Trabajo en los procesos de cambio: Las políticas en uruguay 2005 – 2011.
Publicado el 04/08/11 a las 2:11 pm
Por Daniel Olesker.
Cuando el Frente Amplio llegó al gobierno, los problemas en el mercado de trabajo podrían sintetizarse de la siguiente manera:
Durante los años 90 frente a estos mismos problemas el diagnóstico era que existía un problema de excesiva regulación, de altos salarios, de influencia de los sindicatos, etc.
Y entonces la receta fue la liberalización y la flexibilización, dejar de convocar a los Consejos de Salarios, no intervenir en el mercado de trabajo y desestimular la existencia de sindicatos.
El resultado fue claro:
a) Casi inexistente crecimiento salarial en los años 90.
b) Precarización de la fuerza de trabajo casi del 50% de los ocupados.
c) Debilitamiento de la organización sindical.
d) Ruptura de los lazos de integración a partir de la pérdida de centralidad del proceso de trabajo.
Por ello, en 2005 el frente amplio puso en marcha una política laboral y salarial de verdadera integración social, devolviendo a los trabajadores lo que se les había despojado en los años 90. Dicha política, bajo el liderazgo del Ministerio de Trabajo se continuó y profundizó en este segundo período de gobierno de la izquierda en Uruguay.
Política Salarial
Lo primero que se hizo fue restablecer la convocatoria de consejos de salarios y al mismo tiempo sustituirlo de manera definitiva por una ley de negociación colectiva acompañada del restablecimiento de los derechos básicos de los trabajadores como el fuero sindical entre otros.
Junto a ello se definió una política salarial que, no sólo permitiera recuperar el salario perdido, sino que la mayor parte de los convenios colectivos firmados desde 2010 incluyen crecimiento de salario ligado al de la producción y la productividad. Es decir que si la economía crece, ese crecimiento se redistribuye dentro de los salarios para los trabajadores, a diferencia de los 90 (y ni hablar de los años de la dictadura) en que la economía crecía y los salarios reales estaban estancados.
Y, como el objetivo está ligado al supremo objetivo de la igualdad ese crecimiento salarial fue mayor en los salarios más bajos (salario mínimo nacional, salud, educación y en este presupuesto policía y militares).
Al mismo tiempo, los aumentos de salarios fueron acompañados de aumentos de la jubilación media y en especial con más énfasis de la jubilación mínima.
En síntesis, negociación colectiva, libertad sindical, crecimiento salarial con énfasis en los salarios más bajos y vínculo permanente de crecimiento económico y de salarios, definieron la política salarial de nuestro gobierno.
Ver los gráficos 1 y 2 , muestran con claridad esta situación.
Políticas de empleo
Para lograr objetivos en materia de empleo no alcanza con que la economía crezca; es condición necesaria pero no suficiente. Por ello, son fundamentales las políticas activas de empleo, donde el estado pone en marcha instrumentos de promoción del mismo.
Repasemos las que está desarrollando nuestro gobierno a través del Ministerio de Trabajo.
En primer lugar, las políticas de estímulo a la contratación de trabajadores en el sector privado con apoyos económicos ligados al número de empleos creados (incluido en la ley de inversiones y en el apoyo a las reinversiones de la reforma tributaria).
En segundo lugar, en esa misma ley existen políticas de apoyo específico a inversiones descentralizadas para fomentar el empleo en las zonas del país con mayor nivel de desempleo.
En tercer lugar, en esa misma ley se incluyen promociones de empleo para el sector de las pequeñas y medianas empresas, fuente fundamental de la generación de empleo en el país.
En cuarto lugar, políticas de capacitación y orientación para la reinserción y la inclusión laboral que se consolidan a través del INEFOP, fortaleciendo la formación profesional en las áreas en donde el país está dinamizando su economía y su inserción internacional.
Pero al mismo tiempo, la implementación de Políticas Activas de Empleo, debe partir de la definición de los sectores sociales más vulnerables para el acceso al empleo y, como se ha desarrollado, generar políticas específicas para jóvenes mujeres, trabajadores provenientes de hogares de ingresos bajos, trabajadores con secundaria incompleta.
En ese sentido se han desarrollado entre otros, programas como objetivo Empelo, Uruguay Trabaja, se ha generado una ley de cooperativas sociales que ha posibilitado dar rutas de salida a los sectores más excluidos que provenían del Plan de Emergencia.
El resultado ha sido cada vez más empleo y por ende menor desempleo atacando el componente estructural y el coyuntural, así como mejorar los salarios, actuando sobre la precariedad laboral. Todo ello lo muestra el gráfico 3, donde las rectas de empleo y desempleo se cruzan, creciendo sin cesar el empleo y cayendo sin cesar el desempleo.
Ver el gráfico 3
Conclusiones
En una sociedad que busca la igualdad como objetivo supremo, el trabajo es un valor social clave en ese proceso de cambio y en la integración social de los ciudadanos y sus familias.
Al mismo tiempo la estabilidad en el trabajo (salario, condiciones de empleo, inserción en la seguridad social), el nivel de ingreso que se percibe y la capacitación para su mejor inserción laboral, son factores relevantes de la redistribución del ingreso y de un modelo incluyente.
Y como hemos demostrado, todo ello requiere de una acción activa del Estado en materia de determinación de los salarios y de políticas activas del empleo en especial dirigidas a los sectores de mayor exclusión.
Eso es lo que hemos hecho y lo que se ha profundizado en este año y medio del segundo gobierno de izquierda.
Tomado de La República, 1/8/11, http://www.larepublica.com.uy/editorial/465164-trabajo-en-los-procesos-de-cambio-las-politicas-en-uruguay-2005-2011
José Luis
Ago 5th, 2011
Comparto con Daniel que «el nivel de ingreso que se percibe y la capacitación para su mejor inserción laboral, son factores relevantes de la redistribución del ingreso y de un modelo incluyente», pero no veo que los resultados de nuestras políticas hayan ido en ese sentido. La recuperación salarial que se dio en nuestro primer gobierno los dejó en el nivel que tenían previo a la crisis del 2002, punto. Hoy en día tenemos casi 900 mil trabajadores que perciben una saliro inferior a diez mil pesos, el 85% de los jubilados no pagan el IASS porque sus jubilaciones no llegan al mínimo, y el 8o% de los trabajadores no pagan el IRPF porque no llegan al mínimo.