El rol fundamental de la Intersocial en los tiempos que corren
Publicado el 28/10/20 a las 6:22 am
Por Gustavo González
La crisis capitalista actual no es cualquier
crisis, ni es una crisis cíclica de las que ya supo
tener. Por el contrario, es la crisis más profunda
que se ha vivido en el sistema capitalista,
basta con ver las cifras de la debacle para darnos
cuenta que estamos frente a un problema
mayúsculo desde el punto de vista del sistema
todo. Esto es un primer elemento importante a
tener en cuenta.
¿Cómo juega la pandemia en esto? La
pandemia tiene muchísimo que ver con cómo
el sistema capitalista perduró –debido a todas
las revoluciones traicionadas que hubo–, hoy
tenemos hecho leña al sistema, y esta pandemia
del coronavirus va ser una, pero van a
venir más. Estamos frente a una crisis civilizatoria,
recordando a Rosa Luxemburgo, cuando
decía o esto cambia o caemos en una crisis
civilizatoria.
Como caracterización de la etapa: el sistema
capitalista desde 2008 no logra salir de la
crisis –al decir de Harvey–, es el efecto mariposa
que se va posando en distintos lugares.
Estamos ante un problema grave del conjunto
de la humanidad y una crisis terrible. Clarificar
este aspecto es importante ya que si definimos
que es una crisis más que se va a reciclar, le estamos
a errando al diagnóstico. Con China a la
cabeza que ha logrado ser un país súper capitalista
y lo logró porque tiene un partido único
que se dice comunista, lo que implica que no
tiene que debatir en un parlamento burgués,
resuelve, hace y dice. Y hay compañeros que
todavía dicen “los chinos no son tan malos”.
Otro problema tiene que ver con la caída
del Muro. ¿Alguien puede explicar qué pasó en
la Unión Soviética? ¿Vamos a poder reflexionar
algún día de por qué en la televisión dijeron
“se acabó el comunismo”? ¿Recuerdan a
Gorbachov en un noticiero diciendo “se acabó
el comunismo, muchachos. Nos pasamos al capitalismo”?
¿Cuál es la reflexión que ha hecho
la izquierda sobre esto? Ninguna, y este es un
problema político central. Sentarnos a discutir
para ver qué fue aquello llamado “el fracaso
del socialismo real”, porque de lo contrario vamos
a seguir empantanados, sin saber resolver
cuáles fueron los aciertos y cuáles fueron los
errores.
Posteriormente vivimos el fracaso de los
Foros Sociales Mundiales, que se han transformado
en un tour de izquierda donde van sobretodo
las ONG, pero que en algún momento
fueron fundamentales, e incluso muchos
creíamos que se iba a volver a conformar una
internacional. Pero resulta que a todos estos
Foros Sociales Mundiales los cerraban los líderes
de los cambios latinoamericanos. Hagamos
memoria, cerraba el foro de Porto Alegre Lula,
Evo Morales y Correa. Después de 20 años de
gobiernos progresistas y de la derrota del progresismo,
continuamos sin extraer críticamente
las conclusiones de estos procesos. Estamos
en un pantano ideológico funesto, y es necesario
discutir a fondo, qué ha pasado, qué nos
ha pasado.
El hoy
Reivindicar la solidaridad de las ollas, lo cual
es sin duda extraordinario, ya que es la reserva
moral de nuestra gente. Pero son miles los que
están yendo a las ollas, ¡miles! ¿Estas personas
se generaron a partir de marzo? Pues no. Habrá
que preguntarse si no dibujamos algunas cifras
de pobreza, o si no nos hemos “ONGeizado”,
tanto da si ganás un salario de 17 y sos re pobre,
o si ganás el salario de 13 sos súper pobre.
Frente a esta situación en la que hay una
ofensiva brutal del capitalismo, un sector importante
de la izquierda dice que va a ser una
oposición responsable. ¿Qué quiere decir ser
oposición responsable? Quiere decir el quedar
bien con el stablishment de la burguesía. Es
creer que si confrontamos podemos perder las
elecciones. Esa política hoy tiene a 200.000 personas
en el seguro de paro, así como 100.000
desempleos nuevos, y el hambre va a ser atroz
dentro de 6 ó 7 u 8 meses, y el gobierno va a
usar como excusa al coronavirus.
Mientras tanto se denuncia que hay 8300
personas muriéndose de hambre por día en el
mundo, y ya se descubrió la medicina: poder co-
mer. No hay noticiero a las 8 de la noche que
se responsabilice de esto.
Tenemos que tener una mirada nacional e
internacional a la vez, no hay una salida exclusivamente
nacional. Los economistas dicen
que el país a principio del mes que viene puede
lograr ganar algún mercado de exportación.
¿Qué mercado va a ganar este país en esta
globalización salvaje? Se viene una profunda
crisis a la cual hay que resistir.
¿Cómo resistimos?
Nadie tiene la fórmula. Es importante un
planteo estratégico, no retomar la Intersocial
histórica de la lucha contra la dictadura, sino
hacer una Intersocial ampliada porque estamos
viviendo otro momento histórico donde el
mundo cambió, hay otros colectivos, y tenemos
que sumar fuerzas en esa dirección. Habrá debate,
habrá diferencias, pero el enemigo es muy
grande y hay que organizar una única Intersocial.
La clase obrera ha sido insignia en esto
de la unidad, por más que tenemos diferencias
tenemos una única central obrera, por más que
tenemos diferencias tenemos una única Federación
de Estudiantes, etc. Tenemos que tener
una única Intersocial y tenemos que sumar en
ella a todo el mundo, respetando las características
de cada organización, pero sumar en una
única fuerza.
También me parece importante discutir y
analizar con total humildad de qué Frente Amplio
estamos hablando. ¿Del de Mujica?, ¿del
de Astori?, ¿del de Tabaré?, ¿del de Miranda?
El FA se ha quedado objetivamente sin representación
política, y esto es un serio problema
político.
Por otra parte sigo creyendo que nada se
transforma sin la intervención de la clase obrera,
a diferencia de quienes están buscando el
sujeto de los cambios hace 30 años y no lo encuentran
por ningún lado. Por ejemplo, los trabajadores
del gas no llegan a un número mayor
de 120 – 150 trabajadores, y fueron tapa de
diario durante 8 días con una huelga de hambre
y otras medidas de lucha. Fueron capaces
de conmover a toda la opinión pública, aún en
el gobierno del Frente Amplio. Con esto quiero
decir que la clase obrara sigue teniendo un
rol clave, y comparto plenamente que el tema
del feminismo es fundamental. Pero tenemos
que ver de qué feminismo hablamos, porque
hay muchas corrientes de opinión, yo reivindico
un feminismo clasista. Por supuesto que la
izquierda siempre ha dejado de lado ese tema,
en El Salvador hablando con ex compañeras
guerrilleras, me decían “nosotras éramos las
comandantes de hacer las tortillas, pero éramos
comandantes”. Esto lo sufrieron, aún se
sufre, y la lucha feminista no cabe duda que es
una ola internacional que crece, y tenemos que
internalizarlo en todas las organizaciones.
Es estratégicamente fundamental juntar todas
las fuerzas de las organizaciones sociales
ya que la ofensiva desde el gobierno va a ser
brutal, porque no va a poder salir de esta crisis.
Miremos lo que está pasando en Argentina y la
formidable crisis que tiene, miremos Brasil. La
organización mundial del trabajo está diciendo
que se van a perder al año entre 25 millones y
30 millones de puestos de trabajo. En nuestro
país, las patronales ya están desarrollando una
ofensiva brutal, ya se liquidaron los consejos de
salarios. Con la excusa del coronavirus queda
un aumento del 3% en enero, pero los trabajadores
no se van a quedar quietos y van a salir a
dar pelea, lo quiera o no la orientación mayoritaria
de las organizaciones sindicales. Se arma
escándalo nacional porque los del transporte
cortan todo el tráfico del centro de Montevideo
y son otra vez los trabajadores a la cabeza de
sus luchas. Si bien la crisis va a impactar en
otros sectores de trabajadores que no están
movilizados en este momento, por ejemplo el
65% de los trabajadores del deporte como ser
los clubes deportivos, están no solo en el seguro
de paro sino que es probable que muchos no
puedan volver al trabajo.
Hay que discutir los temas de fondo y creer
en las organizaciones sociales pero también
saber que si no las ideologizamos, nos va a
costar muchísimo unir para pelear contra el
gran enemigo, porque también existe una notoria
desideologización, hay palabras que no
se pueden decir, por ejemplo la palabra revolución
está vedada, reforma agraria está vedada,
parece que todo está vedado. Ni que decir
de proletariado, lo tratan a uno de fósil. Hasta
despacio hay que decir esas palabras, pero ese
fósil sigue siendo el más leído del mundo aún
por los economistas de la burguesía.
Marx vive y lucha, puede reverse, puede
actualizarse, pero el elemento de la lucha de
clases es un elemento fundamental, claro que
se va a polarizar, pero si no hay una cabeza
política con conducción unitaria que respete la
unidad aun en la diversidad, podemos caer en
un fracaso terrible.
Gustavo González es Secretario General de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM).
Este artículo en una desgrabación de su intervención en la 3ª actividad de la Preconferencia del PVP, “La resistencia y sus actores”,
participaron Mariana Achugar, Ángel Amestoy, Gustavo González y Soledad González, 24 de junio de 2020.