Genocidio
Publicado el 03/09/25 a las 7:44 pm
Por Ángel Vera
“Ahora ve y ataca a Amalec, y consagra su destrucción, a él y a todo lo que tiene; no le tengas piedad, y mata el hombre y la mujer, el niño y el lactante, el buey y la oveja, el camello y el asno.” (Samuel 15:3).
Benjamín Netanyahu citó este pasaje bíblico después del ataque de Hamas del 7 de octrubre de 2023 (7-O). Los palestinos son estigmatizados como “Amalec”, el enemigo, el mal absoluto. Literalmente el versículo describe los actuales crímenes de Israel en Gaza y Cisjordania. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no sólo segan vidas y devastan todo, también bloquean los recursos vitales.
Ante la barbarie, los más obsecuentes, hablan de “derecho de defensa” y de “Occidente”. Otros intentan sentarse entre dos sillas. El gobierno uruguayo ya no puede permitirse esta postura incómoda. Nos resulta insoportable el silencio vergonzoso cuando una palabra muerde.
- El conflicto palestino-israelí es esencialmente geopolítico y está cubierto de manipulaciones religiosas. Sus causas históricas se remontan a los procesos coloniales impulsados por potencias imperiales y por la imposición del proyecto nacionalista judío nacido a fines del siglo XIX.
- Desde 1948 Israel ha ido expandiendo su control territorial. Su política configuró un proceso sostenido de segregación y limpieza étnica. En paz o en guerra hay una clara orientación estratégica.
- El sionismo incluyó múltiples vertientes ideológicas. Sin embargo, de hecho, ha tendido a constituirse en la razón del despojo, la ocupación, la colonización, la anexión territorial y la expansión de las fronteras de Israel. Hoy, particularmente después del ataque del 7-O, pesa el sionismo religioso, una corriente política extremista, racista, de expulsión y exterminio.
- El régimen de Netanyahu actúa en consonancia con los intereses geopolíticos estadounidenses y del sistema imperial. Se alimenta del conflicto y las agresiones contra el Líbano, Siria, Irak e Irán.
- La impunidad de Israel tiene la complicidad de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania, que proveen respaldo político, militar y diplomático. En estos días, Francia, Reino Unido y Canadá han señalado la intención de reconocer el Estado Palestino. Pero los hechos consumados sobre el terreno tienden a aplastar las declaraciones.
- La ONU parece inoperante, irrelevante, incapaz de restablecer la paz y la seguridad internacional. No ha logrado la protección efectiva de la población palestina. No obstante, la Corte Penal Internacional analiza la “solución final” israelí bajo las figuras de genocidio, apartheid y crímenes de lesa humanidad.
- La solución al conflicto exige desmantelar la ocupación, imponiendo sanciones efectivas y reconociendo el carácter colonial y genocida del régimen israelí.
En conclusión, detener el genocidio palestino pasa también por la movilización popular a escala mundial.
Cerro de Montevideo, 10/8/25.