Los cambios culturales (I)
Publicado el 15/12/09 a las 11:00 pm
Escribe Ignacio Martínez
En la Declaración de la gente de la cultura que apoya a Mujica, decimos que hay que “profundizar los cambios que hemos iniciado en beneficio de las grandes mayorías de nuestro pueblo.” Más adelante “nos pronunciamos por seguir avanzando en los recursos y los espacios que promuevan y extiendan todas y cada una de las manifestaciones culturales”. Hoy el desafío es oponer nuestra cultura de la solidaridad y la cooperación, a la cultura del individualismo o la insana competencia. Oponer nuestra cultura de la unidad y la integración, a la cultura de la división y la fragmentación. Es imprescindible construir y fortalecer nuestra cultura de cubrir dignamente nuestras necesidades para una vida decorosa, y hacerle frente al consumismo que nos consume, y a la voracidad marketinera que nos quiere crear necesidades para que compremos. Debemos fortalecer la identidad nacional y latinoamericana en contraposición a la cultura que nos quiere hacer parecer a los países del norte, nos quiere convencer que hay que vivir con ese modelo de vida, que nos debemos integrar a la globalización de la comida chatarra o la abrumadora medicina en píldoras o las vestimentas de marca. Nuestra liberación, compañeros, es esencialmente cultural. Debemos trabajar por fomentar nuestra cultura uruguaya y latinoamericana, indígena, negra, criolla, que fortalezca nuestra identidad. Sería fantástico que en todas las escuelas de Brasil se enseñara el idioma español. Sería fantástico que en todas las escuelas de Uruguay se enseñara portugués. Debemos fortalecer nuestros orígenes. La historia latinoamericana debe desempolvarse de los viejos libros y bajarse del bronce y el mármol, para divulgar el federalismo de Artigas, las ideas independentistas de Bolívar, la visión continental de Martí, las enseñanzas de Simón Rodríguez, la lucha de Juana Azurduy (Alto Perú – Bolivia y Argentina) o Josefa Ortiz (México) o Manuelita Sáenz (Ecuador, Venezuela-Colombia). En la reciente reunión de la IX Cumbre Sindical del Cono Sur intentamos decirlo en los breves 3 minutos que nos concedieron: debemos crear comisiones culturales a lo largo y ancho de todo el país coordinando los esfuerzos de cada lugar. Debemos seguir con los centros MEC. Debemos extender en una red participativa todas las expresiones culturales de nuestro pueblo. Debemos educarnos en la idea que ya decía el Ché en la carta a sus hijos: “Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”. Cuánto habremos avanzado, compañeros y compañeras, si somos capaces de incorporar a nuestro pensamiento y a nuestro sentimiento, que la patria es el mundo y nuestro pueblo, la humanidad. Los cambios culturales no se reducen a la necesaria promoción de la media docena de manifestaciones artísticas. Crearemos sí más espacios para la producción artística nacional en los medios masivos de comunicación, que hagan frente a la frivolidad y a la estupidez de producciones foráneas, ¡no que las imiten, claro! Pero fundamentalmente necesitamos avanzar en esos cambios de mentalidad que nos permitan avanzar en la formación de un ser humano libre, crítico, reflexivo, creativo, capaz de manejar sus propios tiempos y espacios para el ejercicio del poder, del poder de decidir la propia vida entre todos, donde todos salgamos beneficiados. También, entonces, hay una cultura de gobierno que sea más participativa, más transparente, más competente, más eficaz, más austera. Sólo nos hará libres la cultura en los valores.
