Paradojas
Publicado el 25/09/19 a las 6:01 am
Por Eugenio Petit
Nos sentamos a escribir a pocas horas de haber recibido la visita a Colonia de quien encabeza nuestra lista al Senado por el Espacio 567, compañero Roberto Conde.
Esta instancia fue sumamente fructífera por el intercambio de una figura de primer nivel de la izquierda uruguaya con vastísima trayectoria comenzando por organizaciones sindicales, luego trabajo parlamentario en la diputación y el senado, transformándose desde allí en presidente del PARLASUR y finalmente vice canciller de la república durante el gobierno de José Mujica.
Más allá de toda esta presentación, el compañero Conde es uno de los teóricos más avezados con los que cuenta el patrimonio de la izquierda uruguaya y nuestro Frente Amplio. No pretendemos transformarnos en su escribiente y solamente compartimos alguno de los puntos que se dieron en el intercambio con los compañeros en las ciudades de Nueva Helvecia (donde acompañamos la barriada propuesta por el Comité Nibia Sabalsagaray de aquella ciudad), Nueva Palmira y Carmelo donde estuvimos presentes en 3 Comités de nuestra fuerza política.
Nos encontramos en un momento de gran confusión ideológica. En parte producto de que al igual que en otras izquierdas latinoamericanas se puso mucho énfasis en la gestión y se descuidó el trabajo político permanente hacia nuestra interna y fundamentalmente hacia afuera. Nos acostumbramos a pensar solamente en la coyuntura, en algunas dificultades que se van dando en el camino que nos ponen en una actitud defensiva y hasta en algún caso timorata, sin la convicción de que el proceso de 15 años de gobierno frenteamplista con 5 años de condiciones externas favorables y 10 años de crisis brutal generada por los mercados financieros y el capitalismo globalizado no nos impidieron avanzar en prácticamente todos los parámetros que se quieran medir. Debería ser motivo de orgullo para todos los y las compatriotas haber alcanzado 15 años de crecimiento sostenido de la economía.
Esto es inédito en el mundo y es reconocido internacionalmente. Pero además se dio este crecimiento con mejor reparto de utilidades. No debería desconocer nuestro pueblo que en otros períodos de la historia reciente, particularmente durante el gobierno del Partido Nacional hubo crecimiento de la economía pero eso estuvo lejísimos de reflejarse en el salario del trabajador.
Cuando en cualquier indicador de los que se manejan en el mundo para evaluar la calidad de vida de su población y las políticas públicas que hacen posible la mejora de la misma y vemos que estamos en todos entre los mejores países del mundo, la izquierda (y no solamente sus dirigentes) debe tener las cosas muy claras para defender un proyecto que no puede quedar inconcluso a riesgo de tener un brutal retroceso en todos los logros que se han alcanzado.
Basta ver a
nuestros vecinos con las políticas recesivas de Macri en Argentina y los
14 millones de pobres con 3 millones pasando hambre o las políticas de
Bolsonaro para la desregulación más absoluta de las relaciones laborales
y las jubilaciones. También en Chile, país admirado por la derecha
vernácula que cobija en su interior desigualdades tremendas, con los
estudiantes saliendo a dar la pelea en la calle para defender a su
educación pública. O en Paraguay con feudos de esclavitud con trabajo
infantil y esclavitud. ¿Eso es lo que tiene la derecha para mostrar?.
¿Porqué no le preguntamos a los Lacalle Pou o a los Talvi cuál es el
modelo de país que nos proponen?. ¿Qué intereses pretenden tocar para
ahorrar 1000 millones de dólares anualmente como dicen que lo van a
hacer?. ¡Qué no nos mientan, porque solamente con la reducción de los
funcionarios públicos no mueven la aguja (más allá de que pueden empezar
ya mismo porque el clientelismo político que tienen en las intendencias
gobernadas por ellos no tienen parangón)!. Nada bueno podemos esperar
si van por los
Concejos de Salarios
(revisar su funcionamiento es un eufemismo, a no dudarlo porque la
derecha no va por un gobierno popular) o por el recorte en las políticas
sociales.
Algún vocero de Lacalle cuyo nombre se menciona como posible Ministro del MIDES si accediera la derecha al gobierno tiene solución mágica para los compatriotas en dificultades. En el edificio central del mismo ¡clases de yoga! para combatir la exclusión y las desigualdades. La gran paradoja es que la crisis del capital a nivel mundial la genera el pensamiento conservador de la derecha que concentra cada vez en menos manos con las corporaciones internacionales la riqueza, pero acá se atribuye al Frente Amplio las consecuencias de las mismas que pueden haber generado un punto más en la desocupación (tendencia que ya es claro que se comienza a revertir y los índices que se van a presentar en octubre lo van a documentar).
Tenemos que poner el acelerador en algunas áreas específicas. Continuar con el aumento de la matrícula que hace que hoy los niños a partir de los 3 años accedan casi en un 100 % a la educación y disminuyendo la deserción en secundaria con el saber en primer lugar de los educadores pero con firme decisión política. También pese a que nuestro país está entre los 2 o 3 más seguros de toda América Latina de acuerdo a la medición internacional tenemos dificultades con el crimen organizado y el narcotráfico y se deben adoptar políticas que pasen lejos de considerar a la represión como la única herramienta y se debe trabajar en paralelo sobre las causas del delito. También ir por el acceso universal a la vivienda para lo cual hay que impulsar políticas desde la mejora presupuestal por la cual los compañeros del Espacio vienen dando la pelea.
Pero todos estos nudos complejos serán imposibles de desatar si no continuamos con un proyecto progresista. Es la hora de las y los compañeros de salir de la modorra, de los posibles desencantos e ir a la confrontación dialéctica con los voceros de la derecha. La izquierda no es una expresión organizada detrás de un triunfo electoral. Los sectores populares y las organizaciones políticas que los representan vamos hacia el camino de un mejor desarrollo humano con equidad y justicia social.
Y la victoria desde esa concepción ya está asegurada.