Un acto contra la ocupación colérica de Haití.
Publicado el 02/10/14 a las 1:42 am
Mientras en Haití las manifestaciones contra el gobierno no cesan, se realizó en el Paraninfo de la Universidad de la República de Uruguay un acto por el retiro de las tropas. La organización estuvo a cargo de la Coordinadora por el Retiro de las Tropas de Haití, el PIT-CNT, el Servicio Paz y Justicia Uruguay y la Fundación Vivian Trías.
Roberto Markarian, Rector de la Universidad, comenzó la actividad leyendo una resolución del Consejo Directivo Central de la Universidad de la República de 2013 en solidaridad con el pueblo de Haití y acompañando la demanda internacional de retiro de las tropas.
Edgardo Oyenart, en representación del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, basó su argumentación por el retiro de las tropas de Haití en el derecho de los pueblos a su autodeterminación. Al respecto fustigó la posición “pseudo-paternalista” que defiende la larga e indefinida intervención, incapaz de tomar en cuenta los niveles de organización social del país. Manifestó su “énfasis” y su “vergüenza” por “el solo hecho de haber ido” Uruguay en una misión militar. Por último, puso sobre la mesa el rol de los ejércitos latinoamericanos en una ocupación que permite el saqueo y la violación de Derechos Humanos.
Beverly Keene de Jubileo Sur se preguntó cuáles son los argumentos para seguir en Haití. Respondiendo que algunos países de América “no saben qué hacer con sus fuerzas armadas”. Llamó la atención que el 28 de julio de 2015 se cumplen 100 años de la ocupación estadounidense de Haití, un viejo símbolo de la expansión imperialista. Ese aniversario se cumplirá seguramente bajo la ocupación de tropas de países del Sur.
Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, aludió al oído que prestaría el Presidente Mujica y deseó que marcara el camino del retiro.
Henry Boisrolin, del Comité Democrático Haitiano, transmitió la existencia de una cosmovisión haitiana de la libertad desarrollada durante la Primera Independencia. Un retiro de las tropas sólo debería preocupar a las clases dominantes, afirmó. Ante la posibilidad de un nuevo 1804, año de la independencia, Boisrolin denunció la elaboración de una nueva ingeniería de dominación. Ante el fracaso de la intervención, reclamó más confianza con el pueblo haitiano.
Por su parte Adolfo Pérez Esquivel recordó las 9000 vidas humanas segadas por el cólera y los 100000 infectados. Señaló que el caso haitiano no puede verse aisladamente: “Seguimos sometidos a una cultura de dominación y colonialismo cultural. Más peligroso que los monocultivos de soja es el monocultivo de las mentes. Tenemos que generar otra actitud. Lo que le pasa al pueblo haitiano nos está pasando a nosotros también. O nos libramos juntos o vamos a ser dominados juntos. La forma de enfrentar eso es la rebeldía”.