Cuarenta años intensos
Publicado el 25/10/15 a las 10:23 pm
El Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) terminó su proceso constituyente en Buenos Aires durante los años de plomo, en plena dictadura. El Plan Cóndor castigó brutalmente semejante atrevimiento. A pesar de todo nunca dejó de operar. Actualmente el partido atraviesa un proceso de actualización sin renunciar a su historia ni a sus metas constitutivas.
En su cuadragésimo aniversario el PVP comenzará una nueva Conferencia, un necesario balance de su actividad y de las enseñanzas asimiladas en la práctica. Es hora de prever los desafíos futuros a la luz de las perspectivas nacionales y mundiales.
En este Aniversario parecía ineludible volver a pisar la casa donde se realizara la fundación y también el centro de detención clandestino Automotores Orletti. Por eso viajamos a la semilla, revivimos los orígenes, recorrimos lugares de resistencia y represión. Redescubrimos las señales y los mensajes ocultos en sus muros. Anduvimos por las calles y las esquinas donde pasaron compañeros de la vida, hermanos de lucha. Para continuar el rumbo, recuperamos memorias y pasiones. Confirmamos, restituimos conscientemente los retos permanentes de la voluntad revolucionaria. Quizás por eso, este tramo recorrido terminó con una brillante expresión popular de alegría, una llamada a la vida. Bandas, murgas y candombe animaron un festejo fraterno y enseñaron el camino de solidaridad, participación y lucha.
Aquí estamos, nosotros. Inclasificables para los opresores y los distraídos: ¿Anarquistas? ¿Comunistas? ¿Guevaristas? ¿Populistas? ¡Qué limitada, parcial, anacrónica, decadente y engañosa es la retórica conservadora! Aquí estamos, sin dogmas ni credos, con una clara vocación socialista, crítica, revolucionaria y etimológicamente libertaria. Los que supimos encriptar el “¡Arriba los que luchan!” entre rejas, para seguir luchando. Los que gritamos esta consigna para alentar la lucha, sin caer en el estéril “luchismo”. Los que seguimos cantando “La Internacional”, con plena convicción de su significado histórico, palabra por palabra, mientras escribas y demagogos serviles rinden pleitesía a plutocracias globales, a capitales especulativos y parasitarios, a infames ejércitos condotieros actuales, a oligopolios mediáticos, a tecnócratas e ingenieros sociales, a monarquías reinantes por derecho divino.
Aquí estamos. Frente a quienes hacen gargarismos con palabras espesas como “libertad” o “democracia”, limpian la sangre coagulada, esconden archivos, aprietan sus labios o esperan que las generaciones futuras sean ignorantes de las pequeñas y grandes historias de resistencia al Imperio. No podrán clausurar los caminos de la emancipación.
Mientras los procesos de mundialización exacerban los antagonismos sociales e incorporan nuevas formas de racismo, androcentrismo y patriarcalismo, nosotros militamos por la vida. Repudiamos el imperialismo, el belicismo, la avaricia infinita de los monopolios privados, la explotación, el despojo, el fraude, la corrupción financiera, el insaciable consumismo y la depredación de la naturaleza. Somos un partido de clase, un partido de subalternos, marxista crítico, un partido uruguayo unido a la izquierda latinoamericana y a los pobres del mundo. Intentamos materializar nuestros compromisos éticos con el análisis objetivo y la práctica permanente en el seno del Pueblo.
Tenemos un acerbo, aprendizajes y aportes al programa y a las prácticas populares. Este vector sigue planificando su estrategia y produciendo acontecimientos. Somos exigentes con nosotros mismos, con el Frente Amplio y su tercer gobierno nacional. Vivimos un momento decisivo en el desarrollo de nuestra identidad colectiva y la imprescindible reafirmación de la identidad democratizadora, anti-oligárquica y anti-imperialista de nuestro Frente Amplio. Nos sentimos en perfecta sintonía con la militancia de base, con los trabajadores y las nuevas generaciones. La izquierda necesita más transparencia, más audacia e innovación permanente. Por esto celebramos una nueva conferencia. La historia continúa.