FUCVAM sobre la Ley de Urgente Consideración
Publicado el 19/02/20 a las 1:39 am

La Federación de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua ha emitido un contundente comunicado sobre la Ley de Urgente Consideración del que nos hacemos eco en su totalidad.
En el mes de mayo nuestra Federación celebra sus primeros SO años de vida. 50 años en los que ha dado sobradas muestras de cuál es su perfil desde el punto de vista ético, político e ideológico. No solamente construimos viviendas dignas para trabajadores y trabajadoras: construimos ciudad y c iudadanía, mejoramos el hábitat en donde se encuentran nuestras cooperativas, nos solidarizamos y comprometemos con los gremios y sindicatos que siguen luchando por relaciones sin explotados ni explotadas, contribuimos al desarrollo cultural de nuestro pueblo y a que los hermanos de clase de otros países conozcan y repliquen nuestra experiencia si es que así lo consideran. Nos hemos comprometido con la construcción y búsqueda de alternativas que se enfrenten a este modelo alienante y deshumanizador, como es el actual modelo capitalista y neoliberal que se impone en el mundo entero.
Por ello, porque FUCVAM es lo que es, no podía dejar de expresar su opinión con respecto a la Ley de Urgente Consideración dada a conocer días atrás por el gobierno que asumirá el 1º de marzo.
Lo primero a destacar es que esta Ley que se propone al Parlamento (y que ya sabemos que no logrará modificarla ni realizar aportes en la mayoría de sus más de 400 artículos) no es una casualidad inspirada en la genialidad de los legisladores »multicolores» como se hacen llamar. Esta Ley es la expresión, de los sectores poderosos de nuestro país. Nos engañamos si solamente pensamos que hay una coyuntura que ha favorecido la elaboración de la Ley, o si la misma es la expresión política de un colectivo cuyo único objetivo fue desplazar al gobierno anterior. De ninguna manera; nos enfrentamos a la expresión viva y organizada de la clase dominante, en defensa de sus intereses y en detrimento del resto de la sociedad, y solamente en una primera expresión política y »civilizada» como lo es la vía legal.
Esta Ley, que se constituyó en el buque insignia del gobierno entrante, pero que solamente salió a la luz pública hace unos días; es un compendio de medidas, propuestas y modificaciones que están lejos de ser una alternativa novedosa o sui géneris: repite medidas, alternativas y modelos que ya han sido impulsados en nuestro país (reflotando viejas aspiraciones de gobiernos que siempre han defendido a los poderosos), o de iluminados y expertos internacionales, lacayos de un sistema opresor y al servicio de la perpetuación del orden establecido, que todo quede como está.
Decimos que repite medidas ya conocidas en nuestro país, como el embate contra las empresas públicas (esta vez le toca a ANCAP) o el control político de la educación, todas recetas que los uruguayos y uruguayas ya conocemos y que en reiteradas oportunidades nos hemos expresado en contra de ese modelo y de esas propuestas neoliberales, que solamente favorecen a la consolidación de una sociedad injusta y a las clases poderosas y sus eternos lacayos.
Y decimos que se importan modelos, porque lejos de ser genialidades del equipo entrante, lo que se presenta con esta Ley es un resumen de recetas y medidas creadas por organismos y expertos extranjeros, que siguen al pie de la letra las recetas del »Consenso de Washington», es decir sugerencias (¿o imposiciones?) emanadas de los organismos internacionales de control: FMI y Banco Mundial.
No es un invento de ahora, la propuesta de controlar la educación, o el aumento de la represión a cualquier expresión popular (hace poco tiempo veíamos como desde la OIT se «sugerían» algunas medidas para limitar la capacidad de movilización sindical). Vuelve la posibilidad de los TLC con Estados Unidos, volverá la represión a la calle y con gatillo fácil, vuelve la defensa a ultranza de la propiedad privada, a tal punto que se considera un gran avance la propuesta de otorgarle la propiedad jurídica a los habitantes de los asentamientos, propiedad sobre «viviendas» construidas con los despojos que el sistema va dejando en su marcha aniquiladora, viviendas en su gran mayoría indignas y en donde ninguno de los legisladores de ningún partido, viviría jamás.
En lo que hace a la vivienda en particular, FUCVAM ve con honda preocupación algunas de las medidas que se anticipan, como la ampliación del programa MEVIR al medio urbano. Se trata de una medida largamente acuñada por otro gobierno herrerista, que desvirtúa el objetivo de un programa que fue pensado para el medio rural; y que en definitiva atenta contra un modelo que ha sido reconocido en el mundo entero menos en nuestro propio país: el modelo impulsado por FUCVAM, de construcción por ayuda mutua y de propiedad colectiva. Se continuará favoreciendo al capital de la construcción con todo tipo de exoneraciones que otorga la primeramente mal llamada Ley de Vivienda de Interés Social, que ya le cuesta al Estado desde el 2011 a nuestra fecha el perder 1.100 millones de dólares, donde además dicen que lo poco que tenía de restrictivo que eran los topes, ahora se los levantarán.
A partir de las modificaciones a la ley de alquileres, dicen que va a ser «fácil» acceder a un alquiler, pero en una situación de total debilidad frente al propietario, que contará con una herramienta represora y retrógrada como lo es el desalojo inmediato. Todas las viviendas de nuestro país se transformarán en un cuarto de pensión, en donde el propietario inescrupuloso coloca un candado en la puerta sacando las cosas del inquilino a la calle, sin que medie ninguna explicación. La propiedad privada por encima del derecho a la vivienda, a una vida digna y al derecho al desarrollo personal y familiar de quienes no tienen otra alternativa, que alquilar.
No hay mención a las cooperativas, es un sistema que a pesar de ser valorado y reconocido por la comunidad regional e internacional, debe ser doblegado y controlado. Porque promueve el desarrollo de colectivos pensantes, críticos, organizados y con capacidad de movilización y respuesta ante los embates de los sectores dominantes. Sin duda que esta ley no es un ataque a FUCVAM, es un ataque directo a la clase trabajadora y sus diferentes organizaciones representativas. Como expresión del movimiento popular, FUCVAM no permanecerá indiferente ante el avance de los poderosos.
Nos encontrarán firmes y comprometidos en la defensa de los derechos y libertades de los más infelices y menos privilegiados. Orientados hacia la construcción de una alternativa popular de resistencia, junto a sindicatos de trabajadores y trabajadoras, y a gremios estudiantiles dispuestos y comprometidos a no dar un paso atrás en la defensa de los derechos y en la siempre vigente construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores.
FUCVAM
Enero de 2020