En la campaña de Constanza
Publicado el 10/05/14 a las 8:54 pm
Por Jorge IrisityEs muy satisfactoria la sensación que genera la campaña que impulsa a Constanza a ser votada en las elecciones internas del FA. No me refiero a certezas de que vaya o no a ganar su contienda con el compañero Tabaré, me refiero a la sensación y certeza que tonifica al FA, que lo fortalece y que a un sector de militantes y simpatizantes frenteamplistas -que crece día a día- le hace sentir que por sus venas circula nuevamente la sangre y que en su ánimo renacen las esencias del FA originario.
Y aunque en la dimensión cuantitativa de las encuestas, la campaña tiene cifras que acotan y anuncian perspectivas, el valor de lo indicado ofrece señales de esperanza para que sea quien sea quien resulte electo sepa que, además de contar con un equipo de “experimentados” en estructuras de “gobierno”, también tendrá a su disposición la energía de un espacio de militancia que espera un nuevo gobierno del FA para profundizar los cambios en la ruta de realizaciones sociales y productivas ya alcanzadas y en línea con los objetivos de izquierda de la fuerza política que representará entre el 2015 y 2020.
Tengo dicha sensación y en este último mes de la campaña también alguna preocupación, porque las fuerzas de la derecha han logrado infiltrar en el ambiente preelectoral una especie falaz diciendo que la campaña que impulsa a Constanza es rupturista de la unidad frenteamplista y lo que más preocupa es que en tiendas del FA algunos compañeros con visión exacerbada de dicha unidad, se hacen eco de esa mentira.
La imprescindible práctica de la “disciplina” partidaria, y la pérdida –por años- del diálogo y de intercambiar y discutir posiciones y criterios políticos en la interna del FA, generan efectos nocivos para el avance de su fuerza, cuando el momento exige acompasar las variantes de la nueva realidad social del Uruguay 2014 en el marco de la región latinoamericana y el mundo, y las grandes mutaciones tecnológicas y culturales que imperan hoy en el escenario de la globalización universal.
La pérdida del intercambio civilizado de opiniones y enfoques es confundida con pelea y confrontación, y con esa versión mentirosa de los hechos se alimenta a la derecha que en el editorial del diario El País del lunes 5 de mayo dice que Constanza en el acto del 26 de Marzo “arremetió contra el expresidente Vázquez”. Y quienes asistieron -y eran miles- son testigos de esa absurda y flagrante mentira.
Es claro que en los dos períodos con el FA gobernando la estructura gubernamental, se ha apagado la movilidad del FA en militancia y simpatizantes, y así los logros gubernamentales o los errores caen sobre todos los compañeros sin “digestión” política, principalmente mediatizados por lo que ofrecen los medios de comunicación -que no son precisamente frenteamplistas-. El “saber” sobre esas cosas y sus detalles circula –probablemente- entre los mandos gubernamentales y las principales cúpulas partidarias, y no más. Y esto, en la base de la fuerza política, ha generado sensación de aislamiento que, cuando acontecen hechos de difícil comprensión política o –en lectura de frenteamplista esperanzado en que se cumpla un Programa partidario definido-, provocan incredulidad o frustración.
Y entonces el camino sano para “sanar” esa incredulidad y/o frustración, no es el silencio disciplinado bajo la pancarta de “seamos unitarios”. El camino –y no hay otro- es el análisis y la reflexión conjunta, es el diálogo y la construcción de alternativas en colectivo. Porque nadie es dueño de la verdad y “naide es más que naide”.
En el 2009 ya hubo competencia interna entre tres precandidatos, en esta ocasión son dos y con la novedad que una de las opciones es mujer. Ambas opciones suman frenteamplismo y entonces, mientras hay algunos que con discursos de izquierda llaman a enfrentar a la derecha y al Frente Amplio, y otros –en algunos sectores del FA- dudan sobre hasta dónde se puede avanzar por izquierda, me pregunto: ¿Qué buscan las acusaciones contra la campaña que promueve a Constanza, al identificarla con rupturismo de la unidad del FA?
El FA nació y es de izquierda. Constanza y los siete grupos que la apoyan quieren reorientar la gestión del FA hacia la izquierda, sus mensajes son claros. Y su consigna “volvamos al FA” busca retomar ese rumbo en el escenario de la militancia perpleja o frustrada, para que podamos seguir remando todos juntos y precisamente unidos. La unidad no depende de nombres y sí de acciones y conductas.
El sábado 2 de mayo reciente, una compañera en Bella Unión le dijo a Constanza: “Compañera, yo estoy con su movimiento, porque no puedo aceptar que me roben el FA”. Muy clara.
TOMADO DE LA REPÚBLICA, 5/5/14