Hogares. Cada vez hay más concentración de ingresos
Publicado el 30/08/10 a las 12:19 am
El gasto público social se duplicó entre 1998 y 2008.
La voluntad política de direccionar más recursos públicos hacia el área social amortiguó los efectos, pero no ha evitado la concentración creciente de los ingresos.
Por Andrés Pampillón
En el marco del Seminario sobre Economía de la Pobreza y la Desigualdad que se desarrolló en la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, y que conforma el capítulo uruguayo de la Red sobre Desigualdad y Pobreza en América Latina y el Caribe (www.nip-lac.org), se demostró que la duplicación del gasto social evitó muchos males, pero no todos.
Dentro de la segunda y última jornada de ponencias sobre esta compleja temática se presentaron diversos trabajos que abordan distintos aspectos vinculados a los procesos de generación y reproducción social de la pobreza y la desigualdad. Desde el impacto del programa de Maestros Comunitarios y el Plan Ceibal, hasta las condicionalidades derivadas de la pertenencia a minorías étnicas, en particular afrodescendientes.
Duplicación del gasto
En un plano más general, la investigación presentada por los economistas Lambí, Perera, Velásquez y otros del Cinve, analiza el impacto distributivo del gasto social. Definido como «la masa de recursos que el Estado destina al área social, el Gasto Público Social (GPS) «es la expresión fundamental del compromiso público con el bienestar de la sociedad».
Concentración del ingreso
En este sentido los investigadores muestran que los ingresos de los hogares uruguayos han tendido a concentrarse desde mediados de los años 90. En sintonía con esta progresiva concentración del ingreso, el gasto social se ha ido incrementando. Tras una fuerte caída durante la crisis de 2002 y años subsiguientes, el gasto social se ha ido incrementando a cifras mucho más altas que con antelación a la misma. A tal punto que las cifras destinadas al gasto social en 2008 duplican a las de 1998.
Dentro de las áreas dotadas de mayores recursos públicos aparecen la educación y la salud. Por ejemplo, antes de la implementación del Fonasa el porcentaje del gasto destinado a Disse era el 5,5% para el año 2007; luego de la implementación de la reforma hacia el sistema integrado de salud el porcentaje de gasto se eleva al 9,1 en 2008.
Los investigadores concluyen que la tendencia hacia la concentración del ingreso desde los 90 ha hecho que el gasto social sea más relevante y crucial para amortiguar las disparidades generadas.
Impacto por sector
Los datos del impacto del gasto social sobre el 20% más pobre de la población es evidente. Los datos muestran que, en primer lugar el Panes, al ser un instrumento focalizado, tuvo impacto en esta población del 83%. Por esto se entiende (contrafactualmente) que de no haberse aplicado, ese porcentaje de personas estaría peor. Lo mismo le sucedería al 28% si no se hubiera incrementado el gasto en educación, el 24% por el gasto en salud y sólo el 6% por el gasto en seguridad social.
Gasto en educación
En materia de educación sucede lo siguiente: para el primer quintil el impacto del gasto en primaria es el de mayor impacto en esta población con el 45%. En el primer ciclo de secundaria el impacto es del 32% y baja al 13% en el segundo ciclo. En tanto el impacto del gasto social en UTU es del 16%.
De la investigación entonces queda claro que la herramienta del gasto social en sus múltiples aplicaciones viene siendo la herramienta por excelencia para contrarrestar en parte los efectos regresivos que el desenvolvimiento de la economía en las actuales condiciones genera. Evidentemente en un escenario como el de los últimos años, de fuerte expansión, los beneficios de la misma tienden ha concentrarse fuertemente entre aquellos segmentos de población mejor calificados, lo que determina una creciente erogación pública para un remedio que no deja ser parcial, como toda medida «ex pos» que intenta reparar fuertes desigualdades establecidas en los puntos de partida, el origen social.
Un negro…¿un amigo?
Otro interesante trabajo de investigación es el que vienen realizando las economistas Marisa Bucheli y Graciela Sanromán, sobre las brechas en la distribución del ingreso entre afrodescendientes y blancos en Uruguay.
Las pertenencia étnica se define por la autopercepción de los encuestados. Y aquí surge un primer dato curioso, ya que el 86% de los uruguayos se declara blanco, un 10% afrodescendiente y un 4% de otras etnias.
Los datos son contundentes al mostrar que los afrouruguayos son peor pagos que los compatriotas que no integran dicho colectivo. En promedio las diferencias llegan al 30%, pero estas se incrementan a medida que se analizan las brechas existentes en los puestos de trabajo mejor calificados, donde las diferencias pueden llegar al 80%.
Tomado de LA REPUBLICA, 19/8/10:
http://www.larepublica.com.uy/economia/420751-el-gasto-publico-social-se-duplico-entre-1998-y-2008