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Partido por la Victoria del Pueblo ¡Arriba los que luchan!

Quiénes somos

Bienvenidos

Esta página busca resolver uno de los aspectos centrales de toda organización política: la difusión pública de su pensamiento y de sus debates, de las líneas de acción que impulsa y de los rasgos teóricos e ideológicos que la identifican en el vasto escenario nacional y latinoamericano.

La aparición de esta propuesta de comunicación coincide con un período a la vez fermental y contenido en la vida política de Uruguay, cuando se hace patente el agotamiento de las propuestas conservadoras y neoliberales y parece abrirse para el país un período nuevo, signado por los cambios de contenido popular, democrático y antiimperialista.

Un momento también rico en alternativas de cambio en la región, particularmente en Venezuela, Brasil, Argentina donde se ensayan, desde diferentes visiones, propuestas destinadas a revertir el destino de sometimiento y miseria que el orden económico y político internacional pretende asignarle a nuestra América Latina.

Estamos procurando incorporarnos a las formidables posibilidades de democratización de las comunicaciones que abre Internet, instrumento que con costos relativamente bajos permite la difusión de noticias y la elaboración de opiniones. Creemos, como se ha dicho, que "Las computadoras inauguran nuevas formas de ciudadanía".
El crecimiento vertiginoso del número de personas que acceden a la red y el rápido entrelazamiento de los vínculos entre ellas ha sido un factor de enorme importancia en muchas de las más importantes movilizaciones en el plano internacional, especialmente contra la guerra de agresión a Irak, o contra los aspectos más negativos y devastadores de la globalización capitalista.

Después de muchos años de acción política en el PVP, como editores de toda clase de periódicos, libros, folletos y volantes, somos concientes que un sitio en la red no sustituye a la palabra impresa, al periódico tradicional ni a las demás formas de comunicación masiva y no abandonaremos nuestro esfuerzo por estar presente en ellas.
En tanto, sentimos la necesidad urgente de hacer conocer nuestras opiniones acerca de los procesos de discusión y elaboración política y programática en el seno de la izquierda, acerca del mantenimiento de la lucha en defensa del patrimonio nacional, por la profundización de la democracia y contra la impunidad,  en defensa de los derechos sindicales, el empleo y los salarios de los trabajadores. Es decir el conjunto complejo de cuestiones que constituyen nuestra agenda nacional y latinoamericana y que debemos abordar porque los tiempos políticos se aceleran en todas partes.

Entre muchos otros atributos, el sistema de Internet permite la constitución rápida del diálogo, el intercambio de opiniones y el desarrollo de la crítica. A esas formas de comunicación los estamos invitando.

Quienes somos y en qué estamos

El PVP se fundó en Buenos Aires en julio de 1975. La casa en que se realizó el congreso fue dinamitada por la represión en 1976. Antes que transcurrieran 18 meses de la fundación del partido, toda la dirección menos uno y buena parte de los participantes como delegados fueron secuestrados y se encuentran desaparecidos.

La nueva organización se conformó a través de un congreso que en su etapa final insumió desde el 18 de noviembre de 1974 hasta julio de 1975. Culminaba un proceso de estudio y debates tras las enseñas del socialismo y la libertad iniciado en los sesenta y que se desarrolló junto con el crecimiento de las luchas obreras, estudiantiles y revolucionarias, en Uruguay y en toda América Latina.

Hoy como entonces nos seguimos definiendo como una organización anticapitalista y antiautoritaria, de lucha por el socialismo. Constituimos un esfuerzo de construcción de una herramienta revolucionaria que -no sin arduos trabajos y algunas vacilaciones- ha procurado desarrollar su pensamiento a partir de nuestra experiencia  uruguaya y de los imprescindibles aportes del marxismo crítico. El que está contenido en los clásicos y en los que siguieron desarrollando esa praxis, tanto en Europa como en América Latina.

Antecedentes. En 1956 se había fundado la Federación Anarquista Uruguaya que recogía el aporte de esa tradición ideológica y cultural a las luchas obreras y populares desde principios del siglo veinte. Los elementos aportados por la inmigración anarquista y anarco sindicalista italiana, gallega y catalana eran importantes y los siguieron siendo luego, cuando la guerra civil española y la lucha contra el fascismo y el nazismo en la Segunda Guerra.
Cuando, a partir de 1959-60, se empezó a conocer en A. Latina las características de la revolución cubana, la mayoría de los militantes de la FAU simpatizó con el proceso iniciado. Esta simpatía se transformó en apoyo decidido a medida que la revolución fue mostrando sus rasgos propios y se difundieron, entre otros, los trabajos del Ernesto Ché Guevara sobre el Socialismo y el Hombre en Cuba, su pensamiento innovador y sus concepciones antiburocráticas.

Estrategia. A partir de esos años iniciamos el desarrollo de una visión propia de nuestro camino hacia una sociedad más justa, más libre y menos alienada. El diseño, digamos, de una estrategia. La revolución social, pensábamos, estaba en la orden del día en buena parte de América Latina. También aquí. Quería decir, veíamos, una acción de masas, obrera, popular expresada en sindicatos, gremios estudiantiles, fábricas ocupadas y resistencias a la opresión, acciones solidarias con las luchas. Y también aprontarse para una insurrección armada, con soportes específicos, con empuje y fuerza para alcanzar la victoria del pueblo. Raúl Cariboni hablaba por entonces de la larga marcha hacia el poder del pueblo. Y se impulsó la acción de la OPR, Organización Popular Revolucionaria en el marco de esa marcha.

Ni antes ni en ese momento ni después hemos sostenido que nosotros éramos la “única vanguardia” ni el “Partido de la Revolución” orientado por una “teoría científica” de la que nos declarábamos los únicos embotelladores autorizados.

La unidad sindical. A lo largo de la década de los sesenta la situación en el país se deterioró sostenidamente. Las luchas obreras y estudiantiles se hicieron más duras y más sangrientas. Los compañeros que trabajaban en los sindicatos, contrariando la extendida idea de mantener la división sindical de acuerdo a las concepciones políticas predominantes en cada gremio, aportaron decididamente en la construcción de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), en la que actuaban militantes del Partido Comunista, socialistas, cristianos, marxistas independientes como Héctor Rodríguez y sindicalistas sin definiciones político partidaria.

La ROE. Con la radicalización de las luchas afloraron las diferencias entre las distintas tendencias que actuaban en el movimiento obrero. En 1968 impulsamos la fundación de la Resistencia Obrero-Estudiantil (ROE) desde donde, junto con compañeros que simpatizaban o militaban en los GAU o el MLN, hicimos nuestros aportes a la lucha de resistencia contra el despotismo creciente que se instalaba en las estructuras políticas e ideológicas del país.

Dictadura y represión. Desde junio de 1973, con la dictadura cívico-militar se había implantado en Uruguay un régimen de terrorismo de Estado. Muchos militantes, hombres y mujeres, habían sido detenidos y se encontraban presos en el Penal de Libertad o en Punta de Rieles. Miles se exiliaron en la Argentina. Entre esos miles, unos cientos participaron de las asambleas y debates preparatorios del Congreso fundacional realizado en Buenos Aires.

La fundación. El congreso culminó con el nombramiento de una dirección integrada por Gerardo Gatti y León Duarte,  y ellos fueron encargados de elegir al resto de la dirección ejecutiva. De esa dirección inicial solo Mauricio Gatti sobrevivió a la represión de 1976. Los demás compañeros, junto con buena parte de los participantes en el Congreso, fueron apresados por la acción conjunta de las fuerzas de represión argentinas y uruguayas, de acuerdo a los convenios suscritos con el Plan Cóndor y se encuentran desde 1976 y 1977 desaparecidos: Gerardo Gatti, León Duarte, Gustavo Inzaurralde, Alberto Mechoso, Elena Quinteros, Jorge Zaffaroni junto con una treintena de compañeros. Varios niños fueron secuestrados y solo años después y como resultado de infinitas denuncias, demandas y búsquedas se les devolvió su verdadera identidad. Como otro resultado de la represión, cientos de militantes y simpatizantes del PVP se vieron obligados a refugiarse en Europa o en otros países de América Latina.

Conferencia. El PVP logró sobrevivir y en 1977 celebró una conferencia en Francia donde se realizó un balance de lo actuado y se desarrolló una autocrítica teórica, base de algunos de los errores cometidos. A partir de ahí se propuso retomar las tareas de resistencia y denuncia que la represión había interrumpido en 1976. (Los aspectos principales de estos textos fueron publicados en 1979 por la Editorial CONOSUR de Madrid y por la Editorial Compañero de Montevideo, en 1992.)

Reimplantación. Desde 1978, el PVP se esforzó por desarrollar su presencia entre los trabajadores y los grupos más activos del pueblo uruguayo. Se instalaron núcleos de trabajo en Brasil y desde allí se procuró desarrollar una labor clandestina de denuncia de la dictadura y de reorganización. En noviembre de 1978, otra vez en el marco del Plan Cóndor, dos militantes del PVP, Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez Díaz fueron secuestrados, junto con los dos hijos de Lilián, de sus domicilios en la ciudad de Porto Alegre.

Unidad política y sindical. Pese a esa acción represiva coordinada, la lucha dentro y fuera de Uruguay se siguió desarrollando. Y también los procesos de desarrollo político. A principios de la década del ochenta, el PVP ingresó al Frente Amplio.

Desde dentro y desde fuera del país se colaboró intensamente en el proceso de reorganización del movimiento sindical a través del Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT).

Impulsamos la denuncia internacional de los crímenes de la dictadura y Tota Quinteros, fue un símbolo de la presencia de los testimonios y las denuncias contra la dictadura en los foros internacionales.

En el período que se abrió con repliegue de los militares nuestra implantación en Uruguay se amplió tanto en el campo sindical como político. En este terreno se hizo dentro del FA y en alianza con otros sectores de izquierda que buscaban su camino propio a través de la IDI (Izquierda Democrática Independiente). En las elecciones de 1984 el PVP estaba proscrito, muchos de sus militantes y dirigentes presos o en el exilio. Los que estaban dentro del país participaron en todas las campañas políticas y electorales de ese período.

La lucha por verdad y justicia. En 1985 se fue completando la salida de los presos políticos y el regreso de los exiliados. El régimen procuró un retroceso ordenado, con impunidad. Como PVP rechazamos la Ley de Caducidad de 1986 y estuvimos entre los que impulsaron la recolección de firmas y la realización de un plebiscito contra la Ley de Impunidad.
Como pudimos y desde nuestra posición como marxistas críticos, luchamos contra la ofensiva ideológica de la derecha en todos los terrenos y contra los que se esforzaron por romper la unidad del FA y del sindicalismo clasista uruguayo.

Representación parlamentaria. En 1989 nos aliamos al MLN y otros grupos independientes para la conformación del MPP. Las elecciones internas dentro de ese movimiento y luego las nacionales de noviembre de 1989 llevaron a un compañero del PVP, (H. Cores) a un cargo de representación parlamentaria. En ese período, existían diferencias importantes entre el PVP y el MLN, entre otras, en materia de política de alianzas. En 1994 el PVP se separó del MPP y el compañero que ejercía la representación devolvió la banca parlamentaria al lema, renunció. La actuación parlamentaria permitió exponer ante el Parlamento la verdad de los hecho y nuestra posición con relación a la desaparición de la Bandera de los 33. También se hicieron denuncias interesantes como la complicidad del Sr. Ignacio de Posadas Montero con los robos de Collor de Mello, entonces presidente del Brasil. También hubo cierta participación del parlamentario del PVP en las denuncias sobre el llamado Archivo del Terror en Asunción del Paraguay, donde se hallaron documentos sobre Gustavo Inzaurralde y Nelson Santana, dos desaparecidos uruguayos. En ese archivo fueron hallados también los documentos de los ejércitos del Cono Sur que se podrían definir como las actas fundacionales del Plan Cóndor.

Diferencias Cuando hacia fines de año 1994 se planteó la posibilidad de una alianza más amplia que el FA, surgió la posibilidad de la formación de un Encuentro Progresista con Rodolfo Nin Novoa y los compañeros del PDC.

Las discrepancias del PVP con el MPP, liderado por los compañeros Helios Sarthou, Jorge Zabalza, José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro quedaron de manifiesto en el congreso del MPP de 1994 y en el congreso del Frente unos meses después. Este congreso tenía que decidir acerca de las propuestas de una alianza más amplia. Los compañeros del MPP exigieron mayorías especiales que no se alcanzaban en el congreso y el acuerdo no se pudo concretar. Después de un trabajoso trámite que insumió alrededor de un mes, en setiembre (¿agosto?) de 1994 se aceptó la conformación del Encuentro Progresista y la alianza con Nin.

A partir de 1999 nos incorporamos al esfuerzo de construcción de la Unión Frenteamplista, con una interesante implantación en todo el país. Desde entonces hemos procurado fortalecer los vínculos con los núcleos frenteamplistas que en el interior del país buscan caminos de movilización y de acumulación de fuerzas.

En el plano internacional hemos apoyado y participado en el desarrollo del Foro de San Pablo y de todos los esfuerzos destinados a aunar opiniones entre las organizaciones políticas antiimperialistas de la región y d esfuerzos más amplios como el que culminó con la reunión del Foro Social Mundial en Porto Alegre.

Contra las privatizaciones. A lo largo de la década de los noventa desde el gobierno se acentuó la tendencia neoliberal a las privatizaciones, el intento por arrebatar todas las conquistas de los trabajadores y el pueblo uruguayo entregando las empresas públicas al capital trasnacional. Como organización política y desde nuestra inserción en el campo sindical, participamos activamente en la lucha contra ese modelo extranjerizante y antipopular.
Cuando la contienda en el campo parlamentario había sido saldada negativamente promovimos la realización de instancias de democracia directa que anularan las leyes de privatización, como ocurrió en diciembre de 1992 y en todos los esfuerzos posteriores en defensa del patrimonio.

A partir del año 1996 la lucha contra la impunidad tendió a cobrar una importancia mayor en el seno del pueblo uruguayo. Desde los ámbitos de implantación en los que militamos hemos impulsado esa lucha. Hemos apoyado resueltamente las acciones llevadas ante la Justicia que permitieron el encarcelamiento del canciller de la dictadura, Juan Carlos Blanco, cómplice del secuestro de Elena Quinteros. Del mismo modo nos situamos con relación al procesamiento del ex dictador Juan Bordaberry.

Nuestros objetivos. La lucha en la que estamos no termina con la victoria del referéndum del 7 de setiembre de 2004. Ni con la victoria electoral de las fuerzas progresistas en el 2004. Ni con el cumplimiento exitoso del programa de gobierno progresista, la reactivación económica del país y la redistribución de la riqueza.

Nuestras metas como organización política seguirán siendo la construcción de una sociedad sin explotación económica, sin dominación política y sin alienación cultural.

enero/2005

Nuestro local: Mercedes 1551, esq. Tacuarembó, Montevideo, Uruguay.  Teléfono: (02) 4020370.

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