La LUC: entre la falta de respeto y la malicia (video y artículo)
Publicado el 30/12/20 a las 5:04 pm
El diputado Daniel Gerhard sintetiza en pocos minutos por qué nos oponemos activamente contra lo peor de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Estos videos continuarán. Sin embargo, hoy, corresponde agregar algunos apuntes generales a su claro y contundente mensaje.
Por Angel Vera
El contenido de la LUC no justificó su urgencia. No fue propuesta ANTES de las elecciones. No formó parte de NINGÚN programa partidario ni de NINGÚN candidato. Su urgencia pareció obedecer a una maniobra para eludir su consideración pública con la dedicación, la meditación y la participación ciudadana que requería su extenso articulado y la diversidad de materias que ocupa.
En efecto, la LUC fue concebida entre gallos y medianoches, al punto que el actual presidente afirmó su ignorancia respecto al detalle de los contenidos concretos que incluyó. Es más, algunos de sus artículos fueron inspirados por pequeños grupos de poder directamente beneficiados. Así nació cada uno de los vagones del tren de la LUC. El combo fue enviado al presidente y trasladado a los representantes de la coalición de gobierno. Los argumentos de las organizaciones populares no fueron tomados en cuenta. La ciudadanía en general quedó como un espectador pasivo frente al escenario político.
El procedimiento obedece a obvios y precisos contenidos de clase. Porque junto al recorte presupuestal y otras medidas complementarias, la LUC arremete contra legítimos derechos de las grandes mayorías. De tal forma que cuanto menor debate público, cuanto menor grado de transparencia, mejor para la élite.
Sin embargo, en plena campaña electoral el candidato Lacalle Pou algo tenía claro. Conocía perfectamente los intereses de clase a los que respondía. Esos intereses son obviamente inmencionables en cualquier campaña electoral. Una vez electo Lacalle Pou respondió rápidamente a ellos. ¿Está de más decir que coinciden con sus propios intereses? Antes de asumir la presidencia ya preparaba la rápida marcha del trámite perentorio. Con la banda presidencial recién puesta comenzó la aplicación de la política de shock con pandemia o sin ella. Ya aprobada la LUC, los perjuicios se acentuarán conforme se concreten los efectos pertinentes más perjudiciales a mediano plazo.
Por todo esto, el contenido de la LUC trajo muchas sorpresas a los uruguayos. En plena pandemia, Lacalle Pou y la coalición de gobierno aprobaron una ley cargada de punitivismo, pérdida de garantías ciudadanas, espionaje sin control judicial ni legislativo, secretismo, ataque a la educación pública, privatizaciones, ajuste, recortes sociales, debilitamiento del sector productivo del estado, opacidad financiera, deformación del concepto de colonización, represión sindical, pérdida de derechos y un largo etcétera. ¿Cómo un candidato iba a mencionar estos despropósitos en campaña electoral?
Lo cierto, lo incontrastable, es que la LUC va contra los bienes comunes y públicos, contra el interés nacional y contra la pública felicidad. Por eso, hoy, lo urgente es exponer a la consideración pública este adefesio jurídico y antidemocrático. Llegó la hora de debatir, de exhibir las penurias actuales y las que se avecinan, de hacer sentir cotidianamente las consecuencias nefastas de la LUC en el actual contexto de crisis.
Hoy, lo urgente es propiciar un pronunciamiento ciudadano. LO URGENTE ES HABILITAR LA CONSULTA POPULAR. Lo urgente es derogar lo peor de este asalto contra el pueblo y contra los derechos ciudadanos.
¡Feliz año!
¡Arriba los que luchan!
¡VIVA LA REPÚBLICA!
¡VIVA LA DEMOCRACIA!
