DISCURSO ENGAÑOSO. Comunicación para distraídos
Publicado el 11/10/14 a las 12:32 pm
Por Adriana Cabrera Esteve.
Hace ya cinco años, cuando hacíamos la campaña por el Sí a la anulación de la Ley de Caducidad, teníamos amplia mayoría en relación con los que declaraban estar a favor de que la ley permaneciera en nuestra legislación. Sin embargo, había un porcentaje importante de indecisos que ponía en duda, como efectivamente sucedió, nuestra victoria.
Preocupados, preguntamos a algunos politólogos por las características de los indecisos con la idea de llegarles con una publicidad acorde. Nos dijeron que los indecisos eran los que no leían nunca un diario, los que a la hora del informativo cambiaban de canal o los que viven en una burbuja. El tema es que todos votan y la campaña de los partidos tradicionales está dirigida a ellos.
Luego de varios comicios en que la población se divide en mitades, se extendió la idea de que el equilibrio se rompía solo si se realizaba una comunicación dirigida a esos sectores. Así lo ha hecho Luis Lacalle. Una comunicación que no soporta una confrontación con la realidad. Desde el punto de vista semiótico, pasa de desdibujar su carácter opositor con el argumento de estar por la positiva, a pararse como si actualmente fueran gobierno, es decir, apropiarse de todo lo que no han hecho ni han sido capaces de hacer.
Dicen que tienen experiencia, y sí, la tienen: a lo largo y ancho de las intendencias blancas y coloradas, se han apropiado de las obras del gobierno nacional y las han presentado a la población como logros propios. Ahora, con los resultados a la vista, intentan la misma maniobra en las elecciones nacionales.
La sola consigna “Somos hoy, somos ahora” se aplica más a un partido que hoy y ahora gobierna, que a uno que cuando gobernó, hace veinte años, se caracterizó por la corrupción, el empobrecimiento de grandes capas de la población y el contubernio con la ultraderecha nacional y chilena, demostrado en el caso Berrios con el Plan Cóndor.
Otro componente de su camuflaje lo conforma la música, no sólo usan ritmos caribeños en sus jingles sino que usan directamente un son cubano.
La operación mediática incluye gigantografías de los molinos de viento, símbolo de la renovación energética realizada por el gobierno frenteamplista con la consigna “Soplan vientos de renovación”. Lo lógico sería que esa consigna fuera usada por quien lleva adelante el cambio de matriz energética, el FA.
“Somos tu voz”, otra de las consignas, se apropia de la voz popular y se autoproclama con soberbia algo así como telépatas o médiums de cada uruguayo. Históricamente ha sido la izquierda quien se reivindica como representante del sentir de la gente y ellos la criticaban calificándola de “mesiánica”.
Es una comunicación que no sólo oculta sino que tiene como objetivo confundir al votante ingenuo. Al asistir a este operativo mediático uno tiene la sensación de estar ante un dibujo de M.C. Escher con sus escaleras discordantes y sus estructuras imposibles. Así es el discurso de Lacalle.
El Partido Colorado por su parte se apropió de los colores del Frente Amplio y se une al plagio del programa frenteamplista que realiza Lacalle al proponer un sistema integral de cuidados, buque insignia del actual programa frenteamplista, y el uso de software inteligente para garantizar la seguridad, algo que ya se está haciendo.
A la confusión se le suma el silencio y las omisiones. Según Umberto Eco, en esos casos, “el receptor selecciona el mensaje e introduce en él una probabilidad que en realidad está contenida en él lo mismo que muchas otras” o sea, el espacio de entropía es llenado por las aspiraciones, sueños o voluntad inconsciente del receptor.
En medio de este operativo, la prensa puede jugar un rol si obliga a la explicitación de los objetivos y deconstruye la ambigüedad del discurso del candidato nacionalista. Los que ya lo han hecho, incluso periodistas insospechados de cualquier inclinación izquierdista como Gabriel Pereyra, han sido profundamente esclarecedores, pero se necesita más.
Tomado de http://www.republica.com.uy/comunicacion-para-distraidos