«Unicos beneficiados con el proyecto de Caja Bancaria son los trabajadores»

Publicado el 12/10/08 a las 12:00 am

El presidente de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias (CJPB), Leomar Pastorino, dijo que los «únicos beneficiados en el corto plazo» por el proyecto de ley de reforma de la institución son, precisamente, los trabajadores que se oponen a ser incorporados al nuevo régimen.

«Nadie puede pensar en este país que el Poder Ejecutivo, AEBU o la Caja Bancaria, pueden llevar adelante un proyecto que perjudique a un grupo de trabajadores», enfatizó el presidente de la CJPB.

­-¿Cuál es la situación actual de la Caja Bancaria?

­-Desde el punto de vista financiero tiene grandes dificultades que se arrastran desde hace varios lustros, por no haber sido atendidos sus reclamos en tiempo y forma por los gobiernos anteriores. Por eso vemos con muy buen agrado que en estos momentos el Parlamento esté discutiendo este proyecto de ley, ya que por fin este Poder Ejecutivo ha presentado una iniciativa para encontrarle una salida a este tema. Ya en la década del 60 había estudios actuariales de nuestra administración, que indicaban que a fines del siglo la Caja iba a tener problemas. Las reformas debieron haberse realizado en la década del 70, pero vino la dictadura.

Una vez recuperada la administración el 14 de febrero de 1985, la Caja le presentó al Poder Ejecutivo en 1987 el primer proyecto de reforma, pero el ministro Hugo Fernández Faingold no solo lo encajonó, sino que además opinaba que había 2 mil bancarios de más en el país. Se vuelve a elevar un proyecto en 1992, durante la administración del doctor Lacalle, que fue el único que en los últimos 30 años atendió parcialmente los reclamos de la Caja Bancaria. Ese texto tenía cambios en el campo afiliatorio y algunas otras medidas, aunque no fueron suficientes.

En 1994 se obtuvieron algunas modificaciones y en 2001 el Consejo Honorario de la Caja logra, sin votos en contra, elevar un proyecto al gobierno del doctor Jorge Batlle, en el que se tocaban todos los aspectos del actual proyecto. Es decir, relativo al campo afiliatorio, reforma paramétrica ­peores condiciones para los nuevos jubilados, hay que decirlo directamente­ un sacrificio de los jubilados al fondo jubilatorio, entre otros aspectos.

­-¿La Caja Bancaria está quebrada?

­Estamos bastante asombrados por ese calificativo utilizado en una campaña publicitaria de las empresas, a nombre de los trabajadores.

Ese término no corresponde cuando se trata de un organismo de seguridad social; sería correcto para una actividad comercial. Pero para una institución que garantiza derechos fundamentales como la seguridad social, garantizados por la Constitución de la República, no podemos hablar en esos términos.

­-¿Por qué hay sectores que se oponen a este proyecto?

­Las empresas siempre se han opuesto a la ampliación del campo afiliatorio. Eso quedó demostrado en 2007, cuando la nueva Asociación de Bancos Privados del Uruguay, con Julio De Brum a la cabeza, presentó por su lado un proyecto al Poder Ejecutivo, en el que planteaba una capitalización individual del tipo de las AFAP. Por esa razón, hoy las empresas se están oponiendo a través de sus operadores políticos, que es un grupo de trabajadores, porque en realidad se están oponiendo al régimen de solidaridad que la Caja representa. La Caja es testigo de que un régimen de solidaridad intergeneracional es posible, siendo estrictos en la gestión de los recursos, sin misterios, simplemente aplicando la ley, lo que lamentablemente no ha pasado en los regímenes generales de seguridad social, llevando al desastre actual de la seguridad social a partir de la década del 50 y que recién comenzó a cambiar desde que están los representantes sociales en el BPS y ni que hablar desde que asumió este gobierno.

-­¿Cuál es el déficit concreto de la Caja actualmente?

­-En el ejercicio 2007 cerramos con 40 millones de dólares de déficit y para este año está previsto un incremento, en la medida que estamos echando mano a las reservas. De no aprobarse este proyecto, entraríamos en dificultades a mediados de 2009, no pudiendo cumplir con el pago de las pasividades.

-­¿Este proyecto es la solución definitiva para la Caja Bancaria?

­-Sí, efectivamente. La Caja institucionalmente no trabajó en este proyecto, sino que proporcionó todos los insumos necesarios al Poder Ejecutivo, que además ratificó los datos que les proporcionamos nosotros con un trabajo hecho en 2006 por la Facultad de Ciencias Económicas, además de los insumos que recibió del BPS, del Banco Central y otros servicios. Ha sido un trabajoso camino de conversaciones y negociaciones con los empleados bancarios, los bancos privados y cámaras empresariales, para llegar a este proyecto que entendemos que es bueno y que permite proyectar a la Caja Bancaria para los próximos 30 o 40 años.

-­Detiene el déficit y permite revertir la situación.

­-Exactamente, y no con poco sacrificio, porque por ejemplo los jubilados ya venimos devolviendo dinero al fondo jubilatorio desde octubre de 2004, concretamente una pasividad de cada doce por año, pero sin este impuesto la Caja hubiera ingresado en cesación de pagos desde el ejercicio anterior. También hay un aporte complementario de las empresas que se paga desde enero de 2003, después de la crisis bancaria que tuvo el mazazo del cierre de cuatro bancos y 3 mil trabajadores en la calle.

-­¿Usted calificó a estos 4.500 trabajadores de las financieras, que se oponen a ingresar a la Caja Bancaria, como operadores políticos de las empresas?

­-Sí. En primer lugar no son 4.500 trabajadores que se oponen a ingresar a la Caja Bancaria, porque según el marco jurídico vigente el representante legítimo de estos trabajadores es AEBU. Creo que los que están actuando en realidad son un grupo de operadores políticos de las empresas, no de los trabajadores, argumentando que esto es algo sorpresivo y que no han sido consultados, pero en realidad tanto las empresas como los trabajadores saben desde hace mucho tiempo que esto está planteado. En estos años han tenido todas las oportunidades de dirigirse a los poderes públicos, a AEBU o a la propia Caja Bancaria para poder informarse.

Estos reparos son legítimos, pero en definitiva a las empresas no les interesa ingresar a la Caja Bancaria, porque es un régimen solidario. En el fondo, lo que está operando es precisamente el interés de lucrar con supuestos regímenes de seguridad social como son las AFAP.

-­¿A estos trabajadores los perjudica el nuevo régimen?

­-Creo que si hay algún beneficiario en el corto plazo con este nuevo sistema son estos trabajadores que van a ingresar a la Caja Bancaria. A ellos se les rescata de un régimen de capitalización individual e ingresan a un sistema solidario. El resto de los actores que hoy estamos aportando, todos vamos a pagar un precio por esto. Los jubilados, los futuros jubilados actualmente afiliados y las empresas actualmente afiliadas van a tener que pagar un precio por esta salida, por no haber sido atendidos en tiempo y forma por los gobiernos anteriores. Los únicos que se van a ver beneficiados, porque se les va a cobrar lo mismo, son los trabajadores que ingresan ahora.

Además, a los trabajadores de esas empresas que en los próximos cinco años adquieran causal jubilatoria, se les va a dar la opción de la Caja Bancaria o permanecer en el régimen que están. Pero esto sucede todos los días, con trabajadores que están en un régimen general e ingresan a un banco y cambian de sistema o viceversa, no hay ninguna situación traumática.

Confianza en rápida aprobación del texto

El presidente de la Caja Bancaria, Leomar Pastorino expresó su «confianza» en la aprobación parlamentaria del proyecto, ya que el mismo «es bueno».

«Comprendo a los representantes nacionales, embretados por los plazos, ya que en este caso deben aprobar el texto antes del 25 de octubre, y porque además tienen que ser cuidadosos en el análisis de todos los proyectos. Pero debemos reconocerle a los representantes nacionales el esfuerzo que están haciendo, porque sabemos que están trabajando a full en este tema, atendiendo también las objeciones», explicó.

«En este sentido, vemos con beneplácito la creación de esta comisión de seguimiento que le dará garantías al grupo de trabajadores que se oponen. Pero nadie puede pensar en este país que el Poder Ejecutivo, AEBU o la Caja Bancaria, puedan llevar adelante un proyecto que perjudique a un grupo de trabajadores», aseguró Pastorino.

Tomado de La República, 9/10/08.