Una taba en el aire. La carta de la candidatura alternativa.
Publicado el 16/08/13 a las 2:17 am
El anuncio formal de la presentación de la candidatura de Tabaré Vázquez no sorprendió a los pocos que abogan públicamente por una candidatura alternativa, aunque sí parece haber desalentado sus chances.
El factor tiempo. El rol de los comunistas. La opinión de los analistas.
La foto no es una instantánea, sino una escena armada. Busca exagerar lo que hay (un embrión de acuerdo) y sugerir que es el primer fotograma de una película. Los dirigentes del Movimiento de Participación Popular, del Frente Liber Seregni y del Partido Socialista que peregrinaron a Buschental sonríen a la cámara, se miran de soslayo. Pero en la imagen hay protagonistas que faltan. En ese plano, la ausencia del Partido Comunista (pcu) es la más notable, por su primacía en la orgánica frenteamplista. Pero también, valga la expresión, brillan por su ausencia las pocas figuras que, explícitamente, han reclamado una alternativa a Vázquez. Invitado por los tres sectores mayoritarios del Frente Amplio, el pcu acusó la falta de una definición institucional. “Nosotros hicimos el análisis de que en esta etapa preferíamos estar ausentes de esa foto. Lo que sí queremos, por concepción, es que haya una amplia participación en la definición del tema”, explicó Eduardo Lorier, secretario general, a Brecha. “Necesitamos definiciones concretas”, agregó Juan Castillo, vicepresidente del fa. Fieles a su estilo, los comunistas exigen definiciones programáticas, ganan tiempo, y en el camino hacia el congreso que celebrarán en octubre, auscultan a la dirigencia y a las tan mentadas “bases”.
“Si nosotros imponemos una definición, sabemos que eso tiene patas cortas. Uno puede ganar una votación en un comité central o en el ejecutivo, pero es necesario asegurarnos (con la convocatoria al congreso) que el conjunto del partido se sienta partícipe del proceso”, explicó Lorier. El camino trazado por los comunistas es la antítesis del recorrido por el mpp. Sin convocar a un congreso, y en una definición que algunos dirigentes consideraron “exprés”, el apoyo del mpp a la candidatura de Vázquez fue resuelto en una reunión de la dirección nacional del sector. Un plenario intentó, luego, revertir la decisión. Por un voto de diferencia, la opción por Vázquez se mantuvo incambiada. El estrecho margen recalentó una interna que siempre se las trae. Esa definición, sostienen quienes quedaron en minoría, desdibuja la identidad sectorial en perjuicio de algunos postulados históricos que –argumentan– el ps y el fls hace rato dejaron de lado. El pcu la mira de afuera. Y, como ya es costumbre, pone de relieve “el programa”. La distribución de la riqueza, el desarrollo productivo y la estrategia de inserción internacional encabezan el ranking de demandas. “Por ejemplo, en los procesos de integración regional nosotros abogamos por el Mercosur y el alba por sobre la Alianza del Pacífico. Y en eso hemos tenido diferencias con Vázquez”, desarrolla Castillo.
En similar posición se encuentra el Partido por la Victoria del Pueblo (pvp). “Se necesitan definiciones más precisas de Vázquez. Nosotros estamos trabajando en el programa de gobierno, y queremos un compromiso explícito con la aplicación de ese programa. No tenemos buenos antecedentes”, explica el dirigente Carlos Coitiño, en diálogo con Brecha. “Tampoco entendemos cómo se le va a pedir a Tabaré Vázquez que sea candidato cuando el diálogo con la fuerza política en los últimos años ha sido muy superficial y aún no tenemos un programa definido”, expresó Coitiño. Los tópicos –a excepción de un agregado, la política de defensa– son similares a los del pcu. “Si a noviembre, cuando se realice el congreso, tenemos una figura alternativa identificada con esos contenidos, llevaremos esa candidatura al congreso”, adelantó el dirigente. La posibilidad de que los comunistas acompañen esa candidatura dependerá del resultado de su congreso. Castillo, que recientemente se ha sumado a las voces que reclaman candidaturas múltiples, admitió –sin embargo– que “el espacio para la aparición de una candidatura alternativa se minimiza cada vez más”. “Fue difícil antes del 7 de agosto, y crece a la décima potencia después”, desliza. Las razones, dice, vienen de lejos: “Desde que Tabaré sale de la Presidencia diciendo que volverá si la biología lo permite, deja abierta la expectativa. Parados en ese escenario, se hizo muy difícil para cualquiera. Seamos sinceros: nadie quiere hipotecar su carrera política presentándose como alternativa a Tabaré, pero veremos”, reflexionó Castillo.
TIEMPOS.
Tabaré Vázquez siempre predispuso decisiones tácticas relevantes de modo similar. Irlas instalando, suscitar que se comenten en el ágora, en el Frente, en los medios. Acostumbra a la opinión pública al tema, aunque reservándose el momento del anuncio, lo que le permitió (aun en desenlaces presumibles como éste) el plus de la sorpresa. A Vázquez el manejo de los tiempos le permitió organizar su fuerza, enviar mensajes a la dirigencia para que moderara demandas, recomponer la relación con Mujica. Y también diferir entreveros palaciegos acerca de otras candidaturas, como la de vicepresidente, que ahora se presenta como la próxima intriga a develar. Ese dominio de la escena y de los tiempos pone ahora en un brete a quienes se habían expresado por una alternativa. “Nosotros consideramos que es bueno que los frenteamplistas resuelvan, que era un buen momento para que hubiera otras personas arriba de la mesa para que el Frente procesara un debate de cara también al recambio generacional”, explica a Brecha Alejandro Zavala, del Ir, para quien el anuncio de Vázquez junto a los tres sectores mayoritarios del fa “cierra un poco la discusión”. Para Zavala, en este tiempo “no ha aparecido nadie con voluntad de competir, y dado el respaldo que ahora tiene Vázquez esa sería también una competencia perdidosa, ya no por márgenes razonables”. No obstante, advirtió el dirigente, aún está pendiente el proceso formal en la interna del fa.
Con su decisión, Vázquez interpela a los que todavía no han tomado una decisión sobre la carta de la candidatura. Los condiciona desde una posición dominante, máxime cuando se lo presenta como la clave de un triunfo electoral, jamás seguro, pero sí bien factible. Con ese capital en mano y exhibido, Vázquez exige menos presiones, más margen de maniobra. Ese caudal cimienta las perspectivas del ex presidente, desalienta a sus adversarios, engolosina a sus aliados. Su candidatura, instalada y ahora confirmada, es un recurso que maneja a la perfección. El horizonte optimista lima asperezas, sosiega rebeldías, encauza las filas propias. Y aunque ningún futuro está sellado a catorce meses de las elecciones, su posición relativa es óptima, lo que también le sirve para disponer del manejo interno. Diseminados, a los propulsores de una “alternativa” no los une tanto el amor sino el espanto. Con un candidato, dicen, todo sería más sencillo. Pero más allá de la figura de Constanza Moreira, ese nombre que sería una solución tampoco termina de decantarse. He ahí el primero de los problemas, cuando el tiempo hacia el congreso entra en cuenta regresiva. Aunque, quién sabe, quizá alguno analice si puede, como en la conga, reengancharse más adelante.
TOMADO DE SEMANARIO BRECHA, 9/8/13.