Susan George: “Los estados están gobernados por la clase de Davos”.
Publicado el 20/09/10 a las 2:30 am
Por Mariana Cantero.
“La pequeña élite de las minorías neoliberales que yo denomino la ‘clase de Davos’, son los culpables directos de la crisis. Sólo hay que mirar las listas de invitados en los últimos años” al Foro Económico Mundial, señala Susan George, analista política, presidenta de honor de ATTAC Francia, reconocida gurú intelectual de los movimientos sociales y de izquierda a nivel mundial y autora de libros como ‘El Informe Lugano’ o ‘Otro mundo es posible sí…’.
George (Ohio, 1935) publica ahora su último libro, ‘Sus crisis, nuestras soluciones’ (Icaria Editorial), donde denuncia una vez más la sumisión de los estados ante el poder financiero, describe como esto causa pobreza y desigualdad desde hace ya muchos años y cómo ha destruido el medio ambiente. Pero el mensaje de la escritora no es del todo apocalíptico. George cree que todavía es posible un cambio y anima, desde la rabia que dice tener, a intentar darle la vuelta a la tortilla e invertir los términos en los que se desarrollan los mecánicas que oprimen a la mayor parte de la población mundial.
La clase de Davos, un club muy selecto
Los culpables de la crisis según George, aquellos a los que denomina ‘la clase de Davos’, porque “se reúnen cada enero en la estación de invierno de Suiza”, son “nómadas, poderosos e intercambiables”, afirma. “Algunos tienen poder económico y casi siempre una considerable fortuna personal. Otros tienen poder administrativo y político, ejercido sobre todo en nombre de los primeros, que les recompensan debidamente”, dice George.
Así, la clase de Davos es “siempre sumamente pequeña en comparación con la sociedad”, dirige “nuestras principales instituciones, incluidos los medios de comunicación, sabe exactamente lo que quiere y está mucho más unida y mejor organizada” que la izquierda, explica.
En su último libro la politóloga señala a los miembros de esta clase como los responsables de dirigir “la prisión en la que estamos”. “Aun quieren todo para ellos y nada para los otros, pero desde la época de Adam Smith los otros, mediante su propia lucha, han aprendido a leer, escribir y pensar de forma crítica; están mucho mejor informados y poco a poco han ido consiguiendo un cierto grado de poder para sí mismos, de forma que tienen mucha más experiencia política que la gente del siglo XVIII”, señala.
La crisis, un error que no lo es tanto
Los medios de comunicación señalan muchas veces los efectos de la crisis como consecuencia de los errores de los responsables de las finanzas mundiales. Pero, dice George, la situación actual no se ha desencadenado inconscientemente. “La crisis se debe de en parte a las ideologías neoliberales, en parte es el resultado de la codicia, en parte de la estupidez, siempre muy aliñado con el interés propio”.
Por eso, dice, “es un error creer, o cuando menos actuar como si se creyera que el mercado siempre tiene razón, que la privada es siempre mejor opción que la pública, que las vastas desigualdades son una algo bueno para la sociedad, etc. Esto es sólo en interés propio. Y un error implica que uno ha estado pensando y ha llegado de alguna manera a la conclusión equivocada. Pero la gente que nos ha llevado a la situación actual, a la crisis, no son pensadores, son los depredadores. El león no comete un error cuando se come a una cebra. Es simplemente su naturaleza”, apunta. Los gobiernos tampoco se salvan del análisis de George, que les acusa de trabajar, “casi en su totalidad en nombre de la clase de Davos”.
Un mapa concéntrico del poder
George entiende el mapa del poder no en el sentido de poder “geopolítico”, es decir, una clasificación de los países por regiones con más o menos peso. “Defino el poder como una serie de esferas concéntricas en las que el poder financiero se encuentra en el ámbito exterior y contiene y dirige a todos los otros. En este esquema, después viene la economía, el espacio real en el que las personas reales trabajan, producen y consumen. En conjunto, el poder financiero y el económico fuerzan sus políticas y las consecuencias de sus decisiones en la sociedad, incluido el Estado. Finalmente viene la biosfera, la esfera más pequeña y menos influyente de todas, simplemente el lugar de donde obtenemos nuestras materias primeras o depositamos nuestros residuos. El mayor reto al que nos enfrentamos, entonces, es el de revertir completamente el orden de estas esferas para que el planeta sea lo primero, la sociedad pueda decidir democráticamente cómo organizarse, la economía sirva a este plan y la esfera financiera se vea reducida a la condición de una herramienta “, resume.
Mientras tanto, el ascenso de la derecha se vuelve un peligro constante en un contexto similar a otros momentos críticos a nivel económico en la historia. George, de hecho, no descarta en absoluto la posibilidad de un repunte de políticas xenófobas, racistas y de represión. “Sí, me temo que esto puede ser factible. En Francia, por ejemplo, el gobierno está intentando desviar la atención de la crisis, señalando la ‘inseguridad’ que supuestamente causan ciertos grupos étnicos e incluso amenazando a la gente que ha sido naturalizada con la pérdida de su ciudadanía. Esto es un insulto a nuestra Constitución, porque el Presidente tiene un lugar propio fuera de la ley. Y es también extremadamente peligroso” razona.
Y ante la escalada de políticas de derechas, los trabajadores en España y otros países europeos no han protagonizado grandes movilizaciones y, siendo los grandes afectados por la crisis no están reaccionando a la situación. Las formaciones de izquierda tampoco han sabido aprovechar el contexto para generar un cambio. ¿Sabe a que responde esto y cómo se puede cambiar? “No”, contesta simplemente George. “Probablemente los trabajadores todavía sienten que tienen algo que perder. Tendrían que trabajar para hacer el abanico más amplio de alianzas que puedan, especialmente con las organizaciones obreras, aunque no están de acuerdo en todo “, apunta.
Organizarse en movimientos sociales
De hecho, una de las recetas por las cuales aboga la autora a la hora de señalar posibles formas de empezar con un cambio es la participación activa de la población en movimientos sociales. Pero, cómo ha reflexionado otras veces, “la mejor organización no puede ganar por sí sola”, de forma que hay que trabajar colectivamente. “Es urgente que nos posicionemos y exijamos medidas ya”, dice.
Y más allá del poder de cambio y de presión que pueda ejercer la sociedad para revertir el estado de las cosas, George cree que no es posible que en algún momento los culpables de décadas y décadas de políticas neoliberales paguen por lo que han hecho. “¿Cómo podría alguien imaginar que lo harán? Todos podemos ver el impacto de las políticas de estos señores en la sociedad civil por nosotros mismos. Estréchese el cinturón, renuncie a los ‘privilegios’ que ganó después de décadas de lucha en la calle y cállese”, remacha.
El Debat
Tomado de http://www.attac.es/susan-george-los-estados-estan-gobernados-por-la-clase-de-davos/