El equilibrista II

Publicado el 03/11/09 a las 11:01 pm

Por Milton Romani Gerner (Secretariado del PVP)

Lo novedoso ahora es el equilibrio.

¡No hay como tener el poder dividido! Para ser un equilibrista, no un estadista. El Frente en el legislativo y Lacalle en el Ejecutivo. Eso no es estabilidad. Es jugar al malabar, a la mosqueta. Una aventura. Y un riesgo autoritario. ¿Donde queda el discurso de la certeza, la estabilidad, la autoridad y la seguridad que tanto pregonó la fórmula minorista? Queda en la cuerda floja de un equilibrista. De un mago «con su teléfono debajo de su cama» (la puesta en escena es del coreógrafo Penadés) que tendría que nuevamente persuadir a los inversores.

«Los grandes países tienen eso, sistemas divididos», repiten Lacalle, Bordaberry, Heber. Desde el «pacto del chinchulín» desde el 3 y 2, donde blancos y colorados se repartían el Estado, se hicieron acuerdos con la excusa de «gobernar». ¿Qué otra cosa fueron las coaliciones que ora unos, ora otras conformaron para gobernar con mayorías parlamentarias desde el 85 hasta 2004. No sólo fueron aburridas. Fueron una topadora. Guiados por un proyecto liberal que quebró en 2002. Que nunca miró a los humildes. Crisis de partidos que tiene hoy al Frente Amplio como la esperanza confiable. «Concordancia», «coincidencia», el pacto «delministerioparaelpobreTrobo» en el 99. Todo para que «no haya bloqueo». Fue el argumento para instaurar este mamarracho de balotaje.

Ahora tenemos una ventaja. No es necesario negociar entre cúpulas y mercaderes. Las mayorías las eligió directamente el pueblo. Ya laudaron. La soberanía popular fue depositada contundentemente en el Frente Amplio. Eso es lo que no pueden aceptar. Ese mandato implica que la ciudadanía confía, adhiere, quiere el programa expuesto ahora. Ya tiene prueba de evaluación: el gobierno encabezado por Tabaré.

El Partido Nacional tiene 20 puntos menos y perdió 100.000 votos porque la ciudadanía le retiró la confianza. El Partido Colorado repuntó, pero todavía sigue sancionado por el desastre nacional de 2002, que todavía dura. Se renovó con una prédica como la de De León: insistió en que colorados votan a colorados. ¿Y ahora? Ya los rifaron.

Tenemos antecedentes de gobierno equilibrista. El doctor Lacalle ya fue ministro y no dio seguridad. El mejor ministro fue el doctor Juan Andrés Ramírez, que al final tuvo un balance no muy feliz de la administración. Más bien contundente en el terreno de la ética. Claro que en ese mismo puesto se desempeñó el señor Angel Gianola. Además de tener un par de muertos en su conciencia: algunas investigaciones de prensa lo habían vinculado con Ariadna SRL, razón social del Cambio Dyana, vinculado al Cambio Italia de Punta del Este. Empresas vinculadas en el delito de lavado de dinero, 500 millones de dólares. Por este caso fue extraditado a Estados Unidos el argentino Raúl Vivas en 1989. El señor vivía en Punta del Este, con buenas relaciones comerciales.

En 2000 fue separado el inspector Roberto Rivero de su cargo de director nacional de Policía, con intervención de ministros, vicepresidente y el propio señor Jorge Batlle. No puede decirse que el Partido Nacional no tuvo nada que ver. El Frente Amplio impulso una comisión investigadora para saber cuáles eran los motivos y las mayorías parlamentarias enyesadas y abusivas lo impidieron. Equilibristas.

El otro argumento es que ahora no se trata de programas. Son «modalidades». La propuesta de Lacalle sobre Sociedades Anónimas «para lo que sea» no ha sido respondida. Entreveraron la baraja y dicen que deroguemos todas las sociedades. No. Lo que pedimos es manifestarse explícitamente contra unas en particular: las Sociedades Anónimas Financieras de Inversión. Las que fueron especialidad de la casa en el estudio del ex ministro De Posadas. Que se podían armar con un director y dos accionistas, que eran imposibles de rastrear, no aportaban nada al fisco y operaban en el exterior…. Hablamos de esas. Como el poeta, aspiramos que digan de «aquellas cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día… ésas… ¡no volverán!». Compromiso explícito de lucha contra el narcotráfico y el lavado.

¡Después de 17 años, con tres militares uruguayos procesados en Chile, se acusa a uno de ellos de ser el ejecutor sumario de Eugenio Berríos! Un jefe de Policía de Canelones en 1992 fue hasta la comisaría y se llevó con vida al chileno que estaba secuestrado en Uruguay sin que nadie supiera nada. El general Rebollo y todos los comandantes se negaron a tomar medidas disciplinarias. El ministro de Defensa y el de Interior pasaron un papelón en el Parlamento. Se mostró una foto enviada por el entonces embajador uruguayo en Roma, Julio César Lupinacci (de triste fama), que «mostraba» que Berríos estaba allá gozando de unas vacaciones. Fue descubierto su cuerpo en El Pinar. En materia de autoridad, mando y obediencia, creo que este gobierno con 9 toneladas y media incautadas, 30 organizaciones desarticuladas, creación de juzgados especializados y Secretaría Antilavado, con más de 3.000 procesados por drogas, es un mentis rotundo a que se trata de «modalidades».

Hay una tentación autoritaria: insinuar un gobierno por decreto. Equilibrista con salto al vacío. Ya lo vivió este país. Antesala de la dictadura. Por ese solo hecho y ese riesgo el doctor Lacalle tendría que tener un renunciamiento patriótico. Pero no. Se insiste en el argumento: es malo, abusivo y antidemocrático que haya mayorías parlamentarias. Insólito.

José Mujica y Danilo Astori son la fórmula que representa al Frente Amplio y su proyecto nacional. Pero además avalado por un excelente gobierno conducido por Tabaré. Somos creíbles. Hemos gestionado con eficiencia y responsabilidad. No somos malabaristas, ni improvisados. Somos la esperanza postergada de los humildes y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. De los batllistas descorazonados. De los wilsonistas traicionados. Que por lealtad, honestidad con su familia y coherencia votaron siempre la tradición. Ahora no. No quieren ni aventura ni equilibristas. Gobierno honrado y país de primera. Eso es lo que quieren.

Tomado de La República, 3/11/2009.