Respuestas a las expectativas ciudadanas.
Publicado el 10/08/10 a las 8:52 pm
Entrevista a Pablo Anzalone.
-Muchos ven en usted al director de la administración Ehrlich que tuvo la responsabilidad de “bailar con la más fea” en referencia a la relación con el sindicato municipal, ¿es tan así?
-Si bien la labor del Director de Recursos Humanos tiene una responsabilidad importante en las negociaciones con el gremio y ello implicó muchas horas de diálogo, de estudio de los problemas y búsqueda de soluciones a las dificultades, el intendente Ehrlich definió un equipo de trabajo que integraron también el Prosecretario General Jorge Rodríguez, el Director de Recursos Financieros Enrique Cabrera, con quienes compartimos la tarea.
-Personalmente, y como persona vinculada al Frente Amplio que lectura hace de los diferentes incidentes que ADEOM ha protagonizado con jerarcas municipales de esta gestión que finalizó y también de las anteriores como en el recordado episodio con el hoy fallecido Ernesto De los Campos.
-El conflicto del año 2002 generó una fractura profunda en la IMM que ha llevado muchos esfuerzos superar y creo que se ha logrado en su mayor parte.
La creación de reglas de juego donde el agravio personal no exista, fue un logro trabajoso, que saneó el vínculo entre administración y sindicato. No fue sencillo.
-Los montevideanos vemos cuando se desata un conflicto y en qué medida nos perjudica, pero ¿cuánto ocurrió en lo previo para no llegar a esa situación?
-Creo que, en ese sentido, hay un antes y un después de la solución del conflicto salarial. Probablemente habrá que trabajar para mantenerlo.
Y habría que agregar cuantos conflictos lograron detenerse antes de que estallaran. En la intendencia en estos años creo que fueron cientos. Dos reglas fundamentales de la negociación fueron: a) antes de cualquier conflicto deben alcanzarse instancias bipartitas para procurar soluciones. b) deben respetarse los roles de cada actor, la administración es quien define las políticas y quién decide lo que se hace y lo que no.
-En líneas generales ¿mejoró la capacitación, el nivel de relacionamiento con los contribuyentes, el trabajo del empleado municipal en Montevideo?
-La capacitación mejoró sin duda por la acción convergente de la renovación de la plantilla a través de concursos con exigencias curriculares, de los cursos de educación secundaria en convenio con el Consejo respectivo, de la acreditación y ampliación de saberes obreros con la UTU, de los cursos del Instituto de Estudios Municipales. Los concursos internos fueron deliberadamente asociados a cursos de capacitación, con ese objetivo. El relacionamiento con los contribuyentes avanzó con iniciativas como Buzón Ciudadano y los Módulos de Información, pero no se logró cambiar la imagen del funcionario municipal, que se deteriora cada vez que hay medidas de lucha gremiales, en mucha mayor medida que otros gremios.
Faltan instancias para que la interacción funcionarios-vecinos se enriquezca y genere compromisos de superación de los servicios.
-¿Cómo se pudo medir ese resultado?
-Respecto a cómo medir los resultados, trabajamos con el apoyo de la Div. Tecnología de la información en la creación de un sistema de evaluación del cumplimiento de metas y objetivos con un software de registro de los planes de trabajo por Servicio y Dpto, con el establecimiento claro de objetivos específicos, indicadores y metas, con evaluaciones del cumplimiento y retroalimentación de los planes siguientes. Este sistema dio los primeros pasos pero no llegó a generalizarse todavía. Creo que vale la pena medir de forma transparente y participativa el impacto de las políticas en todos los planos. Este debería ser uno de los componentes de la reforma del Estado.
-El mes pasado la hoy Intendenta Olivera presentó su gabinete y muchos se preguntan por qué usted deja recursos humanos para ir a salud y por qué un médico va a recursos humanos. ¿El cambio responde a una solicitud suya o una cuotificación política?
-La Salud y la Educación son elementos vocacionales para mí. En la División Salud me siento muy cómodo y creo poder aportar al equipo de gobierno con mucho trabajo. Hice esta experiencia entre 2005 y 2007 con muchas satisfacciones para mí. El Dr. Jorge Basso ha sido integrante de los equipos de gobierno de la IMM desde el primer gobierno del Dr. Vazquez, conoce la intendencia y ha tenido la experiencia de la Dirección General de la Salud en el gobierno nacional frenteamplista. Posee la experiencia y capacidad para hacer una gran gestión.
Ana Olivera formó su equipo sin aplicar el criterio de cuotificación política, y lo ha fundamentado públicamente. En lo personal no comparto la cuotificación y pienso que le hace daño a una estrategia de transformación progresista del Estado.
-A propósito del tema salud ¿puede cuantificar la cantidad de funcionarios municipales que se encuentran con licencia médica prolongada y las principales causas de ausentismo con estas características?
Las patologías más frecuentes de los funcionarios municipales son las que corresponden a su edad promedio que superaba los 50 años en 2005 y ahora bajó a 46. Son problemas cardíacos, oncológicos, diabéticos, siquiátricos. No tengo ahora las cifras pero la normativa municipal establece límites totales para las licencias médicas luego de las cuales se desencadena un proceso de jubilación o de desvinculación laboral.
Como hombre ligado al ejecutivo comunal, ¿comparte la apreciación de dirigentes del Frente Amplio en el sentido de que este nuevo período de gestión es clave si se quiere seguir reteniendo el gobierno municipal en Montevideo?
Creo que este período de gobierno es fundamental para fortalecer las transformaciones estructurales de la ciudad capital. Entre otras el nuevo modelo de descentralización que tiene en las alcaldías uno de sus pilares, y otro en la ampliación de la participación ciudadana.
Al mismo tiempo está claro que el resultado electoral implica un cuestionamiento a la acción de la fuerza política y también a la gestión de los gobiernos frenteamplistas. Aunque siga superando a la oposición sumada. Por lo tanto en esta gestión tenemos el desafío de responder a esas expectativas ciudadanas y promover una ciudad solidaria e integradora, democrática y democratizadora de las relaciones sociales. Una sociedad donde se viva bien.
De la Revista GP, No. 1.