Chávez, el pueblo y el poder constituyente.
Publicado el 04/03/14 a las 11:19 pm
Hugo Chávez ocupa un sitial ineludible en la historia de América Latina y el Caribe. En un período de acumulación de luchas populares en el continente, durante la segunda presidencia de Bill Clinton, Chávez gana las elecciones en Venezuela. Comienza la etapa constituyente de la República Bolivariana de Venezuela con George W. Bush en la jefatura de los EE.UU. Debió derrotar bestiales intentos, internos y externos, de desestabilización y golpes de estado.
La izquierda latinoamericana ha reconocido la audacia de sus iniciativas internacionales (como la refundación de la OPEP o su grave posición en la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático). También su liderazgo en los procesos de integración de nuestra América (la ALBA, la CELAC y la UNASUR).
A un año de su desaparición física el gobierno legítimo de Venezuela sostiene su visión estratégica ante una nueva ofensiva oligárquica reaccionaria.
En esta fecha, queremos repasar algunos conceptos teóricos, reflexionados en plena práctica política por Hugo Chávez. Para ello hemos seleccionado buena parte del discurso del «Acto con motivo de la Juramentacion del Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Chavez Frias (periodo 2007-2013)». Refleja opiniones de un momento específico de la marcha. Más cercanas en el tiempo son la autocrítica de 2011, la llamada 3R2: Revisión, Rectificación, Reimpulso, Reunificación, Repolitización y Repolarización. También “El Golpe de Timón” de 2012. Sin embargo, todos guardan cierta continuidad conforme la historia empuja.
Angel Vera
El Poder Constituyente es potencia omnipresente, innovación, recurrencia permanente para que la Revolución nunca termine.
Hugo Chávez
Nosotros invocamos, convocamos, al Poder Constituyente, así como alguien convoca un espíritu y resulta que el espíritu llega y le sale travieso (a los que creen en esas artes y mañas). Es una cosa complicada el Poder Constituyente, no se trata de que tu lo convocas, el llega, se hizo presente y después tu le dices “ahora te vas”. No, el Poder Constituyente no puede congelarse, no puede ser congelado por el poder constituido.
Quiero traer aquí estas reflexiones, ideas y conceptos para que nos ubiquemos, para que tratemos de ubicarnos en el epicentro de lo que hoy, 10 de enero de 2007, estamos viviendo, de lo que hemos estado viviendo en los últimos meses y, si miramos mas atrás, de lo que hemos vivido en los últimos años.
Algunos autores hablan del carácter terrible del Poder Constituyente. Yo creo que es terrible el Poder Constituyente, pero así lo necesitamos, terrible, complejo, rebelde. No debe someterse el Poder Constituyente, no debe congelarse al respecto.
Traje una cita de Bourdieu, estudioso de estos temas, cuando dice lo siguiente:
“El estudio del poder constituyente presenta desde el punto de vista jurídico una dificultad excepcional que concierne a la naturaleza hibrida de este poder; la potencia que esconde el poder constituyente es rebelde a una integración total en un sistema jerarquizado de normas y de competencias.”
Nosotros estaríamos cometiendo un gravísimo error histórico si pensáramos como Napoleón, ahora cuando somos representantes del pueblo, que eso es lo que nosotros somos: simples representantes del pueblo, simples representantes del Poder Constituyente originario al cual nos debemos. Ese poder es el dueño del escenario, de la Republica, no somos nosotros, señores gobernadores, gobernadoras, alcaldes, ministros, ministras, diputados, diputadas. Vamos a refrescar esto para traerlo a la conciencia y al actuar diario desde aquí, desde la Asamblea; desde allá, desde el Palacio; desde allá, desde las casas de gobierno y hacia allá, hacia las calles, para que nos guíen estos principios los días por venir, para que proporcionen combustible a las iniciativas, a las decisiones, a las necesidades que tenemos por delante. El Poder Constituyente es omnipotente, es la Revolución misma.
Napoleón dijo: “La Revolution c’est fini”. Trotsky dijo: “La Revolución es permanente, nunca termina”. Vámonos con Trotsky, es Trotsky el que tiene la razón: “La Revolución no termina”. Es mi coronel Hugo Trejo el que tiene la razón: “La Revolución (me decía el), Hugo, no ha terminado”. Y luego escribió aquel bonito libro, buen libro, de los acontecimientos que condujeron a la caída de la dictadura de Marcos Perez Jimenez; el uno de los lideres, jóvenes militares de aquellos años 50, aquel veintitrés de enero de 1958.
¿Como y donde hacer actuar al Poder Constituyente?, porque, cuidado, si el poder constituyente no consigue caminos constructivos, pudiera tomar caminos destructivos como los huracanes. Ese fue yo creo que uno de los mas grandes logros del proceso que nos trajo aquí el 2 de febrero de 1999, porque el país, habrá que recordar como estaba el país a finales de los años 80 y a comienzos de los 90 y toda la década de los 90 [porque] no fue solo el “Caracazo”, que fue la gran explosión; no fue solo el 4 de febrero, la gran rebelión militar o el 27 de noviembre, fueron centenares de micro revoluciones, de huelgas, de protestas del pueblo, no era la oligarquía que protestaba, era el pueblo pobre, los desamparados, eran los estudiantes, .cuantos murieron? Eran los profesionales, eran los jubilados, pensionados incluso, y los trabajadores.
En cuanto al Poder Constituyente, hay distintas corrientes que tratan de descifrar la complejidad del fenómeno, hay alguna corriente que indica que el Poder Constituyente es trascendente respecto al poder constituido. Son discusiones de muchos años, filosóficas, jurídicas, sobre que la dinámica del poder constituyente viene impuesta desde el exterior al poder constituido; es decir, que son dos cosas distintas.
Otra corriente dice que el Poder Constituyente no es trascendente sino que es inmanente, que tiene la característica de un fundamento, que es intrínseco, que esta por dentro del poder constituido. Otra, dice que el Poder Constituyente no es trascendente ni es inmanente, sino que esta integrado al poder constituido. Esta ultima tesis, es una tesis que niega al Poder Constituyente, pretende anularlo.
Bien, solo traje estas reflexiones como referencia, pero sea como fuere, mas allá de la teoría, ahí tenemos una realidad en marcha: el Poder Constituyente es y debe ser (compatriotas) potencia permanente, potencia transformadora, inyección revolucionaria para reactivar, muy de cuando en cuando, nuestro proceso bolivariano. Potencia permanente, capacidad para responder. Capacidad, esto lo tome de Toni Negri: “Capacidad para responder continuamente a una oportunidad histórica”. Capacidad para responder continuamente (diría yo) no a una, [sino a las] oportunidades históricas que se van presentando a lo largo del camino.
El Poder Constituyente es potencia omnipresente, innovación, recurrencia permanente para que la Revolución nunca termine.
Tomando como fundamento estas reflexiones, yo saque la cuenta de los dias exactos que han pasado desde el 2 de febrero del 99 hasta hoy: han pasado 2 mil 898 dias, digamos 3 mil días, después de haber invocado al Poder Constituyente y de haber firmado allá en Palacio aquel decreto convocando a la Asamblea, no convocando a la Asamblea, yo no convoque a la Asamblea, yo convoque al Poder Constituyente a expresarse.
Recuerdo la primera pregunta, que fue tan debatida: ¿Convoca usted a una Asamblea Nacional Constituyente? Lo que yo hice fue convocar al Poder Constituyente para que el tomara la decisión.
Tres mil días después yo invoco de nuevo al Poder Constituyente originario, omnipresente, plenipotenciario; lo convoco de nuevo hoy, 10 de enero de 2007. El Poder Constituyente ha estado siempre allí, porque el Poder Constituyente se convierte (en momentos determinantes) en actor fundamental e impone sus fuerzas, convierte la potencia en poder, como un gigantesco motor o un millón de gigantescos motores; ¿que fue lo que paso el 13 de abril?, ¿quien fue el que salio?, ¿quien se activo? El solo, el mismo; nadie lo convoco, el estaba convocado, el tenia que barrer con el fascismo, barrer con el imperialismo y defender su decisión, su soberanía.
En un momento, es decir, en un tiempo y en un espacio el poder constituyente se activa. Alguien enciende motores, a veces sin planificación previa, a veces con planificación previa. ¿Que fue lo que ocurrió el 15 de agosto de 2004? Referéndum, el Poder Constituyente de nuevo se volcó a las calles para imponer su fuerza, convirtiendo el potencial en fuerza transformadora para que no terminara la Revolución. ¿Que fue lo que paso el 3 de diciembre de 2006? Esos casi 7 millones y medio de votos, esos millones y millones de almas, de corazones y de voluntades no fueron otra cosa sino el Poder Constituyente convertido en un día en actor fundamental de su propia historia. Yo invoco y convoco al Poder Constituyente originario del pueblo venezolano para continuar, para acelerar.
Estoy dispuesto, y pido a todos que lo hagamos, vamos a convertir el 2007, a partir de hoy, en el escenario de activación permanente y creciente. Así lo he pensado después de meditar en estos días de diciembre, los primeros días de enero; ¿como conformar un conjunto de lo que se me ha ocurrido llamar motores constituyentes? Porque todo esto tiene que ver con la perspectiva de largo aliento de la Revolución Bolivariana. No olvidemos que también hemos dicho que el 3 de diciembre no era un día de llegada, era un día de partida, era un punto no de llegada sino de partida, de arranque a una nueva era en la que ya estamos. Pero eso, mas que decretarlo, mas que decirlo tenemos que convertirlo en realidad de todos los días, permanente realidad, acelerada realidad.
Se trata de que (así lo veo y así lo siento) hemos cerrado un ciclo, no es fácil hacer esto así con tan poquísima distancia de análisis en el tiempo, no es nada fácil. Yo entiendo y acepto que me estoy aventurando, pero creo que es necesario aventurarse en el análisis, acelerar los tiempos; Simón Bolívar decía: “Las revoluciones hay que verlas de cerca y evaluarlas de lejos”; en este caso, yo no la estoy evaluando, la estoy viendo, la estamos viendo. Pero así como en un caballo al galope, uno debe tratar de regular las riendas, regular la marcha, por eso digo, veo, siento y creo que hemos cerrado un ciclo ahora en diciembre de 2006, o pudiéramos decir hoy, mas propiamente, 10 de enero de 2007. Termina hoy un ciclo, termina lo que bien podemos llamar un periodo de transición, preguntémonos y veamos la situación que hoy vive el país y la que vivía el país hace 8 años, hace 3 mil días.
Una transición de 3 mil días, ¡cuantas cosas! han ocurrido, pero ¡cuantas cosas han cambiado!, aun cuando hay amenazas, hay todavía deudas, arrugas que se vinieron corriendo, pero es una transición y comienza no solo una nueva era, sino que entramos de lleno a la era o al tiempo de construcción del Proyecto Nacional Simón Bolívar, que requería un fundamento solido. Lo que hemos hecho hasta ahora es echar un piso sobre el cual construiremos el edificio, es el Proyecto Socialista Bolivariano que ahora apenas comienza. De alli, ¿como lograr el salto?, ¿como lograr el cierre y el comienzo?
De allí, meditando, creo que bien podemos lograrlo (entre otras muchas cosas) con esta batería o conjunto de motores constituyentes, como maquinas; el motor es una maquina (lo sabemos) para extraer energía a la potencia creadora de la multitud.
Pongamos al pueblo [en primera escena], el es el sabio, el dueño, el es el soberano, pongámoslo allí de nuevo. Motores constituyentes para romper, terminar de romper, el viejo esquema y darle vida al nuevo esquema. El Poder Constituyente como otro espacio, como otro tiempo, aceleración del tiempo; esa es una de las características del Poder Constituyente: nos permite, activándolo, incluso cambiar el tiempo histórico, todo es relativo, esta demostrado, Einstein lo demostró.
Por cierto que por ahí recibí un articulo de Navarro, de Hector Navarro, sobre las reflexiones de Einstein: “¿Por que el socialismo?”. Recomiendo la lectura de este articulo. Un sabio, un genio pues, y el concluyó que el único camino posible era o es el socialismo. “¿Por que el socialismo?”.
Pero el tiempo, sabemos, es relativo; el espacio también es relativo, todo es relativo. El Poder Constituyente nos permite relativizar, romper con el racionalismo modernizante y abrir nuevos espacios y nuevos tiempos, por eso es imprescindible que lo activemos, lo convoquemos y lo activemos.
Darle una nueva dinámica al espacio, como dice Toni Negri, en un buen libro que me regalo Juan Barreto: El poder constituyente. [El poder Constituyente] rompe la categoría de lo moderno, el racionalismo de lo moderno que pretende congelar el tiempo y congelar el espacio detrás de la mascara mortuoria del racionalismo. Hay que romper ese viejo paradigma, el poder constituyente rompe, pulveriza el racionalismo de lo moderno, nos permite volar hacia nuevas condiciones y nos permite “convertir la utopía en disutopía operante y continua”, tomada también esta frase de Toni Negri.
(…)
He tenido el gusto de saludar a un grupo de voceros de los Consejos Comunales que están presentes acá, vaya mi saludo para ellos y el compromiso mas grande de mi corazón, de mi voluntad política, de mi conciencia política y revolucionaria; son ustedes alma de la Revolución, del poder constituyente. Progresivamente, nosotros, el poder constituido, que es lo que somos, debemos ir transfiriéndole poder político, social, económico, administrativo al Poder Comunal para que marchemos rumbo al Estado social, al Estado comunal y salgamos de las viejas estructuras del Estado capitalista burgués que lo que hace es frenar los impulsos revolucionarios, termina enterrándolos.