EL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

LIC. PABLO ANZALONE, DIRECTOR DE LA DIVISIÓN SALUD  DE LA IMM

La  alimentación saludable es una de las necesidades fundamentales de los seres humanos, muchas veces  insatisfecha. Desde la segunda mitad de la década del 1990 el número de personas afectadas por el hambre en forma crónica en países en vías de desarrollo aumentó a un ritmo de 4 millones por año. Para el período 2000-2002 la cifra mundial total de personas desnutridas había aumentado hasta 852 millones. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en el año 2004 las deficiencias de vitaminas y minerales afectas a cerca de 2 mil millones de personas. La Organización Mundial de la Salud considera a las deficiencias de hierro, vitamina A y zinc entre las 10 principales causes de muerte en países en vías de desarrollo.

Si hubiera un accidente, una catástrofe que causara tantas victimas en un día  generaría una gran conmoción, a la que  los medios de comunicación, los gobiernos, la opinión pública  dedicarían gran parte de sus esfuerzos . Todos hemos acompañado con pesar  los efectos de Katrina, de Rita y otros huracanes recientes. Sin embargo de la tragedia del hambre sabemos mucho menos.

América Latina es el continente mas desigual del planeta, donde la riqueza y la pobreza tienen una distancia mas extrema.

Durante mucho tiempo los uruguayos pensamos que esos eran problemas de otras regiones, de otras sociedades, de otros mundos que aparecían como muy lejanos.

Las denuncias de muertes por desnutrición o causas conexas en  Artigas, mostraron la punta del iceberg de situaciones que existen en todo el país. También en Montevideo donde se concentra mas de la mitad de la población pobre del Uruguay.

La Intendencia Municipal de Montevideo ha desarrollado un esfuerzo importante para responder a esta situación crítica. Hoy reafirma ese compromiso,  encarando una labor conjunta con el gobierno nacional para reestablecer ese derecho esencial de los montevideanos.

En un contexto de cambios profundos de la atención a la salud, donde la Atención Primaria a la Salud se vuelva realmente la estrategia general de todo un nuevo Sistema Nacional de Salud, las políticas de Seguridad Alimentaria son un eje relevante  de esta concepción de la salud.

Debemos tener en cuenta que los problemas nutricionales de nuestra población  tienen dos aspectos críticos : la desnutrición  y la obesidad.  Como dos caras de un mismo problema, en  sectores sociales diversos, pero también en los mismos estratos, incluso en la misma familia.

Los efectos de  las carencias nutricionales en la primera infancia han sido señalados  como decisivos para  el desarrollo neurológico de las personas. En los primeros tres años de vida  se forma la red del sistema nervioso que acompañara a los hombres y mujeres el resto de su vida. Asegurar  la incorporación de los  nutrientes esenciales, las proteínas, las vitaminas y minerales  fundamentales, en esa edad , es una condición imprescindible hacia  el futuro de las personas, para el desarrollo de su capacidad intelectual y por lo tanto para las perspectivas de la sociedad toda.

Una alimentación inadecuada  incrementa la vulnerabilidad  a  múltiples enfermedades en la infancia, con fuerte incidencia  en la mortalidad  infantil.

También en la edad adulta  las enfermedades  prevalentes están relacionadas con la alimentación . Las enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, que siguen siendo la primer causa de muerte en  Uruguay, con 30 muertes diarias,  tienen como uno de sus  factor de riesgo  hábitos alimentarios  con gran consumo de grasas saturadas.

Actuar sobre los estilos de vida que son los determinantes de la salud requiere de información  clara a la población, pero también la posibilidad real de modificar los hábitos no saludables y construir la voluntad individual y colectiva de cambiar. Por eso la participación  comunitaria es fundamental. Porque los protagonistas de este gran emprendimiento en pos de la salud  somos todos.

Identificar los problemas de disponibilidad, acceso, consumo y utilización biológica de los alimentos,  analizar sus causas y consecuencias, priorizar  los problemas de acuerdo a cada realidad local, y promover soluciones,  requiere de la participación social, del involucramiento de actores sociales junto a los institucionales.  Va en ese rumbo la creación de un movimiento de usuarios de los servicios de salud públicos y privados, promovido por los vecinos de Montevideo desde las comisiones de salud de los Consejos Vecinales.

Junto al acceso a alimentos suficientes  es preciso asegurar  la calidad de los mismos tanto en sus contenidos nutricionales como en su inocuidad. Las enfermedades transmitidas por alimentos y las intoxicaciones deben prevenirse a través de una manipulación, preparación y conservación cuidadosas. Se trata de conocer los riesgos y los puntos críticos de peligro y cumplir con las normas sanitarias en toda la cadena que va del productor primario al consumidor .  

Uruguay es un país productor de alimentos. Generamos esa riqueza. Todos los habitantes  tenemos  el derecho a una alimentación que asegure nuestra salud y bienestar.