MÓNICA BRUCKMANN: “AMÉRICA LATINA DESAPROVECHA UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA DE DESARROLLAR UNA RELACIÓN ESTRATÉGICA DE LARGO PLAZO CON CHINA”
Publicado el 16/12/15 a las 3:30 pm
Según los datos de la CEPAL, en 1995 del total de exportaciones de América Latina hacia China, 38% eran materias primas sin valor agregado mientras que en 2008, el peso de las materias primas en relación a las exportaciones totales, había subido a casi 70%. “Esto significa un evidente proceso de reprimarización de las exportaciones de la región hacia China en un momento en que podríamos estar haciendo exactamente lo contrario, es decir, exportando más productos que materias primas, agregando valor a la exportaciones a través de cadenas de valor regional, de política de transferencia tecnológica, de cooperación científica, etc.”, afirma la investigadora social peruana Mónica Bruckmann.
Explica además que “la reprimarización de las exportaciones de América Latina hacia China reproducen las relaciones de dependencia y subordinación que marcaron la inserción de nuestra región en el sistema mundial desde hace varios siglos, con todas las secuelas de miseria, pobreza, devastación ambiental que ello significa. En este sentido, no veo en la reproducción de un modelo primario exportador en relación a China, una oportunidad para la región, sino exactamente lo contrario: el desaprovechamiento de una oportunidad histórica de desarrollar una relación estratégica de largo plazo con China”.
“América Latina desaprovecha una oportunidad histórica de desarrollar una relación estratégica de largo plazo con China”, observa.
Para profundizar en este interesante análisis geopolítico y económico y sobre todo los desafíos y amenazas de nuestra región, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net entrevistó en Medellín en el marco de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales realizada por CLACSO entre el 9 y el 13 de noviembre, a la socióloga y politóloga peruana Mónica Bruckmann, docente del departamento de Ciencia Política de la Universidad Federal de Río de Janeiro y directora de investigación de la Cátedra Red de la Unesco sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable.
Bruckmann se ha destacado por la agudeza de sus investigaciones sobre geopolítica latinoamericana y por su labor de asesora de la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Entre su dilatada producción académica, bibliográfica y periodística sobresale su bien documentado libro Recursos naturales y la geopolítica de la integración sudamericana. (http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/paq2/Recursos%20naturales%20y%20%20geopolitica.pdf)
LITIO, EL PETRÓLEO DEL SIGLO XXI
– La realidad geopolítica y económica global ha desbordado prácticamente las expectativas de una política de integración respecto de los recursos naturales en América Latina. ¿Ante la reducción de los commodities en el mundo, Estados Unidos, la Unión Europea y por qué no decirlo China, están en la estrategia de divide y reinarás para poder obtener recursos naturales a bajos precios?
– Yo creo que el ciclo de la inserción de América Latina como exportadora de bajo o ningún valor agregado se está agotando por varias razones. En primer lugar por el hecho de una caída explosiva de la mayoría del precio internacional de las llamadas commodities, pero hay otras que por ejemplo no solamente han mantenido un precio importante sino que están subiendo como es el caso del litio. El litio es un mineral extremadamente estratégico por la demanda que tiene la economía mundial sobre este mineral, pero además por el uso de litio en por lo menos tres ciclos tecnológicos muy importantes. En primer lugar las baterías recargables que prácticamente son todos los dispositivos electrónicos que se producen y consume el planeta. A partir del 2006 nosotros vemos que ya la mayoría de baterías que se producen en el planeta son de litio y litio ión y no de la tecnología anterior cadmio y níquel y podemos decir que a 2015 prácticamente el 95% de las baterías son ya de litio ion. El segundo elemento importante es el uso de litio en la producción de vehículos híbridos eléctricos que son vehículos que en este momento ya tienen la misma performance que cualquier otro vehículo movido a partir de biodisel. Tiene un nivel de aceleración que llega a 180 kilómetros en los primeros 8 segundos de funcionamiento del vehículo, tiene una autonomía que está generando los 350 kilómetros por cada recarga de batería porque ahora se permite que el vehículo parcialmente se recargue con el propio movimiento y además a partir de los nuevos materiales que se están creando, sobre todo los alemanes que se están especializando en esto, se está produciendo plástico con la resistencia del acero pero a precios del plástico. Entonces esto está causando que los vehículos crezcan de tamaño, tengan una mayor capacidad de transporte y ya se están usando en América Latina inclusive algunos ómnibus a partir de baterías eléctricas a base de litio. Esta circunstancia coloca frente a un panorama de cambio de patrón en este tipo en el área de transportes si se empieza a usar más rápidamente en el transporte público. Y el tercer elemento, desde el punto de vista geopolítico lo tiene muy claro el plan estratégico de Europa en el 2014 al indicar que su propuesta y su objetivo es incrementar y duplicar la participación de las energías limpias y renovables en la canasta total de producción energética europea, lo que significa la posibilidad de almacenar esta energía a partir de fuentes limpias. La energía fotovoltaica, la energía eólica, la energía geotérmica en grandes centros, en grandes reservorios energéticos para permitir el flujo continuo energético. Porque un problema que tiene la energía fotovoltaica, eólica, etc., es que depende del clima. El día que no hay sol no hay energía solar, el día que no hay viento no tenemos energía eólica, entonces es indispensable tener un flujo continuo y esto se garantiza a través de grandes reservorios que usan el litio. Por estos tres elementos podemos decir que este fue el siglo del litio cuyo ciclo en términos de las baterías recargables para dispositivos electrónicos se inicia en el 2006 y nuestra región tiene el 96% del litio del planeta.
– Es decir, ¿el litio es el petróleo del siglo XXI?
– El litio desde mi punto de vista es un mineral que va a impactar profundamente todo lo que es mercado energético mundial en este siglo. Y esto significa que en la medida en que haya un cambio en el patrón energético de minerales, energía producida a partir de fuentes fósiles para energías limpias y renovables, el litio adquiere una importancia estratégica fundamental y esto probablemente va a tardar todavía algunos años, de repente un par de décadas. Es una cosa que hay que estudiarla en términos de ciclo energético y ciclo tecnológico.
– En América Latina si bien tengo entendido, Bolivia es el mayor productor de litio…
– Bolivia tiene aproximadamente el 82, el 83% de las reservas mundiales de litio, seguido por Argentina y Chile, y ahora según los datos del servicio geológico de Estados Unidos para el 2014 aparece Australia como un productor importante pero en términos de la participación en las reservas mundiales no llega al 3 o 4%, es decir, los datos muestran que la región continua siendo la gran concentradora de las reservas de litio a nivel mundial, entre el 94 y 96%.
POR UNA ESTRATEGIA CONTINENTAL DE APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS NATURALES
– ¿Se repetirá la historia de América Latina como región productora de recursos naturales como el litio y no de valor agregado?
– Esa es la pregunta del millón. Y es lo que animó toda una discusión estratégica que se inicia en el 2012 en gran medida por un impulso que le dio la Secretaría General de Unasur en aquel momento bajo la gestión de Alí Rodríguez Araque, cuando en un momento muy interesante se presentó un documento a la Cumbre de Presidentes de Unasur en noviembre de ese año, en el que se proponía que la región avanzase sobre la visión estratégica y la elaboración de una estrategia continental de aprovechamiento de los recursos naturales para el desarrollo integral de nuestros países. Eso colocaba dentro de discusión la cuestión de la soberanía y los proyectos de desarrollo nacionales, regionales, subregionales, lo cual generó toda una secuela de espacios de debate donde participaron no solamente académicos, científicos sino también elaboradores y gestores públicos, así como representantes de movimientos sociales. En mi opinión fue muy incipiente, debería incrementarse la participación de la sociedad civil y los movimientos sociales en esta discusión, pero exactamente, para responder a tu pregunta, esta discusión tenía el ánimo de señalar que la región tiene una oportunidad histórica de agregar valor a las materias primas que produce. China depende de una manera muy clara de los minerales metálicos, de los minerales fósiles, de los alimentos que la región produce y hay que tener en cuenta que ese es uno de los países con un alta problemática ambiental. Entre 2010 y 2011 murieron ochocientas mil personas en China debido a problemas respiratorios directamente por consecuencia de la contaminación ambiental. Esto quiere decir que a China no le interesa más recibir materias primas sin valor agregado y vemos que el papel que ella tiene de dinamismo del sudeste asiático significa toda una serie de cadenas de valor articuladas a su producción. Es decir, ahí nuestra región tiene una oportunidad histórica de dejar de exportar materias primas simplemente y agregar valor a lo que produce en términos de minerales metálicos y de alimentos. China los necesita.
– ¿Pero pareciera que la región no está pensando en conjunto para ejecutar una estrategia de esa naturaleza?
– Hemos avanzado poco en una visión regional orientada a aprovechar esta oportunidad histórica y los datos de la CEPAL muestran que nuestra canasta, las exportaciones de América Latina a China se han incrementado notoriamente. Ha pasado del 38% de materias primas del total de las exportaciones de América Latina hacia China a casi el 70% en poco más de cuatro años, ya a inicios del siglo XXI. Entonces hay una oportunidad histórica fundamental para la región. No solamente Unasur también la academia, varios partidos políticos y sectores sociales están propugnando por la necesidad de una visión estratégica del papel que la región debe cumplir en estos profundos cambios de la economía mundial y de las finanzas internacionales. No es poca cosa que el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura inicie con 200 mil millones de dólares sus operaciones y con un capital similar para inversiones de contingencia con 100 mil millones de dólares. Es decir, esto muestra cómo es que se está reconfigurando la economía con las finanzas internaciones a través de una participación muy importante de las potencias emergentes, particularmente China. En contraste, El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial están todavía presos en una crisis importante, una crisis de reserva, mientras nosotros en la región tenemos otros sistemas creándose con reservas importantes. Y esta realidad evidentemente va a significar no solamente una reconfiguración geopolítica importante.
LA OPORTUNIDAD DE AMÉRICA LATINA CON CHINA
– La presencia de China en América Latina es cada vez mayor…
– Dos grandes proyectos que van a cambiar profundamente el comercio mundial y particularmente el comercio de la región son, por un lado, el ferrocarril transoceánico que va a unir el Atlántico con el Pacífico y que va a pasar por Brasil, Bolivia, Perú, y por el otro, el canal de Nicaragua, ambos se están financiando con capital chino. El canal de Nicaragua tiene una característica bien interesante que tenemos que tener en cuenta desde el punto de vista político. Como se trata de unir grandes lagos lo que va a ocurrir es que el pasaje de naves por el canal de Nicaragua va a permitir navíos de mucho mayor calaje que los que pueden pasar por el canal de Panamá. Esto va a significar una reconfiguración geopolítica importante y ahí vemos la presencia de China sistemática con una visión estratégica muy clara de lo que quiere de América Latina y nuestra región todavía se encuentra en una discusión muy incipiente. Ha habido avances, tenemos que reconocer que los ha habido, pero todavía muy insuficientes en relación al potencial que tenemos.
– ¿Es por debilidad económica o debilidad política de estos países que se queda en discurso solamente el propósito de la integración?
– Yo tengo la impresión de que es fundamentalmente un problema político. Es un problema de visión y de definición política. Fíjate que nuestras estructuras universitarias en la región han crecido y han crecido de una manera impresionante, las capacidades de investigación han crecido mucho, tenemos un gobierno como el ecuatoriano que está invirtiendo macizamente en educación como uno de los elementos centrales de lo que ha denominado el cambio de matriz productiva. Brasil tuvo un crecimiento importantísimo los últimos 15 años de la capacidad de investigación, se crearon sistemas de nuevas universidades, sobre todo durante el gobierno el de Lula; ahora, si es que la política brasileña se mantiene en el sentido del ajuste fiscal lo que se ha hecho en el sector educativo, va a tener un retroceso lamentable. Pero en todo caso lo que podemos decir es que ha habido avances muy importantes en términos de la capacidad de producción de ciencia y tecnología y ahí hay que tener claro que todo lo que es la colaboración científica internacional tiene que verse como una estrategia para el desarrollo de estos países y esto significa crear, seguir creando y fomentar las capacidades centrales de producción científica y tecnológica. Esto es un punto que debemos de tener en cuenta cuando hablamos desde qué punto la región puede o no puede. Tenemos la principal reserva de petróleo a nivel mundial que es Venezuela y ahora con las reservas del Presal en Brasil puede convertir a este país en productor y exportador importante de petróleo. Tenemos las principales reservas de los minerales metálicos que la economía mundial demanda más intensivamente. De los diez países más mega diversos a nivel mundial cinco son suramericanos, siete son latinoamericanos, tenemos el 30% del agua dulce en el planeta, es decir un potencial impresionante y sin embargo estoy convencida de que lo que falta es una visión política y estrategias concretas para viabilizar ese potencial.
– ¿Uno de los retos pendientes también es las relaciones Sur-Sur para poder generar una estrategia geopolítica en materia de recursos naturales?
– Yo diría que la complejidad del mundo contemporáneo y las reconfiguraciones que se están produciendo muy rápidamente en los últimos 15 años nos llevan a pensar que la relación, la forma en que se desarrollen las relaciones Sur-Sur van a permitir viabilizar inclusive formas de convivencia humana más adecuadas a los principios de defensa de la vida, una agenda de paz. Lo que hemos visto en todo ese proceso que se inicia en el 2001 con el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York es una militarización a nivel mundial. Esta disputa global por recursos considerados estratégicos adquiere en el instrumento militar y de la guerra un elemento central. A China no le interesa una guerra más por recursos naturales. China plantea su política en 2008 para América Latina. Por primera vez China en el 2008 aprueba una política para esta región en la que esboza que le interesa relacionarse con los países de este hemisferio, encontrar condiciones de paz, de beneficio compartido, principios de soberanía, no intervención en la política interna de los países, es decir son los principios fundamentales que inspiraron, o que consagraron la reunión de Bandung en 1955, donde surge el Movimiento del Tercer Mundo, de los Países No Alineados. Yo creo que existe una recuperación de estos principios fundamentales de solidaridad, de colaboración, de no intervención, de beneficio compartido en la relación de los países del sur, del sur geográfico, del sur político y la posibilidad de la emergencia de un nuevo orden internacional en el que no haya una concentración de poder unipolar o bipolar sino pluripolar, y ahí los países, las potencias emergentes cumplen un papel importante. Brasil tiene un papel importante pero también todas las regiones articuladas a él. Definitivamente creo que estamos ante el desafío de una redistribución profunda de las relaciones Sur-Sur y los principios de Bandung pueden ser una inspiración importante, además que es un legado histórico relevante para la región.
Medellín, noviembre de 2015.
Tomado de http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/ediciones111/nota05.htm