compañe-ros de un zonal montevideano, y una vecina dijo: «Estoy contenta porque en unos días me doy la segunda dosis y puedo volver a poner la mesita». Bueno, que ningún uru-guayo y que ninguna uruguaya se quede sin poder ejercer sus derechos democráticos por el tema de la pandemia, porque hay caminos y alternativas.Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras sea enviada a la Comisión Pro Referéndum, a la dirección de todos los partidos políticos y a la prensa.