Estados inciertos. Libertad de acción y voto en blanco.

Publicado el 22/05/12 a las 12:19 am

Por Marcos Rey.

La elección de las autoridades del FA se ha centrado en la incierta y a menudo fría competencia de los cuatro candidatos nacionales. Sin embargo, para muchos frenteamplistas la incertidumbre no pasa por los candidatos sino por la cantidad de votantes que acudan a la elección (y su efecto simbólico), por la reconfiguración del Plenario Nacional (máximo órgano de dirección que, entre otras cosas, propondrá las candidaturas de 2014) y por la legitimidad de los cambios internos en caso de una magra votación.

Es que los «mensajes» y las «lecturas» que dispararán los resultados de las seis elecciones simultáneas irán más allá de quien ocupe la presidencia. La cantidad de votos, según algunos dirigentes, debería superar el piso que fijó la elección interna de 2006, cuando acudieron más de 220 mil frenteamplistas. Una votación menor afectaría al oficialismo y sería visto como un «plebiscito» contra el gobierno o contra la falta de renovación y participación en el FA, aseguraron las fuentes consultadas por Brecha. El voto en blanco, en ese razonamiento, sería leído como una señal de alerta o disconformidad pero de aquellos que todavía apoyan al proyecto frenteamplista, aunque sería muy difícil de «justificar» con aquellos que no acudan a votar. Además –dicen– el desafío de la nueva dirección es «titánico»: deberá zurcir los hilos internos de una estructura partidaria atrincherada en sus militantes y con los cables cortados hacia el gobierno, las organizaciones sociales, los intelectuales y los jóvenes.

Las Redes Frenteamplistas insisten en que se acuda a votar y abren todo el abanico de posibilidades –desde el voto en blanco hasta el apoyo a uno de los cuatro candidatos–, mientras algunos sectores, como el PVP o la CAP-L, dejaron en libertad de acción a sus votantes respecto de la elección de la presidencia nacional.

LIBRE ACCIÓN. Luis Puig, dirigente del PVP, explicó a Brecha que sólo presentaron listas al Plenario Nacional por «disconformidad» con el proceso de discusión de las candidaturas presidenciales y porque «no se discutieron propuestas ni ideas». Asimismo señaló que le atribuyen más importancia a la renovación del organismo de dirección partidaria que al cargo de presidente. No presentaron listas encabezadas por los dirigentes más conocidos porque «el criterio de renovación tiene que ser aplicado y no sólo declarado», explicó. Respetan el voto en blanco pero no lo alientan porque no implica propuestas y debilita a la fuerza política.

La cap-l también dejó en libertad de acción a sus votantes a nivel nacional, pero no por disconformidad sino por su ingreso reciente a la fuerza política. «No nos pareció correcto indicar a quién votar, porque hace un mes entramos al FA», señaló a Brecha el diputado Carlos Gamou, quien también desaconsejó el voto en blanco porque «nadie prohibió» la presentación de candidaturas.

No obstante, en diálogo con Brecha, el diputado Darío Pérez, de la Liga Federal Frenteamplista, tiene otra opinión. Explicó que no ensobrarán listas para presidente a nivel nacional –sólo lo harán a nivel departamental– en rechazo a la decisión del Plenario de no habilitar la candidatura a la presidencia de uno de los suyos, Sergio Mier, único representante del Interior. Aunque era un candidato «simbólico», se sintieron excluidos cuando no fue habilitado: «¿Qué hubiera pasado si no se habilitaba a Castillo, Rubio, Agazzi o Xavier? ¿Cómo se hubieran sentido los compañeros que los proponen? Los guardianes de la puerta del templo hablan de participación pero sólo habilitaron candidatos de los grandes sectores», se lamentó.

María Simon, frenteamplista independiente y ex subsecretaria de Educación, señaló a Brecha que no promueve a ninguno de los cuatro candidatos, pero tampoco hace campaña por el voto en blanco porque puede desalentar a votar. Sin embargo, considera que es un «voto legítimo de muchos militantes frenteamplistas que saben que es mejor eso que no votar. Es una expresión de disconformidad, pero también de adhesión, por eso es un voto respetable y no lo descalifico». Convoca a votar a los representantes políticos y delegados de base que más posturas «inclusivas» han demostrado, y espera que el Plenario Nacional electo realice un «gesto simbólico» e integre los lugares previstos por el estatuto para los independientes (sólo Tabaré Vázquez ocupa uno de esos seis lugares)

VOTO EN BLANCO. Apenas resuelta la presentación de las candidaturas, el voto en blanco comenzó a ser manejando por algunos frenteamplistas. Alejandro Zavala, integrante de la agrupación Ir (que resolvió dejar en libertad de acción a sus votantes), anunció que votará en blanco. Fue uno de los dirigentes jóvenes que se manejó como candidato a la presidencia del FA, pero no formalizó su postulación en el Plenario porque a último momento no contó con el apoyo necesario.

Las Redes Frenteamplistas, por su parte, emitieron una declaración en la que reconocen que las reglas de juego de esta elección no fueron «amplias» e «irrestrictas», pero igualmente convocan a votar «a cada uno de los cuatro candidatos, o en blanco, o combinando las distintas variantes que existen». Estas múltiples alternativas no fueron seguidas por las Agrupaciones 13 de Diciembre –integrantes de las redes–, que en una carta dirigida al FA fundamentan su postura favorable al voto en blanco porque «es un voto a favor del FA, de su carácter histórico, profundamente unitario y con contenido político e ideológico. No es un voto desde la rabia o la frustración. No es un voto contra cuatro excelentes compañeros. Es un voto a favor de la democracia interna sin exclusiones, a favor de recrear las condiciones de habitabilidad para que vuelvan miles de frenteamplistas no sectorizados a sentirse parte del FA».

Tomado de BRECHA, 18 de mayo de 2012.