TIENEN DERECHO Aunque se equivocan…
Publicado el 22/10/14 a las 6:45 pm
Han aparecido voces que expresan disconformidad, malestar y oposición a las propuestas del Frente Amplio.
Asimismo plantean como opción el votar en blanco o anulado y esgrimen una serie de razones que los llevan a esa conclusión.
Podemos compartir el sentido de la crítica en relación a aspectos que hacen a los errores que nuestra gestión puede tener como toda obra y compromiso humano. No compartimos dicha crítica cuando hace a cuestiones que han posibilitado un cambio profundo en el desarrollo del país y su gente con las limitaciones propias del sistema capitalista dentro del cual al Frente Amplio le toca administrar el Estado.
Se argumenta que el no tener mayorías Parlamentarias no es un hecho decisivo, como si las normas que rigen nuestra vida cotidiana no dependen de quién tiene el poder del Voto para decidir.
Se argumenta que el poder del gran Capital y sus empresas imponen las reglas de juego que el Frente Amplio contempla mansamente. Que el gasto social, no es gasto social sino Asistencialismo puro y duro y varias cosas más.
En fin sería largo de analizar pero en definitiva lo que está en cuestión es si el Frente Amplio puede contar con mayorías parlamentarias o si la derecha pura y dura logra convencer a la mayoría detrás de sus propuestas y ahí sí veremos que no es indiferente y que no todos los gatos son pardos.
Esto no implica de ninguna manera no asumir críticamente errores y debilidades, por el contrario es asumir que aún con dificultades y contradicciones aún no se ha creado una fuerza superadora del Frente Amplio. Implica decir que la expresión de las discrepancias y las opiniones divergente no necesariamente es ser “traidor” o “vendido” pero si que se comete un error político de magnitud considerable.
Debemos desarrollar un análisis y debatir fuertemente respecto a las alternativas al modelo capitalista, al modelo de desarrollo alternativo y a las condiciones que su implementación requiere del conjunto de la sociedad y de cada uno de nosotros. Pero eso implica un trabajo muy duro respecto al cambio de estructuras en las organizaciones y de cabeza en las personas, que el día 26 de octubre no vamos a resolver y ni siquiera quedará planteado, si no es con la construcción de espacios de participación.
Por lo tanto no es con una actitud prescindente o de castigo electoral que se cambiarán ciertas cosas. Pero sin duda se generarán condiciones para que la derecha pura y dura tenga un campo de acción propicio a la defensa de sus intereses.
Avanzar hacia formas de producción diferentes al Capitalismo, formas de organización social diferentes a las que conocemos requiere de tiempo, paciencia, inteligencia pero por sobre todas las cosas de ser capaces de generar una correlación de fuerzas que permita una conciencia superior para una batalla, cultural, política y social de grandes proporciones. Estos desafíos no se resuelven con la prescindencia en una instancia como esta.
Por esto entiendo que el domingo 26 de Octubre votar al Frente Amplio es una opción de IZQUIERDA que objetivamente enfrenta a la derecha conservadora aunque quieran convencer con “cantos de sirena”, buena pinta, mucha gomina y cara angelical.
Con compromiso por la unidad en la diversidad, con espíritu crítico y con propuestas de izquierda contribuyamos a el triunfo del Frente Amplio y tengamos claro que el día después no es lo mismo con una opción o con otra.