Las relaciones de poder.
Publicado el 05/03/14 a las 7:48 pm
Las relaciones de poder fue uno de los temas centrales para la izquierda durante todo el siglo XX. En el plano internacional algunos trabajos de Celso Furtado nos dieron la ruta para avanzar en el tema. En el plano nacional faltan estudios, que no surgen de los distintos institutos de la Universidad de la República; ni del Instituto de Economía, ni del de Ciencias Sociales ni del de Ciencias Políticas.
Por lo tanto intentaremos avanzar con algunas aproximaciones al tema, extraordinariamente relevante para comprender el funcionamiento económico. En el plano internacional, en la actualidad, se vive una intensa competencia entre dos potencias: EEUU y China. EEUU presenta una nítida hegemonía en el plano militar. Esto le otorga un importante poder en el plano político.
También le da poder político su hegemonía en el plano comunicacional, que por los avances tecnológicos pasó a ser una de las grandes fuentes de poder. En lo económico, mantiene predominio en el plano financiero, pese a su crisis reciente, en la medida que el dólar sigue siendo la moneda de reserva y la moneda de cuenta, y que no surge ningún centro financiero internacional que pueda desplazar a los existentes en los EEUU.
Mantiene también un cierto predominio de carácter tecnológico, por su capacidad de creación e innovación, lo que le otorga fuerza en el plano productivo. En cambio los Estados Unidos dejaron de predominar en el campo comercial, siendo desplazados por China, que es el país de mayores exportaciones de bienes y de productos industriales. Hoy es muy nítida la competencia comercial entre EEUU y China.
Aquel intenta acuerdos comerciales con la Unión Europea y el Transpacífico para ganar espacios en el plano comercial. China es la segunda potencia económica; busca acuerdos en Asia, invierte en África y es el primer socio comercial de la mayoría de los países de la América del Sur. En este cuadro es evidente la pérdida de poder de la Unión Europea, con una crisis muy profunda en la actualidad.
En la economía internacional tienen un gran peso las grandes empresas transnacionales influyendo sobre los gobiernos de sus países de origen y, a su vez, siendo apoyadas por dichos gobiernos frente a los países de destino de sus inversiones. La etapa actual del capitalismo refleja una indiscutible relevancia de los aspectos financieros, con instituciones de enorme poder. La crisis de los Estados Unidos fue consecuencia de la falta de regulación en el campo financiero y de creaciones de productos especulativos que derivaron en la burbuja inmobiliaria, en la crisis financiera y en la económica posterior. Algunos bancos cayeron, pero otros fueron asistidos con cifras multimillonarias.
En el caso de la Unión Europea, asistimos a un proceso de ajustes, para atender las deudas con los grandes bancos privados, que en esencia, tuvieron una alta participación en la generación de la misma. Surge con nitidez el predominio de lo financiero sobre lo productivo, especialmente en los países del sur europeo, con consecuencias negativas en la producción y el empleo en el plano social, con nítidas influencias en el plano político e inclusive sobre el funcionamiento de la propia democracia. El poder financiero es determinante en la situación actual, por su influencia sobre el FMI, el Banco Central Europeo e inclusive sobre gobiernos europeos.
En el caso de Uruguay, algunos de los elementos de la situación internacional tienen una influencia determinante. Cuando se analizan las relaciones de poder, surge con nitidez que el poder financiero tiene un fuerte peso dentro del país. Importa señalar que la crisis de 2007-2008 en el mundo desarrollado no tuvo efectos financieros relevantes en la América Latina. El poder financiero internacional y nacional obliga a las economías de la región a lograr la mejor imagen posible en los mercados financieros internacionales.
Garantizar los pagos de los servicios de la deuda, liberalizar los movimientos de capitales para asegurar los envíos de los beneficios a las casas matrices, no expropiación de las inversiones extranjeras, son, entre otras, medidas relevantes para alcanzar esa buena imagen. Los gobiernos de Uruguay, incluidos los del Frente Amplio, han sido fieles cumplidores de estos principios. Ello no quiere decir que no haya margen de maniobra para atender las demandas productivas y sociales.
Entre las instituciones financieras, la presencia del Banco de la República Oriental del Uruguay puede jugar como un contrapeso relevante frente al poder financiero, especialmente para atender los requerimientos y necesidades de los distintos sectores productivos. La política macroeconómica puede encontrar márgenes de maniobra para ponderar adecuadamente la estabilización, el crecimiento, el empleo y la distribución del ingreso. Pero ello depende también de las características del poder político.
El otro gran factor de poder es el que deriva de los grandes medios de comunicación. Tienen un enorme poder e influyen decisivamente sobre los valores de la sociedad y los factores culturales y son los que marcan la agenda. En la actualidad, con el gobierno del Frente Amplio, cumplen el papel central de oposición, por el estilo de sus programas, por la presentación de sus informativos, donde el conflicto, las diferencias y la crisis son los temas centrales, con formas de interpretación que pueden tergiversar claramente la noticia real. Son mucho más opositores que los propios partidos políticos de la oposición y conforman verdaderos oligopolios. La nueva ley de medios intenta iniciar un proceso de democratización.
Las gremiales empresariales de bienes y servicios, vinculadas al ámbito rural, a la industria, a las exportaciones y al comercio no tienen el fuerte poder del pasado. Algunas de ellas mantienen viejas ideologías clasistas, anti estado y anti sindicatos y con planteos del neoliberalismo muy afectado con la crisis del mundo desarrollado. Con los gobiernos del FA, han ganado poder de negociación los sindicatos de trabajadores y se han concretado avances relevantes en materia de negociación colectiva.
Se generan nuevas potencialidades para alcanzar acuerdos relevantes en los planos productivo y tecnológico entre empresarios, Estado y trabajadores. Se vuelve relevante la necesidad de estudios más concretos sobre las relaciones de poder y la influencia de los empresarios de bienes y servicios sobre las distintas instancias del Estado, especialmente sobre la política económica.
En las relaciones de poder en el ámbito nacional es evidente que han perdido fuerza los sectores militares y los intelectuales. Aquellos desde la apertura democrática, mantienen algunas conquistas como los beneficios de la Caja Militar, pero tienen menos influencia sobre el conjunto de la política. Los intelectuales, los especialistas universitarios, aparecen menos dinámicos, menos creativos en las ciencias sociales y no se notan aportes relevantes, salvo en temas muy específicos.
Con la llegada al gobierno del Frente Amplio, el poder político, a través del gobierno, gana espacios para impulsar medidas provenientes de sus bases programáticas que se pudieron concretar gracias al logro de mayorías absolutas en el plano parlamentario. En estos avances del poder político se consolidó el poder del equipo económico, con visiones ortodoxas como la mirada del Banco Central, y acciones heterodoxas como las implementadas en la política fiscal y en la laboral y salarial.
Hay mejoras para los trabajadores en los salarios reales y en las condiciones de trabajo; para los empresarios por las exenciones fiscales; para los pobres a través de las políticas sociales. Pero se requieren estudios más exhaustivos para conocer la autonomía relativa del poder político y la influencia del poder económico sobre el mismo.
Para un tercer gobierno del FA, es fundamental avanzar en la elaboración e implementación de una estrategia de desarrollo, con una estructura productiva que impulse la inserción internacional con más valor agregado y más contenido tecnológico, que permita mayores y mejores políticas sectoriales, que atienda los problemas del empleo y para que lo productivo y lo social se equilibren y, si es posible, predominen sobre lo financiero.
Es necesario seguir avanzando en la igualdad, para lo que se requiere un aumento de la presión tributaria donde aporten más las empresas con muy elevada rentabilidad. Pero todo ello no es ajeno a las relaciones de poder, a la concentración de la propiedad, a la influencia que puedan ejercer las grandes inversiones extranjeras de los últimos anos. Este es uno de los grandes desafíos para un nuevo gobierno frentista.
Tomado de LA REPUBLICA, 5/3/2014, http://www.republica.com.uy/las-relaciones-de-poder/
tatiana oroño
Mar 6th, 2014
Útil la nota por su claridad y pertinencia. Gracias.