Con Yamandú Acosta: «No solo tiramos piedras»
Publicado el 15/11/11 a las 1:49 am
Con la intención de instalar una corriente de pensamiento académico que no había echado anclas en Uruguay, los investigadores del núcleo «Pensamiento crítico» reunieron en un voluminoso libro -Pensamiento crítico y sujetos colectivos en América Latina, 400 páginas editadas por Trilce- sus experiencias y saberes. Una de las intenciones es «descolonizar» de las influencias occidentales y hegemónicas el pensamiento que rige las ciencias sociales. Yamandú Acosta es uno de los cinco coordinadores del ambicioso proyecto.
-¿Qué es el pensamiento crítico, de dónde se nutre?
-El pensamiento crítico latinoamericano aporta un marco categorial para entender la realidad de esta región. Los antecedentes occidentales son el marxismo y la Escuela de Frankfurt, entre otros. En América Latina, son aquellas construcciones como la teología de la liberación o la teoría de la dependencia. Esas dos corrientes se amalgaman en el pensamiento crítico. Pero también entran nuevos desarrollos que tiene como interlocutores a procesos sociales y políticos novedosos y distintos a la década de los sesenta.
-¿Por qué se hace hincapié en los «sujetos colectivos» y no en el individuo?
-El paradigma occidental dominante ha tendido a individualizar al ser humano y ha señalado críticamente los modelos colectivistas. Creemos que el crecimiento individual se produce en el marco de relaciones sociales humanizantes y en un colectivo. Por lo tanto, la afirmación de lo colectivo no es la negación de lo individual. Es el ámbito en el cual los individuos tienen las mejores condiciones para crecer.
-¿Qué otras cosas promueve el pensamiento crítico?
-Se privilegia la dimensión de lo posible: otro mundo es posible, otras relaciones sociales son posibles. Que esa posible no quiere decir que sea deseable o inevitable. El criterio la afirmación de lo humano de un modo no-individualista pero tampoco colectivista como el estalinismo, sino en la recuperación de la comunidad como aparecen en las naciones originarias de América Latina.
-¿Hay en el pensamiento crítico aportes de las corrientes teóricas posmodernas?
-Sí. Uno de los autores de referencia de esta corriente es el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, que se autodefine como posmoderno crítico. Pero más allá de él, el posmodernismo en todas sus vertientes aporta significativamente al pensamiento crítico, sobre todo en lo que tiene que ver con la deconstrucción crítica de la modernidad, de la hegemonía de ciertos lugares teóricos.
-¿Pero el posmodernismo -con su relativismo, por ejemplo -no es antagónico con el proyecto colectivo de la «liberación nacional» y socialista?
-En sus formas dominantes, sí, porque legitima la muerte de los grandes relatos emancipatorios. Pero al mismo tiempo, aporta el discernimiento críticos de esos mismos relatos. Y eso abre la posibilidad de nuevos sentidos y nuevos relatos emancipatorios.
-¿Cómo leen la coyuntura actual de los sujetos uruguayos desde el punto de vista del pensamiento crítico?
-A título personal, me parece que estamos en un proceso de profundización de una modernidad inauténtica, una que recibe sus pautas desde otros lugares. El lugar de la soberanía ha migrado del Estado-nación a otros centros de poder fáctico. Más allá de lo que indica la macroeconomía hay una tensión entre esa profundización y el ejercicio de un auténtico y autónomo desarrollo que es propio en las comunidades originarias de América Latina.
-¿Esto se discute en la esfera pública?
-Lo que se discute es lo que tiene que ver con lo más superficial de la política.
-¿Y eso le molesta?
-No, para nada.
-Este libro pretende aportar para esa discusión. ¿Le dolería en su orgullo o vanidad que no sea tenido en cuenta?
-Lo fundamental no es mi orgullo, sino si lo que se produce tiene valor. El libro es un primer ensayo para promover reflexión. El pensamiento crítico no es un pensamiento criticón, sino uno con responsabilidad social cuyo sentido último es aportar elementos que eviten recetas únicas. Porque hay una noción que dice que el pensamiento crítico solo tira piedras y nada le viene bien. Pero a mi modo de entender es crítico constructivo, no destructivo.
-«Recetas únicas» puede sonar como una crítica hacia las políticas y nociones imperantes durante la década de 1990. Hoy, con la izquierda en el gobierno en muchos países, ¿no hay riesgo de pensamientos únicos de izquierda?
-Se dice que el neoliberalismo ha fracasado, pero creo que también ha triunfado: más allá de lo que se pueda decir sobre sus resultados económicos, internalizó en la subjetividad social la noción de competidores en todos los planos. Eso se ve muy bien en los Bailando y los Cantando en televisión. La lógica de la competencia parecería ser un componente muy fuerte en la autoafirmación y el reconocimiento. En ese sentido ha triunfado.
-¿O sea que la victoria del neoliberalismo es cultural?
-Entre las sensibilidades dominantes, sí.
Nota firmada por F.M. Tomada de EL PAIS, 12.11.2011, http://www.elpais.com.uy/suplemento/quepasa/-no-solo-tiramos-piedras-/quepasa_605539_111112.html