EL PROYECTO DE LEY SOBRE QUITAR EL IVA AL ASADO. TEXTO Y CONTEXTO
Publicado el 26/03/22 a las 6:47 am
EXPOSICIÓN EN EL SENADO DE DANIEL OLESKER
En los últimos meses hemos sido testigos de subas importantes en los precios de varios productos relevantes en la canasta de consumo de la mayor parte de los hogares uruguayos.
Quisiera analizar este proyecto en el marco de la evolución general de precios de alimentos a partir de información de una serie de productos seleccionados de consumo cotidiano, para los que se presenta la variación de sus precios.
Tambien desde la evolución de un índice de precios al consumo (IPC).
Y finalmente, desde el impacto que el fenómeno de suba de precios tiene sobre las remuneraciones por el trabajo, los procesos de negociación colectiva y sobre los ingresos de los hogares en general.
Como se puede observar en el cuadro de más arriba, elaborado por el equipo del Instituto Cuesta Duarte con informaciónn de la página web del Ministerio de Economía llamada Precios.uy, buena parte de los productos seleccionados, que además están ordenados de acuerdo a las variaciones porcentuales registradas en sus precios en el período de referencia, tienen incrementos de más de 25%. Esto significa que en los últimos 24 meses, más de la mitad de los productos seleccionados vieron incrementados sus precios en por lo menos una cuarta parte del valor original. En un número no despreciable de productos además, las subas superan al 33%, de modo que los precios se ubican actualmente más de una tercera parte por encima de su valor de febrero de 2020.
LA INFLACION RECIENTE
En los últimos 12 meses, la inflación se ubicó en 8,85% y viene mostrando una tendencia creciente, alejándose del rango meta definido por el gobierno y que a mediados de este año pasa a ubicarse entre 4% y 6%. De hecho, en los 24 meses transcurridos de la actual gestión, la inflación solamente se ubicó dentro del rango meta (es decir, por debajo del 7%) en dos oportunidades; y en varios meses de 2020 superó al 10%.
En nuestro país, previo a los efectos de la guerra, ya teníamos un nivel de suba de precios superior a la meta y expectativas gubernamentales, por lo cual no compartimos ligar los aumentos de precios a esta coyuntura internacional que solo agudiza el problema de precios creado por esta política económica y no hay elementos para suponer y tampoco compartimos como dice la exposición de motivos que esta situación habrá de revertirse solo por condiciones de mercado.
El siguiente grafico nos trae el crecimiento de la inflación anualizada, es decir de los ultimos 12 meses, en crecimiento al menos desde mayo 2021, cuando obvio no estaba la guerra entre Ucrania y Rusia.
Sin duda que la tendencia es a seguir creciendo, porque en este crecimiento de precios ya elevados (o al menos por encima de las expectativas gubernamentales), es esperable que en los próximos meses las presiones sobre los precios se agudicen de cara al contexto geopolítico internacional. La invasión de Rusia a Ucrania ha incrementado las presiones alcistas tanto sobre el precio del petróleo a nivel mundial como sobre los precios de varios commodities, que forman parte o son insumos fundamentales de la canasta de consumo, como es el caso del trigo y otros alimentos.
LOS EFECTOS DE LA INFLACIÓN
Nuestra visión de la economía no es de enamorarse de resultados, sea este el déficit fiscal y la inflación. En lo personal pienso que no es un drama una inflación un poco más alta. En Uruguay ya hubo niveles de inflación de esta naturaleza. Lo que importa realmente en el fenómeno de la inflación es la comparación a lo que sucede con los principales ingresos corrientes de los hogares; y que lleva a que el poder de compra de los mismos disminuya. A esto hay que agregar que la caída en el poder de compra de salarios y pasividades ya lleva dos años consecutivos, acotando el margen de los hogares que viven de estos ingresos, para mantener los niveles de bienestar que tenían previo a 2020.
En concreto, en el acumulado de los últimos dos años, el nivel general de los precios al consumo medido por el IPC tuvo un 18,8% de incremento. los alimentos, los cuales en términos promedio aumentaron 22% en estos dos años (por encima del 18,8% antes mencionado para la evolución media).En el mismo período, el salario promedio mostró una variación del orden del 13,5%, lo que permite visualizar con claridad la magnitud de la caída del poder de compra de los ingresos de los asalariados. Para las pasividades, la trayectoria es similar dado que constitucionalmente las mismas se ajustan por el Índice Medio de Salarios. El siguiente grafico nos da esta información
A su vez, también aumentaron más que la inflación promedio algunos servicios públicos básicos cuya tarifa es definida por el Poder Ejecutivo (electricidad, agua), los combustibles (Nafta, Gas Oil, Súper Gas) y también los bienes de higiene personal y del hogar.
En el caso particular de los alimentos, se debe tener en cuenta que cuánto más bajo es el ingreso de un hogar, mayor es el porcentaje de su ingreso que destina a la compra de rubros alimenticios, por lo cual el incremento de los precios de estos rubros le impacta en mayor medida a estos hogares. A modo de ejemplo, el 50% de los hogares de menores ingresos, destina en promedio un tercio de su presupuesto en alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras que en el conjunto de los hogares esta proporción es de la cuarta parte.
EL IMPACTO SOBRE EL FUTURO
Un tema central es como esto impacta en los ajustes de salarios ya pactados con una inflación prevista para 2022 de 5,8%, que en dos meses ya se consumió casi 70% del aumento de precios. (3,5% entre enero y febrero).
Veamos: En el caso del sector privado, tras una ronda de caída de salario real de 4,2% para la mayor parte de los trabajadores privados, a mediados de 2021 comenzó una nueva ronda de negociación colectiva. Los ajustes pautados en la misma incorporaban –de acuerdo a los lineamientos propuestos por el Poder Ejecutivo- un componente vinculado al crecimiento futuro de los precios (de manera que el salario real no siguiera cayendo) y otro a cuenta de la pérdida acaecida en la ronda anterior. Si bien la propuesta del Ejecutivo era que -en el mejor de los casos- los grupos no considerados en problemas tuvieran una recuperación de 1,6 puntos en dos años, muchas de las resoluciones adoptadas incorporaron porcentajes por encima de este monto.
Sin embargo, la recuperación se va a consolidar en la medida en que la inflación efectiva converja a la estimada por el gobierno. De mantenerse para mediados de año los niveles de inflación actuales (8,9% aproximadamente), la diferencia entre la inflación efectiva y la estimación incorporada ascenderá a algo más de 3 puntos. Por lo tanto, los ajustes establecidos a cuenta de recuperación serán absorbidos por el mayor crecimiento de los precios y la recuperación se postergará hasta el momento en que se paguen los correctivos, los que para la mayor parte de los convenios están establecidos en julio de 2023 y en el caso del sector público para el inicio de 2023,
Por lo tanto el compromiso asumido en el presupuesto nacional por ejemplo para los trabajadores públicos de que la recuperación empezaría en 2022 no se cumplirá. No hay duda de ella, más allá de la medida marginal en el nivel de vida de la gente que se nos propone hoy. Hay que agregar además que en el caso de los trabajadores pertenecientes a sectores considerados en problemas, a mediados del año pasado ingresaron en una segunda ronda puente de pérdida salarial. Para estos trabajadores, que en su mayoría ya tuvieron una caída de salario real de 4,2%, cuanto mayor sea la inflación del período, mayor será la pérdida de poder de compra que enfrentaran en la medida en que en el año tienen un único ajuste salarial de 3%.
En términos promedio, cuanto mayor sea la distancia entre la inflación efectiva en 2021 y la estimada por el gobierno (5,8%) peor será la evolución del salario real en el año, pudiendo constatarse una nueva caída en el mismo y por ende acumulándose tres años consecutivos de pérdida de poder de compra por parte de los asalariados.
LAS CAUSAS DE ESTA DISPARADA INFLACIONARIA
Es evidente que esto no es un problema de mercado y menos del impacto de la guerra como mostré antes. En Uruguay los procesos de fuerte crecimiento de los precios como los que estamos viviendo, no pueden ser entendidos tampoco como resultado de una inflación de demanda, cuando esta está muy en caída. Tampoco puede entenderse como una inflación de costos pues allí no está el problema central de los precios en esta coyuntura sobre todo con salarios en franca caída.
Dos explicaciones alternativas a la inflación de demanda y de costos valen en esta coyuntura.
La primera es el Estado responsable directo de los aumentos de tarifas que tienen un impacto sobre la inflación. Y también un impacto indirecto sobre loa previos de los alimentos.
La segunda es la existencia de sectores, con mayor poder de mercado que remarcan precios y se apropian de un plusvalor extraordinario.
Quienes? Aquellos que tienen poder de mercado, o sea conforman oligopolios, tanto en la producción, la importación, en las cadenas de distribución y de comercialización.
EL ASADO
Después de un crecimiento sin pausa de la inflación desde mayo de 2021; después de una acelerada relevante los dos primeros meses de este año; después de haber ajustado los combustibles con impacto sobre la inflación; después de tener precios entre 25 y 35% superiores entre febrero de 2020 y febrero de 2022, después de todo ello, el gobierno propone un proyecto absolutamente para enfrentar este dilema. Propone quitar el IVA al asado. Asado, cuyo precio según los datos del INE y mostrado por el siguiente grafico no cesa de crecer desde noviembre de 2020.
Definimos esta medida como tardía y de escaso impacto.
El INE nos dice que el asado pondera 0,7% en la canasta de consumo de un hogar promedio. Una quita del IVA de 10% significa que habrá una rebaja de 9,09%, lo que impactará en el consumo medio en 0,063% de su consumo. Claro que es marginal, aunque como dije al comienzo, después de perder dos años salario y jubilación y casi seguro volver a perder en 2022, toda monedita sirve.
Es entonces una medida marginal, que después de la disparada de precios no tendrá casi efecto en el nivel de vidas de los hogares.
Mucho antes hubiera que haber encarado medidas, Esta disparada inflacionaria muestra una alta improvisación en esta materia.
Y afirmamos esto porque como mostré en la gráfica de inflación desde mayo la inflación anualizada viene creciendo, por ende en octubre ya era previsible que la disparada se venía, sobre todo porque es normal que el primer trimestre del año tenga promedio de inflación mayor al resto del año.
Así que, votaremos este proyecto, pero teniendo claro que estamos antes una medida que vuelvo a definir como tardía y de bajísimo impacto.