La reacción intenta demoler el Segundo Piso de la Cuarta Transformación
Publicado el 05/06/24 a las 6:23 am
Por Ángel Vera
Comenzamos el miércoles con más del 95% de las actas computadas en las elecciones de México. Claudia Sheinbaum Pardo y la Cuarta Transformación (4T) obtuvieron casi el 60% de los votos emitidos. Sin embargo, la oligarquía no se da por vencida.
Esta victoria exultante significa, en primer lugar, un enorme reconocimiento al proyecto en curso de la 4T iniciado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018. En segundo lugar y no menos importante, demuestra la esperanza y el sólido apoyo popular que ganó el “segundo piso” de la 4T, esta vez, con Claudia Sheinbaum al frente.
La coalición triunfante se llama acertadamente “Juntos Hacemos Historia”, digna heredera del “Juntos Haremos Historia” de las elecciones de 2018. La conforman el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT). Según las proyecciones, entre todos alcanzarían la mayoría calificada en Diputados (334 de 500 legisladores) y estarían a dos bancas de alcanzar la mayoría calificada en Senadores (85 de 128). Estas mayorías especiales son necesarias para modificar la Constitución y continuar la transformación de distintas áreas del Estado capturadas por las élites y para la expansión de los derechos sociales. AMLO llamó “Plan C” a un conjunto de reformas que afectarían a los tres poderes del Estado y a los organismos electorales.
La oposición unida en la alianza “Fuerza y Corazón por México” fue lisa y llanamente aplastada. Su candidata, Xóchitl Gálvez, tenía el apoyo del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Los dos primeros disminuyeron considerablemente su caudal electoral y el PRI podría perder su registro. Como resultado, Sheinbaum duplicó los votos de Gálvez.
Apenas fueron cerrados los comicios, Gálvez se declaró triunfadora y continuó haciéndolo durante largas horas. Conforme las encuestas y los datos electorales torcían sus expectativas algunas facciones comenzaron a denunciar un fraude. Ayer Gálvez anunció que solicitará el recuento del 80 por ciento de las urnas además de promover acciones legales contra AMLO por su presunta interferencia electoral. Es más, lo hace responsable del nivel de violencia que abatió a 37 aspirantes o candidatos.
Voceros del PAN y del PRI han comenzado una campaña para impugnar las elecciones. Así lo anunciaron en X (ex Twitter).
En resumen, la gran política, la visión estratégica, la acción permanente triunfaron sobre el ultracentrismo, el mercadeo electoral y la difusión masiva y planificada de noticias falsas. La 4T enfrenta a una reacción desbocada. Como es usual, la oligarquía neoliberal utiliza todos los medios a su alcance para detenerla. El proceso mexicano merece la atención y el respaldo de las fuerzas populares del continente.