¿Un plebiscito contra el FA?
Publicado el 26/04/12 a las 1:30 am
El tema de la inseguridad ciudadana, caballito de batalla de la derecha neoliberal a lo largo y ancho del mundo, ha adoptado un forma peculiar de expresión en Uruguay. La recolección de firmas para la baja de la edad de imputabilidad constituyó un movimiento estratégico clave en la acción política de los partidos tradicionales. Su objetivo sobrepasa el contenido específico de la propuesta concreta y apunta a una confluencia contra el Frente Amplio. Este enfoque lo ha revelado el insigne Antonio Mercader desde su columna de EL PAIS del 25/4/2012 en un rápido striptease ideológico. Lo reproducimos sin mayores comentarios porque realmente no los necesita.
Un plebiscito contra el FA
Antonio Mercader
Hace exactamente un año escribí aquí mismo una columna titulada «Yo firmo». Fue mi adhesión a colorados y blancos que entonces empezaban a juntar firmas para bajar a 16 años la edad de imputabilidad penal de los menores. Aunque se necesitaban unas 250.000 para habilitar el plebiscito se lograron más de 350.000. Así, dentro de dos años y medio, junto con las elecciones de 2014 el electorado se pronunciará sobre el tema.
«Los partidos tradicionales nunca tendrán capacidad de movilizar a la población para enfrentar al gobierno por la vía plebiscitaria», había vaticinado la senadora oficialista y politóloga, Constanza Moreira, con la típica soberbia de la intelectualidad de izquierda. Ahora ya sabe que los partidos tradicionales pueden hacer las del Frente Amplio cuando era oposición: movilizarse con éxito y consultar directamente a la gente.
La consulta será sobre inseguridad, la llaga más viva de los gobiernos frentistas y el área de su fracaso más evidente. José Mujica, que admitió por escrito ese fracaso de su antecesor, Tabaré Vázquez, no lo ha hecho mejor. Tanto que su hombre para el cargo, Eduardo Bonomi, luce desbordado por una criminalidad que, según sus propios datos, alcanzó el récord de un asesinato por día en el primer trimestre de este año.
Como comenté un año atrás sé que con la reforma no basta, que hay que hacer mucho más que bajar la edad de imputabilidad. Para empezar, darle al Inau locales en donde se trabaje con eficacia para rehabilitar a los menores y de donde no escapen en masa los más peligrosos, como acaba de ocurrir. (Al pasar: ¿qué decir del intento de Joselo López, dirigente del gremio de Inau, que, en un arranque demencial, quiso vincular la fuga con las firmas presentadas por la «derecha»?).
Hay múltiples tareas pendientes, entre ellas modernizar el Código de la Niñez y la Adolescencia para dotar a los jueces de mayor flexibilidad en sus decisiones; y por cierto, adoptar medidas más generales que apunten a trabajar más cerca de las familias, a educar y a prevenir los brotes de delincuencia precoz.
La inseguridad, primer motivo de inquietud de los uruguayos según las encuestas, será un eje del debate en la próxima campaña electoral. Ese es un aporte cuyo mérito hay que adjudicárselo en primer lugar a Pedro Bordaberry y su grupo que hicieron punta con la recolección de firmas, y también al herrerismo, representado por Luis Alberto Lacalle (con Gustavo Borsari como operador destacado). Es decir, a figuras de los dos viejos partidos que no tuvieron empacho en trabajar codo a codo por una causa común.
El éxito obtenido quizás sirva para estimular otros encuentros como podría ser el apoyo a un candidato común a la Intendencia de Montevideo, una ciudad cuyos habitantes, tras un cuarto de siglo de gestión del Frente Amplio, claman por el cambio. No será sencillo hacerlo y requiere un complejo bordado político, pero recuperar la capital del país justifica todos los esfuerzos. La unión hace la fuerza.
Por último, quienes en octubre de 2014 voten por el «Sí» en este plebiscito, lo harán para enviarle un mensaje contundente al próximo gobierno, que ojalá no sea del Frente Amplio. Y si lo fuera, si les toca gobernar a ellos, antes del plebiscito deberán garantizar de manera pública y solemne que, al revés de lo sucedido con la caducidad, esta vez respetarán la opinión del soberano expresada en las urnas.