La solidaridad en marcha
Publicado el 01/08/20 a las 7:55 pm
Por Daniel Gerhard y Gabriel Portillo
El 27 de julio salió de la ciudad de Canelones una marcha de trabajadores a pie, con familiares y amigos rumbo a la Torre Ejecutiva. El histórico frigorífico de Canelones, hoy propiedad de Minerva Foods (propietaria de esta planta y de los frigoríficos Pul, en Melo, y Frigorífico Carrasco, en Paso Carrasco) informa, un día antes de la licencia de cientos de trabajadores, que iban todos al seguro de paro. En marzo, al no haber aún fecha de reapertura la ciudad de Canelones hizo historia con una marcha por la reapertura del frigorífico que sorprendió a propios y ajenos, conversaciones del sindicato con el MTSS y con la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad una salida. Mientras Minerva Foods mantiene sus otras dos plantas trabajando con normalidad, se niegan a abrir la de Canelones, ni total ni parcialmente, como se planteó desde SOOFRICA. Esta situación desesperada lleva a esta marcha de dos días, retomada el 28 de julio en la mañana, para llegar al mediodía a la Torre Ejecutiva y el MTSS. Entre los cientos de personas que llegaron a Plaza Independencia se vieron banderas de diferentes sindicatos, que se hicieron solidarios de manera presencial y activa, marcando un rumbo fundamental para el proceso de resistencia y defensa del trabajo que se viene.
Están en juego el futuro de más de 600 familias y el impacto económico de esto se refleja también en la ciudad de Canelones, consciente de ello la movilización de marzo fue acompañada por el conjunto de comercios y pueblo de la ciudad. Los compañeros de SOOFRICA en una reunión que tuvimos con ellos en la sede de su sindicato, donde además funciona una olla solidaria junto decían «…nosotros visualizamos que como nuestro convenio bipartito se vence en noviembre da toda la impresión que quieren un desgastarnos para venir con un ajuste sobre nuestro salario. Hemos rebatido todas y cada una de las causas que presento la empresa para mantener la situación de cierre hoy a 10 meses del cierre llegamos a la conclusión de que esto no es más que lock out patronal»
La forma de proceder de esta empresa, que no da respuestas a nadie, ni a los trabajadores ni a la comisión parlamentaria es un signo de impunidad y da la idea del respaldo institucional con el que cuenta. En un contexto de cierta normalidad en el rubro, decide cerrar al 100% una empresa dejando a 600 trabajadores en un seguro de paro sin perspectivas, con argumentos que no se sostienen ni por el momento económico ni por la historia del funcionamiento de la fábrica.
Rodeada de gremios solidarios con la convocatoria a nivel nacional de FOICA participaron un número muy importante de sindicatos del interior de la federación. ¿Qué aprendemos de esto? Sin duda la necesidad de dar una respuesta de conjunto a la situación de presión de una poderosa multinacional a la que no se le puso ni se le ha puestos límites a su política de especulación para lograr quebrar un sindicato que resiste con dignidad la prepotencia patronal. ¿Cuál es la tarea? Continuar con la solidaridad con los que luchan.
Daniel Gerhard esw diputado por el PVP
Gabriel Portillo es Coordinador del FSLD