La hora de las convicciones
Publicado el 09/02/14 a las 11:45 pm
Por Alberto Couriel.
Empezamos a vivir el año electoral, con elecciones internas para junio y elecciones nacionales para octubre. El Frente Amplio se prepara para su tercer gobierno consecutivo y las encuestas ponen en duda si logrará la mayoría absoluta en el ámbito parlamentario, que requiere un poco más del 48% del total de votos emitidos.
Recordemos que para el cálculo de las bancas de legisladores se utiliza el número de votos válidos, no contándose ni los anulados ni las emisiones de votos en blanco. Si en junio la interna del FA se dinamiza y se hace una buena elección, es factible ganar en primera vuelta y, por lo tanto, mucho más realista alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento.
Para las elecciones internas del FA se presentan dos candidatos: Tabaré Vázquez, claro favorito, y Constanza Moreira. Esta es diplomada en filosofía, doctora en Ciencias Políticas, docente universitaria y fue directora del Instituto de Ciencias Políticas. Tuvo una destacada actuación como senadora en estos cuatro años de ejercicio, lo que le ubica entre las principales figuras de la necesaria renovación que requiere toda fuerza política.
Puede aportar el voto de distintos sectores frentistas descontentos con el Frente y con la propia gestión de los gobiernos frentistas. Ha defendido con mucha fuerza las propuestas aprobadas sobre derechos ciudadanos y, de esta forma, se acerca a las demandas de jóvenes y mujeres. Pero, sobre todo, es una mujer con profundas convicciones, llena de ideas renovadoras provenientes de su propia formación y de sus profundos conocimientos, dentro del programa aprobado por el congreso del Frente Amplio.
En la vida política son esenciales la ética de las convicciones y la ética de la responsabilidad. Los gobiernos frentistas han realizado una cabal demostración de atender a ambos principios. La ética de la responsabilidad es muy nítida cuando vemos la excelente imagen internacional del Uruguay. Los gobiernos del FA han mantenido e inclusive mejorado esta imagen que ya proviene de gobiernos anteriores.
En el mercado financiero internacional, Uruguay tiene todas las facilidades de colocar títulos, de recibir créditos y, en los últimos años, el país ha recibido el aporte de altos volúmenes de inversión directa extranjera. Estas llegan porque tienen altas rentabilidades, facilitadas por los altos precios internacionales de los principales productos de exportación. Pero también porque encuentran la seguridad y las reglas de juego claras para invertir en el país. La ética de la responsabilidad siempre ha estado presente en estos últimos 9 años.
La ética de las convicciones surge claramente en la política laboral y salarial que ha permitido una mejora del salario real superior al 40%. Lo mismo surge de la política fiscal, con un incremento del gasto social de 5 puntos del PBI, que ha permitido descensos significativos en la pobreza y la indigencia. Respetando la ética de la responsabilidad, la candidatura de Constanza Moreira abre una nueva ruta para profundizar la ética de las convicciones. Por eso es que entendemos que es la hora de las convicciones y de los principios de la izquierda.
Por un lado, la necesidad de avanzar y profundizar en materia de igualdad, garantizando los principios democráticos. Por otro lado, la imperiosa necesidad de la unidad latinoamericana para negociar en las mejores condiciones posibles los futuros acuerdos internacionales, cuando surgen en el horizonte algunas informaciones negativas. Avanzar hacia la igualdad significa seguir profundizando la igualdad étnica, que en el caso uruguayo significa apoyos relevantes a la comunidad afrodescendiente, para sacarla de la pobreza, para que mejoren sus niveles educativos y logren empleos decentes.
Avanzar en igualdad significa atender las desigualdades generacionales, con los problemas de los jóvenes en materia de adicción a las drogas y al alcohol, para que alcancen los más altos niveles educativos posibles, enfrentando la repetición y deserción, especialmente en Secundaria, para que se logre la universalización de la enseñanza media y la generalización de la Terciaria, para que esto les permita a los jóvenes una calificación adecuada para obtener empleos decentes, dignos y bien remunerados.
Avanzar en igualdad significa profundizar la equidad de género para lo cual Constanza es una de las más relevantes representantes que les permita a las mujeres un mayor empoderamiento y un mayor acceso también a los cargos que otorgan poder. Para la izquierda clásica, la igualdad pasa por una mejora en la distribución de la riqueza y los ingresos. Ello requiere seguir avanzando en materia de empleo, con programas que atiendan una oferta más calificada y una demanda que permita el descenso del desempleo abierto, la baja significativa de la informalidad, del subempleo y de la precariedad.
Ello junto a una política ya iniciada por los gobiernos del FA que atienda una mayor equidad en las relaciones capital trabajo, que le ha mejorado sustantivamente el poder de negociación de los trabajadores sindicalizados. Mejoras en el empleo y en los salarios son componentes relevantes de la igualdad. El otro componente central para la mejora en la distribución del ingreso deriva de la política fiscal y especialmente del gasto social, para las necesarias mejoras en materia de educación, de salud y de vivienda. Pero ello significa prudentes aumentos de la presión fiscal, como lo acaba de proponer Bachelet en su campaña electoral en Chile.
Significa también que las rentas de capital paguen como las rentas del trabajo, que las grandes empresas aporten fiscalmente para atender las necesidades de los más desprotegidos. Hay que avanzar en el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, pero también hay que avanzar en el cobro de impuesto a la renta de las grandes empresas, a veces modificando las deducciones, a veces aumentando las tasas, a veces cambiando las elevadas exoneraciones que hoy reciben.
En este tema de la igualdad, para la izquierda clásica no se puede soslayar el tema de la concentración de la propiedad, elemento central de la distribución de la riqueza y los ingresos, en una etapa histórica donde el Estado juega en la programación, en la regulación, en los controles, pero tiene menor participación como productor directo de bienes, salvo los sectores considerados estratégicos. Aquí surgen nuevas formas de propiedad social, pero también son necesarias contrapartidas y aportes fiscales de los grandes emprendimientos, como resulta de las negociaciones en la minería de gran porte. Estos son algunos ejemplos que la candidatura de Constanza puede aportar para avanzar en materia de igualdad.
En el plano internacional, la convicción central pasa por la unidad, la cooperación y la integración regional, imprescindible para la construcción del futuro desarrollo y para ganar poder de negociación frente al mundo desarrollado. La competencia comercial entre EEUU y China trae novedades. EEUU en sus acuerdos transpacíficos busca que las empresas públicas y del Estado actúen en igualdad de condiciones con las empresas privadas. Es decir que los estados nacionales no podrían otorgar ningún tipo de privilegios a sus empresas del Estado o públicas.
En los acuerdos de EEUU y la Unión Europea se intenta privilegiar el accionar de las empresas transnacionales para que no puedan ser afectadas por políticas, impositivas o laborales en sus mercados de destino. Parecería que se intenta volver al fracasado acuerdo multilateral de inversiones de 1997, que le facilitaba a las transnacionales a usar el arbitraje internacional para cualquier diferencia con las medidas de política económica de los estados nacionales. En la actualidad se discute un acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, en un contexto de pérdidas de ventajas arancelarias a partir del primero de enero de 2014 para los países del Mercosur.
Se habla de listas de productos, pero no sabemos si se incluirá el tema de los subsidios a las exportaciones agrícolas que aplican los europeos, de qué forma se van a resolver temas como las compras del Estado, las inversiones, la propiedad intelectual, las normas de competencia y los servicios, que generalmente benefician a los países más poderosos, a los más desarrollados.
Por todos estos temas es que se vuelve imprescindible que los países de la región se unan, para ganar espacios de poder de negociación, porque individualmente las chances son cada vez más dificultosas. Esta unidad no es sencilla, pero nuestra convicción es que es indispensable. En el 43 aniversario del Frente Amplio estamos acompañando la candidatura de Constanza Moreira en el clima de mayor unidad y fraternidad posible, factor emblemático de nuestra izquierda y de nuestro Frente Amplio.
Tomado de LA REPÚBLICA, 5/2/14, http://www.republica.com.uy/la-hora-de-las-convicciones/
