Partido por la Victoria del Pueblo | ANULAR LA LEY DE IMPUNIDAD |
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El atardecer nos
pone nostálgicos y sentimos que se nos viene la noche encima. Así es con
nuestras vidas.
No quisiera estar
envuelto en ese clima proclive a concesiones, pero no me siento adherido aún a
la práctica de la discusión pública de las diferencias de pensamiento político
que tengan como centro las medidas que el actual Gobierno, gobierno de mi
partido político, ejecuta o publicita que ejecutará. Siento como una especie
de conflicto de motivos por ser miembro del partido de gobierno pero no ser
integrante del gobierno.
Me siento
comprometido con lo que se hace, sea con lo bueno como con lo que no se hace
bien, pero sigo teniendo atento mi espíritu analítico -como de oficial de
estado mayor- para definir ventajas y desventajas en las líneas de acción
posibles, y, siempre, busco que lo decidido sea dentro del compromiso asumido
por mi fuerza política en sus documentos que registran sus principios
programáticos. En muchos casos no tengo suficiente información.
Está en la esencia
de mi ubicación en la fuerza política, el Frente Amplio del Uruguay, mi
concepto de la soberanía nacional, los intereses vitales de la Nación, y su
defensa.
También el cómo
preservarlos con el marco de seguridad conveniente. Como militante
frenteamplista siento el cimbronazo de la discrepancia.
Ello porque encontré en el Frente Amplio el marco de acción política
partidaria acorde con mi pensamiento político nacional. Hay trabajos que lo
recogen en muchos de sus componentes.
He debido
replegarme de la actividad diaria en varias de las responsabilidades que había
asumido en mi fuerza política.
Pero no decaigo en
mi adhesión a su esfuerzo por llevar adelante una gestión de gobierno que debe
tener en el centro de sus preocupaciones al ser humano y, cuando aprecio que
éste queda postergado, el dolor me envuelve y como si mil agujas fueran
clavadas en mi cuerpo. Ahí mi espíritu se rebela. Solamente la fuerza de la
disciplina partidaria hace que me contenga, pero sin llegar a ser omiso,
porque una y otra vez lo he ido señalando al plantearlo en el seno de mi
Frente Amplio.
Entendí necesario
ubicarme ante ustedes, que vienen a nuestro encuentro de la Fundación Vivián
Trías buscando quizás algún pensamiento esclarecedor sobre algo de lo mucho
que está pasando y que, yo también, en mi ignorancia de no conocer los
fundamentos, puedo no compartir.
Siento el peso de
una dependencia de lo externo que se aumenta. Siento que el Imperio, que
ejerce la hegemonía hemisférica, está cada vez más presente y pisa más fuerte.
Siento que mi país
se compromete cada vez más, con conductas que luego serán difíciles de
revertir. Particularizo en la gama que hace a la defensa nacional y al empleo
de las fuerzas armadas. Ahí sigue estando el poder militar.
Creo que no se
tiene en cuenta lo que denunciamos ya hace varios años ante la Agrupación
Parlamentaria Nacional y Mesa Política, en nuestra disertación pedida por el
compañero presidente del Frente Amplio, cuando mostramos la forma
inconveniente en que -gobiernos de otros partidos políticos-, habían manejado
las políticas que hacen al ejercicio de la Soberanía Nacional.
Mantengo mi diferencia con las soluciones militares para problemas que son
creadores o resultantes de la pobreza e injusticia sociales. La Carta de las
Naciones Unidas ponía énfasis en el Comité para el Desarme.
Hoy crece la
industria bélica, el armamentismo y la militarización en el mundo.
He reaccionado
cuando se ha escrito que "no hay ninguna voluntad del Gobierno por enfrentar
las Fuerzas Armadas"; cuando, a mi entender, todo indica una acción firme del
Presidente de la República en obligar a los mandos a buscar y proporcionar
toda la información necesaria sobre el tema de DD.HH. y FF.AA., más allá de
los buenos modales que exige el protocolo reglamentario y reconocibles en el
compañero Presidente Tabaré.
Mientras no
asumamos como fuerza política que somos partido de Gobierno y debemos remover
ese obstáculo que es el poder militar; que debemos reclamar claramente que no
se siga con lo mismo que hicieron los gobiernos del Partido Colorado y del
Partido Nacional, en su política de acompañar sin cambios las imposiciones de
las FF.AA.; seguirá el divorcio si no el enfrentamiento entre la Sociedad y
las fuerzas armadas.
El tema del Ciclo
que se inicia, el sentido de militancia que yo le doy a este acto, el silencio
público que he mantenido desde el 1º de marzo de 2005, en lo que atañe a los
compromisos del Frente Amplio y lo que viene realizando el Gobierno de nuestra
fuerza política, me obliga a que hoy deje expresado lo que es más un
sentimiento que un depurado pensamiento de análisis político.
Puede ser un
desahogo.
Mi agradecimiento a
la dirección de la Fundación Vivián Trías. Mi felicitación en sus diez años
que lleva la Fundación, honrando la memoria de Vivián Trías. Mi agradecimiento
a ustedes por haber llegado aún sabiendo que me tendrían en el programa, y por
prestarme atención . Aunque muchos son los nombres que vienen a mi memoria,
dejo a los trabajos que ustedes hoy inician para ir recordando la trayectoria
de los forjadores de nuestro Frente Amplio. En ese recuerdo, permítanme que
sienta junto a mí quién me brindó su amistad y fue mi compañero de militancia
hasta su último momento, el Maestro de Frenteamplismo, Profesor Juan José
Crottogini.
Muchas gracias.
PVP - Partido por la Victoria del Pueblo - Frente Amplio - Uruguay