Crisis estructural ¿de qué estamos hablando?
Publicado el 08/12/08 a las 10:23 pm
Escribe Ignacio Martínez
El sistema de libre mercado se derrumba. Las columnas ideológicas que lo sostienen se caen a pedazos. Veamos. La escalada de producir más para vender más y ganar más, se choca con un mercado limitado que gana menos y compra menos. La empresa creció, compitió, se comió la competencia, quedó sola ante el mercado, lo indujo a que comprara (de libre no tiene nada el pobrecito mercado). Después se aseguró el poder con gastos en armas, en guerras, en deudas, que paga el mismo mercado que se empobrece y no compra. Entonces la gente va al seguro de paro y lucha y el sistema reprime y…se produce el derrumbe.
La innovación y la investigación tecnológica al servicio de vender más, también entran en crisis. La competitividad para crecer y exportar más y ganar nuevos mercados y, y, y, es la lógica del globo que se infla y explota. Cuando todo el aparato productivo gira en torno a sí mismo y se levantan carreteras o puertos o galpones para las materia primas; cuando nosotros, los trabajadores, la gente del pueblo, la inmensa mayoría, danzamos alrededor de la empresa que vive de nosotros que percibimos salarios bajos y que no compramos lo que la empresa misma produce; cuando la política económica no pone el acento en la gente sino en la empresa… se produce el derrumbe.
Pero hay más. En esa crisis sálvese quien pueda. Entonces irrumpe la “clase política”. ¿Desde cuándo hay “clase política”? Desde que el cargo político es un fin en sí mismo para quien lo ocupa. La función pública no está al servicio de la pública felicidad sino de la apetencia personal del funcionario. La “clase política” se adjudica la función de arreglarnos las cosas, de prescindir de nosotros, de convocarnos cada tantos años para revalidar su puesto. Así también se produce el derrumbe. El sistema necesita nuevos elementos de dominación para perpetuarse. Seduce a la izquierda con recambios alternados en el gobierno (más izquierdas o más derechas en España, en Francia, en Alemania, en Austria, en… según el caso de cada período); masifica la droga que conduce a los jóvenes a convertirse en seres destruidos que no cuestionan, que no luchan; hace de la televisión el único terreno de debate que casi nunca es de ideas, sino de epítetos, posturas y tiros por elevación para ganar primeras planas a los casi únicos efectos de ganar puestos. Esta lógica también nos conduce al derrumbe. No desmereceré nunca la importancia de la función del individuo, pero no existe ninguna salida para superar el derrumbe si no es con la presencia protagónica, decisiva, organizada, democrática y respetuosa de todos nosotros para construir las nuevas políticas a nuestro servicio, para construir empresas a nuestro servicio, para producir lo que necesitemos, para hacer la Constitución que precisemos a nuestro servicio, para hacer los Programas a nuestro servicio. Deseo que en este Congreso de nuestra central de trabajadores, el Pit-Cnt, los delegados del mundo del trabajo, de la producción, de la enseñanza, de la administración, de la tierra, del mar, del conocimiento, de la salud, es decir, los delegados del mundo que hacen andar al mundo, construyan la única alternativa de cambio: el Programa del Pueblo que nos permita ponernos al frente de la política nacional para realizar todos los cambios que soñamos desde siempre. Pero seamos ejemplo. Debatamos ideas, no codiciemos cargos, seamos más unidos que nunca en torno al Programa fundamentado. Atendamos generosamente cada aporte. ¡Arriba los que escuchan!
Tomado de El Popular, 28 de noviembre de 2008.
luis benitez
Dic 10th, 2008
¡¡Notable Nacho!! como siempre!