La crisis del capitalismo y la izquierda
Publicado el 23/09/08 a las 12:00 am
Escribe: Emir Sader
Con la nueva crisis del capitalismo, al estilo de la de 1929, las tesis del capitalismo de casino se confirman, el Estado norteamericano se contradice una vez más e interviene pesadamente, demostrando que su confianza en el mercado no era tan grande como su propaganda exhibía. El capitalismo muestra sus vísceras y las tesis de la izquierda critica – keynesiana o anticapitalista – al neoliberalismo parecen ser acertadas. Y los izquierdistas nos reímos al ver confirmadas nuestras tesis sobre el carácter antisocial y tal vez terminal del capitalismo, nos restregamos las manos ansiosos por las consecuencias sociales y políticas de la crisis.
¿Debemos hacer eso? ¿O tal vez debiésemos preguntarnos cuan preparados estamos para enfrentar esta nueva crisis con alternativas de izquierda? No solo debemos preguntarnos si podemos enfrentar la crisis con teorías sino con fuerza social, política, ideológica, como para en tiempos de crisis disputar la hegemonía. Deberíamos preguntarnos si las medidas que los gobiernos tomarán significarán más sufrimiento para los pueblos, más desesperación, abandono, desempleo, informalidad, sin que puedan ver que hay otras alternativas.
Si nos limitamos a actuar como intelectuales críticos al capitalismo, entonces, la crisis es para nosotros un gran banquete. Podemos regocijarnos y recrear todos los días y semanas nuevos textos que prevén – “como ya lo habíamos escrito” – el fin del capitalismo para dentro de poco tiempo.
Pero los augurios catastróficos se equivocan a menudo. En los años 30, la Internacional Comunista se adhirió a las tesis del Economista Emilio Vargas, que retomaba las tesis de Lenin para diagnosticar que la crisis de 1929 llevaba al capitalismo –finalmente- a su desaparición. Sin embargo, en cuanto el New Deal rescató al capitalismo de sí mismo, fue introducida la categoría “segunda fase de la etapa final del capitalismo”. En este momento ya debemos estar por la quinta o sexta fase.
Giovanni Arrighi recuerda cómo en los años 70 la discusión no era sobre el fin del capitalismo sino cuándo, dónde y cómo terminaría el capitalismo – tema que aparentemente fue asumido hasta por los mismos teóricos del capitalismo. No obstante, como el propio Lenin nos recuerda, el capitalismo no cae ni caerá si no es derribado – como demostraron los procesos revolucionarios que terminaron con el capitalismo, temporal o definitivamente. No solo no cae por sí mismo sino que hasta demuestra capacidad de recuperación. ¿Quien diría que a patria de Lenin, aquella de la primera revolución obrera-campesina de la historia de la humanidad, vería restaurado el capitalismo, en una versión mafiosa? ¿Quien diría que los Estados Unidos, “heridos de muerte” por la crisis de 1929, liderarían el mayor y mas profundo ciclo largo expansivo del capitalismo de su historia – su “era de oro”, según Hobsbawn – en la segunda post-guerra, presionando a la URSS y derrotándola tecnológica e económicamente antes de favorecer su implosión política?
No digo esto para ser caracterizado como diseminador de visiones apologéticas del capitalismo o para alentar el desánimo sino para cumplir la saludable afirmación de Brecht, de que “debemos tomar al enemigo por su lado mas fuerte”, para no equivocarnos sobre las condiciones reales de lucha contra él, para no subestimar sus fuerzas y, sobretodo, no sobrestimar nuestras fuerzas.
Ante cada crisis que la izquierda enfrenta riéndose y restregando las manos entra y sale más derrotada aún, porque se contenta con la contemplación de los últimos días de una Pompeya capitalista que insiste en sobrevivir, gracias a la falta de alternativas de izquierda – teóricas y políticas –. De esa misma izquierda que parece creer que, finalmente, un día, no muy lejano, los pueblos del mundo se convencerán de sus tesis apocalípticas, sin haberlas construido como fuerza económica, social, política e ideológica.
Por el momento, como decía Marx de la pequeña burguesía , parece que el pueblo todavía no está maduro para entender las tesis de una izquierda que se contenta consigo misma, con nuestras maravillosas tesis que nos dicen que a largo, medio o corto plazo, inevitablemente, la historia revelará que camina para el socialismo.
Poco habremos aprendido de los virajes – revolucionarios y contrarrevolucionarios – del siglo XX, si seguimos esperando ver pasar el cadáver de nuestro enemigo en lugar de preparar meticulosamente la realización de nuestros sueños y de nuestras utopías, como recomendaba el realismo revolucionario de Lenin.
Tomado de www.rebelion.org, 21/9/08.
José Luis Perera
Sep 29th, 2008
Exelente el artículo de Emir Sader. Me alegra además porque coincide esencialmente con mi último artículo en la contratapa de EL POPULAR, en donde planteo que «La crisis actual nos está señalando claramente que, para salir de esta fase decisiva que sacude al capitalismo, habrá que tomar medidas diferentes y drásticas, que vayan contra la esencia misma del sistema, antes de que el mundo se sumerja en la barbarie. Hablamos de medidas que tienen que ver con el control del capital financiero especulativo, de una redefinición del papel del Estado, de medidas concretas de redistribución y de un papel preponderante de la integración regional». Y más adelante agregaba que «El pasaje que se viene dando desde una economía productiva a una esencialmente especulativa nos ha sumergido en un profundo deterioro social e institucional que no hace otra cosa que favorecer a los capitales más concentrados. Por lo tanto, de lo que se trata es de modificar radicalmente las relaciones de producción capitalistas, de generar formas de distribución del ingreso y de reducir las desigualdades». Muy buena la página compañeros, sigan adelante
Guillermo
Sep 29th, 2008
Excelente analisis; para pensary MUCHO