Luisa Cuesta
Publicado el 15/01/19 a las 6:30 am
| Fotografía Juan Ángel Urruzola
Cuando se produjo la desaparición de su hijo Nebio Melo, Luisa tenía 56 años. Cuarenta y dos años después, muere con la misma interrogante sin respuesta: ¿cuál fue la suerte de su hijo y de todos los desaparecidos?
Esta cuenta no suma números, sino dolor, compromiso y pocas alegrías. Pero son las que forjan la esencia de luchadoras como Luisa.
La muerte de Luisa hoy, la de Tota, de Luz, de María Esther, de Irma, de Blanca y tantas otras, traza la continuidad de un camino de lucha por memoria, verdad y justicia que continuará desafiando el paso del tiempo y la resignación.
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